—Ese niño bonito que no rompe ni un plato. Está bien, te lo traigo en un rato pero primero tengo algo que hacer y créeme que esto es muy importante —sonrió cínicamente Jesse.
—¿Qué se supone que tienes que hacer? —preguntó la pelirroja
—Nada que te importe, Bianca.
—Me tratas así porque prefiero más a tu hermano que a tí, solamente por eso.
—Sí, claro. Sabes, si no fuera porque ahora mismo tengo a otra, te follaría hasta que quedaras loca
Patrick rodó los ojos y se dirigió al lavado a mojarse la cara. Abrió el grifo y el agua salió rápidamente, tomó un poco entre sus manos y se restregó la cara suavemente.
—¡Ya dejen de decir estupideces los dos! —masculló Patrick—. Tengo un plan para que Jane nunca vuelva a estar con Kendall, y creanme que éste hará que nunca vuelvan a estar juntos —sonrió cínicamente mientras Jesse y Bianca sonreían también.
[...]
—Tengo que salir de aquí, no puedo quedarme aquí —pensaba Jane
La puerta sonó y se abrió, era nuevamente el doctor Marcus, este traía consigo una tabla de escribir con un papel en esta.
—Buenos días, Jane. ¿Durmió bien? —preguntó Marcus.
—Sí, gracias a que usted no dejó que Bob me inyectara un tranquilizante.
—Le ordené que no lo hiciera, pero al parecer veo que no me obedeció.
—¿A que ha venido Doctor? —preguntó Jane.
—Vengo a hacerte unas preguntas y a hacerte la prueba de embarazo.
—Está bien —sonrió levemente Jane.
—Entonces, Jane. ¿En donde trabaja usted?
—No puedo recordar mucho, Doctor. Ya que antes de venir para acá me golpee la cabeza contra la acera.
—¿Por qué sucedió eso, Jane?
—Porque huía de una persona, tampoco recuerdo quien era esa persona pero sé que huía de ella.
—Interesante —anotó en su tabla Marcus—. ¿Puede recordar algo más? ¿Un número, una persona, un lugar?
—Un número, el de mi amiga Erin Sanders.
—Erin Sanders. ¿Es muy amiga suya?
—Es mi amiga desde que es la sirvienta de la casa...
Allí Jane recordó nuevamente a Sebastián, el pequeño de ojos grises y cabello rubio que siempre hacía sonreír a su madre. Aquel pequeño que tuvo en su vientre durante 9 meses y hasta ahora no lo podía recordar.
—Sebas —susurró Jane—. Sebastián.
—¿Quién es Sebastián, Jane?
—Mi hijo, mi primer hijo y...
Allí también recordó a Olivia, la pequeña castaña de ojos totalmente verdes, allí supo que también había tenido a Olivia, el mismo día que Sebastián y descifró que había tenido unos pequeños gemelos.
—Olivia, mi hija —susurró Jane mirando a Marcus—. Mis hijos, Sebas y Olivia.
—Así que, tiene dos hijos.
—Sí —sonrió Jane—. Son unos hermosos gemelos.
—¿Recuerda algo más? —preguntó Marcus.
—Recuerdo... —frunció el ceño—. Un lugar, llamado Schmidt Records, allí es donde trabaja ese chico...
Por alguna razón no podía recordar a Kendall ni a Irene, no los podía recordar por nada del mundo y si no los recordaba tendría que estar allí el resto de su vida, ya que recordar sería su salvación.
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Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]
Fanfiction¿Qué estarías dispuesto a hacer con tal de vengarte?