Capítulo 12

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[Una semana después]

Todoroki lanzó las invitaciones de la boda a la mesa. Kirishima las vio sorprendido al darse cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo.

—¿Invitaras a alguien más aparte de tu familia?

Kirishima asintió. —Serán pocas personas.

—Bien, toma las que necesites. —Señaló la mesa.

El pelirrojo tomó unas cuantas y las guardó en su mochila.

—Tendré que llevarlas personalmente a casa, —Dijo. —Volveré en unos días.

—¿Dónde vive tu familia?

—En Sado, mi mamá tiene un restaurante pequeño en la isla, conociéndola no me dejará ir pronto. —Se rascó la nuca y río nervioso. —Hace tiempo que no voy.

—Te acompañaré.

—¿No estás ocupado con tu trabajo? No quiero causar molestias.

—Tengo todo resuelto, —Contestó. —además, Yaoyorozu puede hacerse cargo. Pediré unas vacaciones de dos semanas.

Eijirō asiente y se va a servir la cena.

[...]

A la mañana siguiente después de dos horas en el shinkansen(*) hasta la ciudad de Niigata, 10 minutos en taxi de la estación al muelle donde parten los ferris, ambos están en uno de los ferris con dirección a la isla, Eijirō está nervioso, su mamá no sabe que está embarazado y teme que reaccione mal al enterarse.

No quiere que lo golpeé con el palo de la escoba.

Kirishima se acerca a la orilla y recarga sus brazos en el barandal, hace tiempo que no respiraba el aire fresco y salado que el mar le brindaba.

El agua se ve muy limpia y eso le hace sentir bien, el sol lo baña completamente mientras cierra los ojos y se relaja.

Recuerda cuando su madre no lo dejó pasear en un barco de pesca junto a su tío pero este lo sacó a escondidas de la casa y se fueron a dar una vuelta en el barco, su madre se escandalizó tanto cuando se enteró de ello que su tío había sido golpeado por el palo de la escoba muchas veces.

Todoroki se acercó al pelirrojo y puso su mano en el hombro del mismo.

—Te ves feliz. —Dijo tendiendole una bebida.

Kirishima asintió y recibió gustoso la botella de agua.

—Lo estoy. —Contestó.

Bebió el agua, estaba helada y eso le hizo bien a su garganta, estaba comenzando a secarse le.

—Te ves lindo.

Eijirō se atraganto con la bebida al escucharlo. Estaba comenzando a pensar que el calor estaba afectando al mayor.

No dijo nada, simplemente se concentró en la vista tratando de no ponerse rojo ante las palabras dichas por el mayor.

Estaba comenzando a ver la isla, podía ver el Monte Kinpoku a la distancia.

Tan pronto como llegaron al muelle de Sado Kirishima reconoció el barco de su tío.

—¡Eijirō! —Y al parecer su tío ya lo había visto. —¡Que milagro!

—¡Tío!

Ambos se abrazaron y al separarse el hombre dirigió su mirada al bicolor. —¿Y este?

—Oh, el es… —¿Debía decirlo? —El es…

—Soy su prometido.

El hombre comenzó a reírse. —¿Mi prometido? Lo siento chico pero no soy gay.

Hombre rico, Chico pobre【TodoKiri】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora