Capítulo 63

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—Irene...

—Alonso... Dime, ¿Qué salió?

—Hay un 99.9% de parentezco en las muestras.

—¿Eso significa qué?

—Significa que... Jane sí es tu hija.

Irene se llevó la mano izquierda y se la llevó a la boca de la impresión, las lágrimas no tardaron en salir, ya que por fín había conseguido a su hija perdida, y esa exactamente era Jane.

—¿Estás completamente seguro de que salió positivo, Alonso? —preguntó—. No quiero ilusionarme nuevamente y que resulte que no sea mi hija.

—Estoy segurísimo, Irene. Los exámenes los hicieron aquí en el laboratorio. O sea, que no puede haber sido un error, amor.

Irene sonrió nuevamente, mientras más lágrimas salían de sus ojos. Estaba feliz, completamente feliz.

[...]

Jesse aparcó el auto en la casa y se bajó de él para caminar hacia Bridgit, quien nerviosa se encontraba sentada sobre las escaleras principales.

—Pensé que ya te habrías ido —dijo Jesse.

—No, n-no me voy a ir —titubeó—. Y-yo quiero estar aquí, p-para que puedas estar complacido, como te m-mereces —trató de hacer una sonrisa pero salió una mueca.

—Muy bien, pichoncita. Así me gusta —sonrió complacido y caminó hacia ella para comenzar a besarle el cuello.

Bridgit con lágrimas en los ojos accedió a darle placer a Jesse, aunque ahora le provocaba asco estar con él.

La sirvienta escuchó toda la conversación y cuando escuchó el portazo de la puerta al cerrarse salió de esa casa con sus cosas ya en unas maletas y abandonó la casa tan rápido como pudo para así dejar atrás a Jesse.

[...]

Bianca aguardaba a las afueras de la casa Schmidt, donde esperaba con ansias la salida de Jane para poder poner su plan en marcha.

—Muy pronto nos veremos las caras, Jane Mikesmall, muy pronto sabrás quien soy yo —se dijo a sí misma en un tono amenazante.

[...]

—¡A celebrar! —gritó Pamela mientras ponía su copa llena de champaña al aire.

—Por nosotros, nuestra familia —dijo Peter.

—Por Jane —dijo Kendall alzando su copa—. La mujer más maravillosa de éste mundo.

Jane lo miró y se mordió el labio inferior. Estaba maquinando algo. Algo que definiría su relación con Kendall para siempre.

—Por Olivia y Sebastián —dijo Jane quitando la mirada de los ojos de Kendall, a lo cual él se sintió confundido—. Mis hermosos y maravillosos hijos.

Olivia se sonrojó y abrazó a su tío Paolo mientras Sebastián se encontraba en los brazos de Mario.

—Por mamá, que siempre nos ha dado todo aunque nosotros no exigíamos nada —dijo Ariana, junto con Paolo.

—Por Kendall —dijo Irene abrazada al cuello de Alonso, mientras él la miraba—. Por tener un expléndido sobrino.

—Por la señora Irene —dijo Jane alzando su copa y mirándola—. Por ser la tía ejemplar, y por ser como una madre para Kendall, y también como una segunda madre para mí.

Eso hizo tensar a Pamela ya que ella en su corazón sentía que Jane tenía una conexión gigante con Irene pero no sabía cual era. En cambio, para Irene ese comentario fue la gloria, ya que Jane la apreciaba como su segunda madre aunque no supiera que ella era su verdadera madre.

Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora