SETRA; Almas Divinas

Parte 38; "Liz rojo, reflexión y penitencia"

Lunes 7 de Agosto.

Iniciaba otra semana de clases "normales"... Pero claro, no podían ser realmente normales; la medida de someter a cada setra a juramento ante el agujero blanco de la mesa central fue acelerada para al fin limpiar la organización y se acordó realizarla periódicamente. En la misma mesa central aún tienen mucho que hacer, organizan una búsqueda para mantener monitoreados los movimientos de Abrahel y Shiva mientras que por otro lado también les vendría bien encontrar y contactar al último de los 1°D renacidos que debe estar por el mundo en solitario, eso claro, si es que sigue vivo porque la Pitonisa no es tan exacta a la hora de entregarles información como quisiera y no se compromete con líneas setra ni hitra en absoluto.

En la escuela las cosas debían normalizarse pero, como era de esperar, eso no pasó; Niflheim se propuso hacer cambios en su vida, al menos respecto a su convivencia de equipo ya podía sentirse tranquilo, pero desde la mesa central se le informó que deberá cumplir cierto número de sesiones con un duret capacitado, es decir con un sicológico, casi como si fuese un nuevo alumno desequilibrado o así lo ve él, totalmente ofendido, desde su arrogante punto de vista. Obviamente se indignó sin más remedio que aceptar, tardarán días en buscar a alguien adecuado para aconsejarle, alguien a quien escuche... ¿Es que acaso escucha a alguien? Su necedad es demasiado grande así que tienen un gran problema entre manos en la mesa central... y más vale resolverlo rápido porque el nuevo "niño maestro" se convierte velozmente, así como fue en su primera infancia, en una máquina de causar problemas...

Nada más llegó el día lunes y quince alumnos ya estaban en el Coliseo por la tarde, listos para recibir su castigo. Han cometido el error de ignorar a Niflheim en clases, reír de su nueva apariencia o incluso faltarle el respeto, mientras que el nórdico está tan estresado por haber perdido la gran autoridad de la que gozaba pasando a ser casi un hazmerreír que está ansioso por discutir con todo el mundo y golpearlos a todos en la arena... ¿Pero cómo? Con su nuevo tamaño incluso su estilo de combate necesitó ajustes, debió valerse de lo que aprendió en los años que vivió fuera de la organización, entre los 12 y 17 años, cuando aún era joven y escuálido y le daba real utilidad a un arma que aún detesta pero sabe usar perfectamente; el arco largo. Y bueno, obviamente con ello recordó más cosas desagradables, incluso mientras castigaba a los alumnos en el Coliseo...

Aquella semana fue una locura para los estudiantes, el día lunes muchos fueron castigados por su insolencia mientras que otros vieron su castigo pospuesto por falta de tiempo del maestro, sin embrago tras los relatos de los desafortunados que ya fueron agredidos por el "pequeño dökkálfar" se corrió la voz entre todos de que ahora más que nunca debían temer a Niflheim y comportarse como estatuas en sus clases ya que está muy alterado y buscará cualquier excusa para castigarlos a todos demostrando que no importa su tamaño; igualmente puede partirle el trasero a cualquiera en la arena.

Así transcurrió la semana, con el chiquillo ansioso por pelear con todo el mundo siendo calmado únicamente por sus compañeros pero, bueno, no es mucho lo que ellos o Pacha pueden hacer para calmar su frustración, sólo le recomendaron no desquitarse con los alumnos y aprovecharon de recordarle algo obvio; mientras más alterado esté más tardará en recuperar su forma adulta, si es que tiene esperanza de crecer a corto plazo debe calmar sus ánimos y... Madurar... Frase que obviamente lo ofendió y se fue aún más molesto, dispuesto a hacer un escándalo o, más bien, a ir a llorar a los brazos de su mami.

Sabado 12 de agosto, 7:00am.

"¡Levántense bola de flojos!"... Era extraño para el equipo de novatos despertar por el grito de un niñito neurótico en la sala golpeando la mesa del comedor. El día anterior fue agotador, la clase de combate fue abrumadora y necesitaban relajarse, la semana entera ha sido estresante para ellos también pero, curiosamente, su maestro parece tener más energía que todos juntos y vino a despertarlos.