Memorias

54 4 0
                                    

Pocos meses después de su muerte, Pepper se dio cuenta que no tenía recuerdos de Tony.

Cuando Morgan se iba al colegio, solía esconderse en el guardarropas y quedarse dormida oliendo la loción que Tony solía usar y había quedado impregnada en su ropa. Pero con pesar notaba que el olor se atenuaba poco a poco con cada día que pasaba. Estaba segura que después de algunos meses, dejaría de oler aquel perfume y el suyo tomaría lugar.
¿Qué le quedaba de Tony? El hombre amable del que se había enamorado, el que no dudaba en poner su vida en riesgo si la situación lo requería, el hombre noble y gentil al que amaba con todo su ser. Todo el mundo tenía al Tony Stark que necesitaba recordar.

Las fotos de Tony estaban colgadas para todo el publico en internet, pero esos eran recuerdos de aquel casanova que murió después de Afganistan. Luego de ese viaje, esa era solamente una careta que se ponía el hombre para esconder lo mucho que la experiencia lo había cambiado.

Stark Industries era un recuerdo del genio que siempre había sido, aquel que su padre se esforzó en crear y que la vida y las malas experiencias terminaron de formar, sus inventos y creaciones eran obra de aquel futurista que revolucionaba el mundo, ya sea con armas o tecnología.
Sabía que si volvía a la ciudad, las calles estarían repletas de grafitis de Iron Man, el heroe que salvó el universo, el Vengador que servía al país, y de Tony Stark, el filantropo que se había asociado con SHIELD para el bien de los demas.

¿Pero a ella qué le quedaba? Su Tony, aquel que estaba escondido bajo capas de protección solamente florecia en la soledad, cuando estaban alejados del ojo público y sus tantos enemigos.
Apenas algunos cuadros enmarcados colgando en las paredes de la cabaña y pequeños detalles que alguna vez le regaló.

Rodhey le solía decir que Tony viviría siempre en sus recuerdos, que mientras mantuvieran viva su presencia entonces él jamás se marcharía. Pero Pepper no quería fotos y recuerdos de la mitad que le habían arrancado, lo quería a él. ¿Por qué todo tenía que ser tan injusto?

Habían arrebatado un padre, un esposo, un amigo, un mentor, un héroe. ¿Y acaso pretendían que el mundo siga girando, cuando el que lo había salvado ya no estaba?
Sin darse cuenta comenzó a llorar, abrazando una de las tantas camisetas de bandas de rock que Tony solía usar en sus días libres o cuando se encerraba en su taller inundado por las ideas y proyectos.
Un debil rayo de sol se filtro por la puerta apenas abierta del amplio armario, pequeñas motas de polvo iluminadas por el sol flotaban y se arremolinabam ante cualquier ventisca que las acariciaba, era algo hermoso y doloroso, verlas le hacía recuerdo al chasquido.

La momentánea confusión seguida por el terror, el recuerdo de estar en la torre Stark, demasiado ansiosa por la repentina marcha de Tony intentando poner en orden el edificio al mismo tiempo que una (otra) invasión alienigena asolaba la ciudad. Y así sin mas, la gente se comenzó a desvanecer, su asistente se convirtió en fino polvo mientras la miraba con terror al sentir que se desvanecía.
Las horas siguientes no fueron mejor, tras recibir una llamada de sus padres asegurandose que su hija siga viva intentaba contactar a Tony, pero Viernes se encontraba fuera de linea y el terror la envolvió en una manta fría, la espera se hizo eterna mientras las horas se tornaron días, sin embargo se rehusaba a perder la esperanza, Tony volvería, tenía que hacerlo.
Y volvió a ella, con menos kilos encima y mas dolor del que jamás vio en sus ojos, pero había vuelto a ella y se permitió respirar plenamente.

Pero esta vez era real, no habían esperanzas, no había segundas oportunidades, ella misma lo había visto morir, y con él, una parte de ella también lo hizo.

¿Qué le quedaba? Salió del armario secandose las lagrimas y sacudiendose polvo imperceptible de la ropa. Bajo las escaleras mientras que afuera, el sonido de un motor de auto se apago, seguido de un par de pasos que entraban a su casa.

-¡Mamá! -una voz joven la llamo- ¡Ya llegué!

Por la puerta entró Morgan como un huracan, llevandose toda la tristeza que había entrado con sigilo y remplazandola por la alegría que envolvía a la niña.

-¡Happy me compro una hamburguesa! -se detuvo en seco y abrió ampliamente los ojos mientras se cubria la boca- Pero se supone que no te debía decir.

Casi entrando al recibidor, Happy la miró con pánico y dio marcha atrás, murmurando un "Me dijo que tenía hambre" y "Estaré-en-el-auto-perdón".

-¿Estás enojada? -pregunto cautelosa.

-No -la recogió en brazos y la acercó a ella, envolviendola en un abrazo- Estoy felíz de que hayas llegado.

¿Cómo podía haber tenido semejantes pensamientos? Mientras sentía la calidez de su pequeña que reía al ser alzada, sintió su corazón regocijarse.
Morgan era la viva imagen de Tony, tenía su intelecto, aquella curiosidad que la maravillaba al ver el mundo que la rodeaba y la personalidad chispeante que llenaba cualquier habitación donde se encontrase, incluso veía su paciencia en ella, su hija era lo mejor de ambos.

Veía el espiritu aventurero del genio reflejado en Morgan, pero no solo era eso, era la suma de Tony y Pepper, mientras estuviera con su niña, jamás se sentiría sola.
Aún en sus brazos, Morgan empezó a relatarle su mañana escolar mientras Pepper la dejaba en un asiento y le cortaba en gajos una naranja.
Poco a poco la velocidad fue amainando hasta que la voz se callo, volteo a verla y la encontro con la mirada baja y el menton apoyado en la encimera.

-Extraño a papá -murmuró.

-Yo también, demasiado -se acercó a ella y al verla vio los ojos de Tony devolviendole la mirada- Pero mientras lo recordemos, el siempre estará aquí.



















-------------------------------------------------

Esto... que puedo decir, cinco meses se fueron volando. La inspiración finalmente me llego y terminé este capitulo que llevaba nadando en borradores desde Septiembre.
Supongo que tuve una mala racha entre la universidad y unos problemas personales, pero así es esta danza de putazos a la que llamamos vida, ¿no?

No me gusta mucho el final que le di, pero meh, que le vamos a hacer. Tal vez dentro de un tiempo me ponga a editar todos los capítulos, pero mientras tanto contentemonos con esto.

¿Pueden creer que ya estemos en 2,42k de leidos? Por que yo no, muchas gracias por leer, ¿preguntas, sugerencias, comentarios, críticas? Todo es bienvenido.


Hasta aquí mi reporte, see ya.

One Shots Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora