Sin mirar atrás. [KrisHo]

Capítulo 2.

Ya ha pasado casi una semana desde que sus padres les dieran a saber que se habían casado. JunMyeon todavía no acababa de conocer la mansión, no porque sea tan grande, lo que pasa es que ha estado investigando por su propia cuenta ya que no quiere molestar a nadie y más porque al parecer ni los empleados los quieren ahí.

No son groseros, únicamente lo ignoran. A su mamá, el ama de llaves le ha dado a entender que todo era perfecto tal y como lo dejó la señora de la casa y que ella no necesita cambiar nada. Él puede ir y venir tal pareciera que es un fantasma.

Bueno no todo ha sido malo ya que el esposo de su mamá cumplió con lo que le dijo. JunMyeon no pidió nada, de hecho la habitación que le dieron es muy grande y bonita, de su anterior casa pudo traer cosas a las que les tenía apego; su colección de Stars Wars, su traje de Jedi, y sobre todo su sable de luz. Él era fanático de esta saga, otras más le fueron obsequiadas por el señor cualquier otro estaría feliz pero él no era así.

En un par de días se presentaría en su nueva escuela, bueno esa también fue otra sorpresa, al parecer la escuela donde siempre fue ya no era lo bastante buena para él y ha nadie le importo él que tuviera que dejar a sus amigos, la nueva escuela era la misma a la que asistía YiFan.

A ese chico casi nunca lo veía ya que se iba muy temprano a la escuela y cuando regresaba, una de dos, o estaba en su habitación o en la biblioteca con su papá, él lo sabia porque en una ocasión que paso por el pasillo alcanzó a escuchar sus voces.

Era ya algo tarde pero este jardín sí que es bonito, pero lo que más le atraía del lugar es que en el podía estar sin sentir que era observado y criticado. El otro día sin querer escuchó lo que decían dos empleadas, lo estaban comparando con el joven amo, como se referían al otro chico y no es necesario decir que él quedó muy mal parado.

Él sabía que no era muy alto, también que YiFan era muy guapo, eso nadie lo ponía en duda, nada más al verlo te dabas cuenta de esto, él siempre ha tenido buenas calificaciones pero al parecer el otro era dueño de una inteligencia fuera de lo normal, según escuchó era todo un genio oh.. dios algunos nacen teniendo todo y otros tienen que trabajar duro para poder llegar a su meta.. él era de estos últimos.

En todo esto iba pensando cuando vio una hermosa rosa, era blanca y sin pensarlo se agachó y la corto, se la daría a...

-¿¡Pero que hiciste!? niño tonto. -Le empezó a decir un hombre, al parecer era un jardinero.

-Yo.. Yo no hice nada. -respondió asustado JunMyeon.

-¿¡Cómo que nada!? ¡cortaste una rosa!

-Sí, se la voy a dar a mi...

-A eso es a lo que me refiero, nadie puede cortar ninguna flor sin el permiso del joven amo, este es su jardín y tú no tienes porque estar aqui.

-Yo.. no lo sabía, nadie me dijo nada. -respondió con un nudo en la garganta.

-Se pregunta primero o ¿acaso eres tonto?

JunMyeon se sentía muy mal, sabía que había hecho algo malo pero eso no le daba derecho al hombre de insultarlo.

-Me disculpo.. pero usted no tiene porque decirme así.

-¿Qué esta pasando aquí? -Era YiFan el que había hablado, él iba a su habitación después de haber regresado de la escuela cuando oyó la discusión.

-Disculpe joven amo, pero es que este niño cortó una rosa.

-Yo no soy ningún niño, ya tengo catorce años. -JunMyeon ya se estaba enojando.

YiFan volteó a verlo, realmente no le había puesto mucha atención desde que llego. Efectivamente ya no era un niño, sino un jovencito muy bello por cierto.