Capítulo 7

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Cuando Bakugō llegó al departamento Kirishima ya había preparado la cena y como era de esperarse los postres no faltaban.

Aunque Bakugō no era muy fan de los dulces pero Eijirō solía preparar unos especialmente para el rubio, los cuales no eran ni muy dulces ni muy amargos.

Al terminar la cena el pelirrojo le pidió al rubio que esperara en la sala mientras servía un poco de café con leche, Bakugō aceptó y fue a sentarse en la sala con la televisión encendida en el canal con las noticias.

Eijirō inhaló y exhaló tratando de calmarse para poder expresar lo que había planeado decirle al rubio durante todo el rato en el que este estuvo fuera.

Bakugō lo miró esperando a que hablara, pero Kirishima estaba tan nerviso que solo pudo sentarse frente al rubio en silencio.

—¿Y bien? –Preguntó Bakugō —¿Qué querías decirme?

—Yo...yo voy a mudarme —Susurró bajito esperando que el rubio no lo escuchara pero Bakugō había entendido perfectamente lo que había dicho.

—¿Y a donde mierda vas a irte? —Cuestionó el rubio ceniza.

—Yo me iré con... – El pelirrojo se rascó la cabeza, sabía que Bakugō lo golpearía— con el padre del bebé.

Bakugō frunció aún más el ceño, ¿Qué mierda estaba diciendole Kirishima? ¡Antes ni recordaba quien era el padre del bebé! ¡¿Cómo venía a decirle algo así de la nada?!

—¿Y? ¿Acaso debería importarme? ¡Si quieres irte, vete! —Dijo secamente el rubio, no era que no le importará ¡Claro que le importaba! Pero su orgullo estaba siendo más fuerte. —Solo vete y no vuelvas. Estaba preguntándome cuando te irías, es bueno que ya me libré de ti y el bastardo que llevas dentro.

Kirishima quizo llorar al escuchar al rubio decirle eso, las palmas le hormigeaban y su corazón se contraía, Bakugō no estaba hablando en serio ¿O si? ¡No podía ser verdad todo eso! Antes se había portado muy diferente con él, le dijo que lo apoyaría y que estaría siempre para el.

—¿Todo era mentira? -Preguntó Kirishima con la voz quebrada, quería que el rubio le dijera que todo era verdad y que siempre lo apoyaría.

Bakugō tragó grueso antes de decir:

—Nunca te consideré un amigo.

Eso no era del todo mentirá, siempre pensó en el pelirrojo como algo más que un simple amigo, pero ahora no podría decirle que siempre lo amo, no podría ahora que el pelirrojo se iría al lado de otro, otro que tendría el privilegio de dormir y despertar en la misma cama que Eijirō, que tendría la fortuna de tener un hijo. Bakugō odiaba y envidiaba a aquel sujeto con todo su ser.

—¿Cuándo vas a irte? –Preguntó el rubio.

—Yo a-aún no lo había decidido —Contesta el pelirrojo —, pero hablaré con él y me iré lo más pronto posible.

«¡No dejes que se vaya!» le grita su cerebro pero Bakugō solo atina a decir:

—Bien, dime cuándo y te ayudo a hacer tus maletas.

Bakugō se levanta dispuesto a irse pero Kirishima lo toma de la muñeca y lo detiene.

—Bakugō, yo sí te considero mi amigo —Le dice el pelirrojo antes de levantarse también e irse a su habitación.

Ya en su cuarto Kirishima toma su celular y marca el número que el bicolor le había dado.

—Soy Kirishima, estoy listo para irme contigo.

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Todoroki cuelga después de darle la dirección a Yaoyorozu y pedirle que vaya a recoger mañana en la mañana al pelirrojo.

Hombre rico, Chico pobre【TodoKiri】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora