Capitulo 3. Chico Problema

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[Eren narra]

Gire la perilla para ingresar a mi casa y "Estoy de vuelta"  recuerdo haber dicho, metiendo dos pies dentro de la casa, pero NADA fue como me lo esperaba. Mientras prendía la luz, buscando con la mirada al niño fui golpeado en la cabeza. 

Me impactó con la parte dura la raqueta, de modo que caí irremediablemente al suelo y solo pude oír lo siguiente que pasaba con la poca consciencia que me quedaba... 

Primero: El brinco de unos calzados impactar contra el suelo e ir empujando varios cuerpos para salir del lugar. 

Segundo: No fue el único par de piernas que escuché, otros cuatro pares fueron siguiéndolo. 

En cuanto a mi persona, un par de manos frías fueron tocándome el hombro a manera de despertarme y ayudar a levantar mi cadáver con cuidado del suelo, limpiándome la ropa más de paso. 

Me tocaba la cabeza con una mano y tomaba un vaso de agua con la otra. 

— Demonios duele, ¡ah! -exclamo al tocar la zona — Creo que me saldrá un chichón. 

Dije y al rato me fueron poniendo una bolsa de hielo en la cabeza. Aunque lo negara después, escuché la voz más linda y hermosa de este planeta ser traída de regresó. Esa voz pequeña, irritada pero adorable, iba entrando apresada por ambos brazos por mi puerta otra vez.

— Putain, Laisse-moi aller Thugs payés! –Protesta pataleando. (Maldita sea, Déjenme ir Matones pagados)

AY, ¡ pero que cosita más tierna! pensé, aunque claro... no iba a decirlo en alto, más el puchero en su rostro de verdad, derritió mi corazón y el enojo, dolor o cualquier cosa que sentía desapareció al verlo.

Comencé a levantar mi cuerpo e ir atajando a varios de los hombres que me opacan la vista, caminando desde el sofá aunque aún iba tocándome repetidas veces la nuca pues sabía que la cabeza me explotaría tarde o temprano, ya podía sentir como acumula la sangre en mi cabeza para la hinchazón ¿o es que me estaba creciendo más mi cabeza? Pero dejando de lado mi pensamiento es que acabe llegando a la cocina y verlo... ser obligando a sentarse en una de los banquillos mientras ponía una mirada furiosa. 

Y lo admito, me gusto lo que veía. Verlo de ésta forma tan infantil, frágil y agradable. Igual que un pajarillo despertando en la mañana, cantando al ir revoloteando sus plumas en la manos de alguien buscando salir. Sus pies apenas y tocaban el suelo. ¡Era lo más tierno que vi en la vida! ¡Una verdadera ternura!, pero era bastante fuerte este pajarillo. 

Aunque sin duda no lo suficiente...Para un gato joven como yo, pero por lo que vi, lo único que podía a hacer al verse preso ahora e inmovilizado por mayores era... reventar de rabia, frunciendo su ceño constantemente al volver a verse dentro de la jaula del gato. Je, je.

Los guardias luego lo fueron dejando sentado sobre el sillón individual, en la sala... Ya que se encontraba a lado de la cocina y el comedor, temíamos que se volviera a escapar si lo sentamos cerca de la puerta. Poco practico en realidad, aunque yo no elegí el diseño del lugar. 

Mis hombres van parándose a los costados de su personita, evitándole alguna ruta de escapé y yo fui a sentarme al frente suyo, en el sofá de dos piezas, dejando el hielo sobre la mesilla de té. El pequeño continuo con su rostro inconforme y molesto. De hecho ni se inmuto al tenerme de frente, lo cual me dolió, pensé que me reconocería y se disculparía, pero estaba mudo.  

Parecía que verse acorralado u atrapado era lo que más odia, al punto de que no descruzaba los brazos, tamborileaba sus dedos en los mismos y miraba de un lado al otro.... Fue fácil descubrir que no le fascinaba nada, incluso así no pude evitar la continúa mirada de silencio, observándole con sumo detalle. En sus ojos encontré rebeldía y hostilidad. Me tenía mucha desconfianza, lo cual era natural porque no me conocía pero tampoco era su enemigo para que esos ojitos que quieran degollar vivo.

Tienes Mi Corazón (SNK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora