Solo hazlo II

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Habían pasado meses, y para la mala suerte de todos, nada había cambiado para la -aún no- pareja.
Después de ese día habían intentado hablar con Tony, pero al parecer le había surgido una reunión de emergencia y necesitaba estar cuanto antes en su compañía. Al día siguiente las cosas fueron para peor, un atentado surgió en el centro de la cuidad y estaban demasiado ocupados para hablar de eso con el genio. Y con el transcurso de los días siempre había algo, una reunión, una junta de prensa, una misión, y el asunto quedo enterrado para otro tiempo.

Finalmente llegó el día de San Valentin con mas emoción de la esperada en la torre. El anterior año, un chico creyó que sería divertido hacer explotar un centro comercial y se pasaron todo el día arreglando el desastre que esto había generado.

Pero ese día lo habían tenido libre, sin misiones, sin juntas, si nada. Y por supuesto Clint salió a medio día para pasarla con su esposa y los niños.
Volvió a media tarde para recoger una corbata que se había dejado olvidada y mientras se la ponía comentó algo sobre una cena que le preparó a su esposa y dejar a sus hijos a cargo de los abuelos de estos.

Thor había salido volando en la mañana por una ventana empuñando el Mjolnir en una manos, al parecer tras descubrir los teléfonos contactó -con ayuda de Tony, por supuesto- a Jane y le propuso llevarla a Asgard a un banquete que se estaba organizando en honor a las últimas batallas de Thor.

Tras juntar valor durante una semana entera, Steve le ofreció una cita a Sharon, pasaría por ella al anochecer para ir a quien sabe donde, entonces tuvieron a un nervioso Capitán America dando vueltas por la torre durante todo el día, preguntando cómo se hacían en esa época las citas, un desastre total.

Por su parte, Natasha fingió tener una misión, simplemente no quería que se supiera que tendría una cita con Bruce, y éste les dijo a todos que estaba resfriado por lo que no quería que nadie lo moleste en toda la noche, muy obvio. Pero a fin de cuentas, Bruce era demasiado vergonzoso y ella muy recatada en esas cosas.

Se encontraba sentada en un sillón de la sala común terminando de cepillarse el pelo, de fondo se oía el ruido de la televisión en cualquier cosa que a Tony le gustase, al parecer nada, ya que la programación cambiaba cada pocos segundos.
Algo captó su atención y el vaivén paro, deteniéndose en... una comedia romántica?

Aunque en realidad Stark no veía la televisión, la veía a ella arreglándose el cabello, detuvo su acción y lo cuestiono con la mirada.

-¿Se te ofrece algo, Stark? -alzó una ceja.

-De hecho, si -fingió pensar unos segundos y habló- Tan solo me preguntaba algo.

En ese momento Steve cruzo el umbral de la puerta, ajeno a lo que sucedía, cayo derrotado en un sofá y se concentró el la televisión.

El genio le resto importancia y la volteó a mirar.

-Sabes? Pareces muy elegante para tu... misión, a quién debes seducir con ese escote?

-Debo infiltrarme en una cena -mintió sin vacilar, no por nada era una espía- Lo demás es confidencial.

-Ohhh, confidencial, que conveniente -exclamó- Pobre Brucie, se perderá de verte con ese vestido, seguro que lamentará haber pescado esa inusual gripe.

Lo fulminó con la mirada, aparentemente Rogers había hallado en esa conversación la distracción que necesitaba y la película había quedado en el olvido.

One Shots Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora