—¿Qué es lo que quieres hablar conmigo, Jane? —dijo tratando de acercarse pero ella se alejó.
—No, Kendall. No te acerques —dijo fría y seria—. Lo que vine a decirte es que lo nuestro se acabó.
Kendall no se esperaba eso, así que frunció el ceño y la miró confundido.
—¿A qué te refieres con que se acabó? —preguntó temiendo que se tratara de lo que él estaba pensando.
—Me refiero... a que nuestra relación se acabó, Kendall. Ya no quiero seguir contigo.
Kendall la miró atónito, no se creía lo que ella le acababa de decir.
—A ver, ¿estás hablando en serio?
—Totalmente, en serio —dijo Jane sin mostrar alguna muestra de sentimiento en su rostro.
—¿Por qué quieres hacer eso, qué he echo mal? —dijo ya a punto de que las lágrimas salieran de sus ojos—. Dímelo, Jane. ¿QUÉ DEMONIOS HE ECHO MAL?
—Lo único que haz hecho mal en esta relación, fue cuando pensaste que yo había estado con tu hermano, Jesse, cuando en realidad no fue así. Me trataste como si fuera una puta, una perra que se va con quien le ofresca lo mejor —lo miró con desaprovación—. Y escúchame, Kendall, no puedo lidiar con alguien que ni siquiera se digna a escucharme.
—Te entiendo muy bien, Jane. Pero no puedes hacerme esto, no es justo —dijo Kendall.
—¿No es justo? —rió sarcásticamente—. Entonces ¿Piensas que fué justo no escucharme cuando yo aparecí después de estar encerrada en un maldito manicomio por culpa de Patrick o Ian?, que más da como se llame. El punto es que no confiaste en mí, confiaste más en una escena que quien sabe si fue una trampa para que te enojaras conmigo.
—Lo lamento, Jane —se arrodilló con lágrimas en los ojos—. Perdóname, por no haberte creído, pero es que los celos me invadieron, no podía escuchar a nadie, no fue mi culpa.
—Lo siento, Kendall. Pero esto no lo voy a perdonar —lo miró—. Jamás te perdonaré que me hayas creido capaz de serte infiel.
Dijo y finalmente giró sobre sus talones y subió las escaleras para entrar en la habitación donde se encontraban los gemelos y la familia Henderson-Mikesmall.
—¿Qué sucedió allá abajo, hija? —preguntó Pamela.
—Sucedió, mamá, que terminé con Kendall, para siempre.
[...]
—Allá adentro se ve que hay una discusión muy fuerte, ¿No crees? —preguntó Alex a Niall.
—Sí, se nota que Jane está muy molesta —dijo y miró hacia la calle pero entre los arbustos vio una silueta, y el cabello dorado de una mujer—. ¿Quién está allá?
Alex miró hacia donde estaba mirando Niall y vio como la mujer salía corriendo de su escondite hacia la derecha, bajando por la calle hasta perderse por un callejón.
—No lo sé, pero se fue. Eso fue muy sospechoso ¿No te parece?
—Demasiado, diría yo —Niall miró a Alex—. Será mejor que investiguemos quien está planeando hacer algo en contra de Kendall, o peor en contra de Jane.
[...]
Kendall destrozado por el rompimiento con Jane, decidió subir con las lágrimas en los ojos y encerrarse en su habitación, quitarse la ropa completamente y darse una ducha para poder gritar y llorar sin que nadie lo viera ni lo escuchara.
—¡MALDITO, MALDITO, MALDITO! ¡¿POR QUÉ TUVE QUE SER TAN ESTÚPIDO COMO PARA NO CREERLE?! —se gritó a sí mismo y se recostó sobre las baldosas blancas de la pared para así dejarse caer hacia el piso y continuar sollozando.
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Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]
Fanfiction¿Qué estarías dispuesto a hacer con tal de vengarte?