¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

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–Jarvis, ¿tú sueñas? –preguntó un día hace varios años atrás, en una época donde su fiel I.A. todavía no se había convertido en Visión. 

No exactamente, señor –la voz tardó un momento en responder, casi como si hubiera reflexionado en la pregunta– Me es imposible dormir, pero algunas veces me pregunto cosas, o imagino escenarios que no suceden. 

–¿Qué te preguntas? –preguntó con genuina curiosidad, algunas veces olvidaba el rango de conciencia que Jarvis había desarrollado, ahora era mucho más que el conjunto de códigos que alguna vez programó.

Me pregunto a qué saben las cosas, o me imagino que haría si tuviese un cuerpo –habló, y al hacerlo el genio noto la voz distinta, ya no se la oía robótica como en el início de sus días, ahora esta era acompasada como la del mayordomo antes de su muerte.

Jugueteo con la llave inglesa que tenía en manos reflexionando sobre Jarvis, lejos de los trajes o todas las armas que había hecho, él era su mayor creación, cada día aprendía y se expandía más, descubriendo cosas de su entorno como un niño en crecimiento.

¿Hice algo mal, señor? –preguntó dudoso– ¿No debería hacer esas cosas?. 

–Todo lo contrario, Jarvis –sonrió– No pudiste haberlo hecho mejor. 

Varios años después, con ataques de pánico y una guerra civil a cuestas, tuvo que poner en línea a Viernes, quien aunque tuvo un inicio más avanzado que Jarvis en su momento, era imposible no notar las diferencias entre los dos.

Jarvis era casi humano -claro que con una capacidad de análisis propia de las máquinas-, todo lo contrario a la recién-llegada-a-la-vida Viernes, más moderna y a la vez más anticuada que su predecesor. Viernes no comprendía los sentimientos así como Jarvis lo hacía. Viernes no manejaba el ácido carácter que Jarvis ocupaba para plantar cara a su creador. Viernes no era Jarvis. 

–Viernes, ¿tú sueñas? –preguntó un día, cansado de todo el peso que llevaba a cuestas y con la cabeza llena de recuerdos. 

¿A qué se refiere, jefe? –habló, pese al acento irlandes el tono robótico era audible si se ponía atención– ¿Está preguntando si me he desconectado? 

–No, digo, si tú sueñas, si tienes deseos o pensamientos. 

No… no entiendo su pregunta, jefe –la voz pareció fallar un momento– ¿Desea que busque un resultado en línea para eso? 

–Olvídalo –suspiró– Solo, olvídalo. 

¿Se encuentra bien? –habló, imitando perfectamente un tono de preocupación. 

–No –murmuró, con los inicios de un dolor de cabeza amenazando con llegar. 

¿Desea que llame a alguien? ¿El coronel James Rhodey o la señorita Potts?. 

–No, déjame solo un momento, ya se me pasará. 

Está bien, jefe. 

Rhodey había resultado perpetuamente herido, Pepper y él estaban dándose un tiempo, su equipo se había roto y extrañamente, lo único en lo que podía pensar era en la pérdida de Jarvis




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Oficialmente estoy de vacaciones, yay. Bien podría hacer algo productivo pero inicie la semana durmiendo hasta medio día, me sentiría mal por esto pero he estado teniendo un horario de sueño horrible.

Como sea, estuve pensando en poner a corrección este libro, hay demasiados horrores ortográficos para seguir haciendo la vista gorda y voy a aprovechar que por fin se como manejar Drive.

¡Felíz navidad y año nuevo atrasado!

Muchas gracias por leer, ¿preguntas, sugerencias, comentarios, críticas? Todo es bienvenido.

Hasta aquí mi reporte, see ya.

One Shots Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora