Capitulo 2. Bienvenido a Casa

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[Levi narra]

Desperté en un lugar cálido y muy distinto al que conocía. La superficie... era suave, cálida y relajante. Por un momento creí que estaba en una nube, pero este bello sueño es interrumpido por la llegada del dolor en mi brazo derecho, ese dolor me hace despertar . 

Un dolor quemante y punzante, aunque no tanto como ante. El sentir la mínima contracción de los músculos en mí bíceps, ¡duele más! Provoca que fuera entre abriendo los ojos poco a poco y estos a su vez sean cegados máximamente por la combinación de colores en la habitación, eso gracias al atardecer que caía por mi detrás. 

Esas ventanas enormes y blancas por mi espalda con telas blancas delgadas y tan transparentes que dejaban reflejar en su esplendor a los primeros o últimos rayos del sol agonizante, ingresando en la habitación. Con obvio fastidio fui levantando mi cuerpo del lugar donde descansaba y acabe sentándome en el sofá escuchando como un saco negro cae de mi pecho. Agache la cabeza para observarlo al sentirlo resbalar, pero al mover mis hombros el dolor reapareció. Puse inmediatamente mi mano sobre la herida aunque eso también provocará dolor, pero me encontré con qué la herida ya había sido tratada sobre mi piel y por debajo de mi camisa rota, estaba la herida envuelta en gazas de tela. 

¡Pero, ¿Qué?! ¡¿Cuando?!

Pensé exaltado y fui recogiendo, abriendo y hasta destrozando las vendas con una mano para descubrir por debajo de estas que efectivamente fui herido y si había sangre, ¡Estaba sangrado aún o no?!

— Maldición. Ese asqueroso viejo -escupí sin detenerme a maldecir.

La sangre estaba seca y herida parecía cerrada con costura y demás, ¿Qué sé yo de eso? Lo ignore y me voy poniéndome de pie, tambaleo un poco. El piso esta frio y yo descalzo, fui buscando mis zapatos y por suerte estaban a un costado, me los coloco pero en ello observe brevemente el sofá donde me había recostado antes. 

—Mmm -me incline a él y hasta tenia un olor a perfume, después me di cuenta que el olor a perfume caer era del saco, lo cogí de nuevo. Esta vez puedo ver claramente que negro, largo, grueso de tela cara y costosas costuras por dentro y fuera, ¡hasta tiene cuero blanco en el interno! También ese olor fuerte y atrayente que parecía de lencería de alguien viejo de antaño. 

Haciendo un recuento de hecho, al parecer me había pasado las horas inconsciente y en "Casa Ajena", lo coloque en regazo de mi brazo sano, cuando: 

"¿Puedes...Oírme? ¡Niño! ¡¿Estás bien?!"

Aquella voz llego a mi cabeza, en un fugaz recuerdo de ayer como si me lo leyeran al oído. No pude distinguir claramente su cara, ni lo que decía... solo veía lo mucho que me gritaba y lo preso que me sentía en los brazos ajenos, quienes me estrujaban aferrándome a la vida. 

Sin ninguna duda, mi meta era engañarlo en ese entonces para que me sacara de aquel lugar. Hubiera dicho lo que sea, pero... ¿Por qué ahora quiero vacilar? ¡No, no! ¡Debo apegarme al plan!

Me fui colocando el saco y ya viendo cómo y dónde estoy, mi plan dio resultado, ¡ciento por ciento!

— Viejo idiota, querías hacer caridad conmigo -sonreí de lado — Jum. Probaras lo caro que te puede resultar hacer eso.

Hago un mohín, jalando mas un costado de mi labio que el otro. "Ser una victima y verme humillado a pedir piedad" ¡Eso no lo permitiría mientras VIVIERA! 

Ya tenía algo importante que hacer ahora, registrando arriba y abajo esta casa. En vez de distraerme, jugar o agradecer la hospitalidad de algún extraño idiota, voy abastecerme y largarme, ¿Por qué? Pues porque tengo...

Tienes Mi Corazón (SNK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora