Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]

Capítulo 40

República Dominicana

—No puedo creer que mi padre no me deje ir a Estados Unidos porque tiene miedo de no se que cosa —se cruzó de brazos y preparó sus maletas porque ella tenía planeado irse CON o SIN el permiso de su padre—. Lo siento papá pero esto es importante para mí.

[...]

—Necesito llamar a Kendall, debemos fijar el lugar donde nos reuniremos —dijo James

—Si, ahora no se donde me quedaré.. Creo que en un hotel —sonrió levemente Sorena

—No, de ninguna manera dejaré que estés sola en un hotel. Tú te vienes conmigo —dijo firme

—Ay está bien chico mandón —rodeó los ojos

—Si, si, algún día me lo agradecerás —sonrió

—Ya que, vámonos —Sorena tomó el brazo de James y ambos caminaron con destino a la casa de James.

[...]

—Kendall despierta —Dijo Jane moviendo a su novio.

—No, quedémonos un rato más así —balbuceó Kendall

—¡Mami, Papi! despierten —Olivia saltó sobre ellos mientras ellos gritaban por los saltos

—¿Por que está tan feliz nuestra nenita? —preguntó Kendall levantándose

—¿No se acuerdan que día es hoy? —bajó su mirada triste

—¿Cómo no acordarnos que hoy es el día en que vinieron ustedes al mundo? —Jane la miró y la pequeña subió rápidamente su cara sonriendo porque sus padres no había olvidado el día de su cumpleaños.

—Pensaba que lo habían olvidado —la abrazó

—Nunca olvidaríamos el día que ustedes aparecieron en nuestras vidas —Kendall se levantó y la abrazó—. Por cierto, ¿donde está tu hermano?

—Está yendo a la habitación del tío Logan y la tía Erin —sonrió malévolamente

—¿Que trama el pequeño Schmidt, jovencita? —preguntó Jane

Olivia sonrió.

[...]

—¿Donde jodidos estabas? Te llamé miles de veces y contestabas tu maldito teléfono —gritó Patrick

—Estaba en el hospital con mi novia, ayer fue atropellada por un auto y casi queda sin vida —Niall lo miró con una mirada fría.

—No me interesa lo que le pase a tu maldita novia, lo que me interesa es saber que pasó con Kendall y Jane —masculló el castaño.

—¿Sabes que? ¡YA ME ARTÉ! Me arté de tus insultos y tus malditos mandados, yo ya estoy fuera de todo esto. No los ayudaré más con este maldito plan —iba a salir por la puerta pero el sonido de un gatillo se escuchó y Niall quedó totalmente helado.

—No creo que eso sea una opción —Niall se volvió hacia Patrick y este efectivamente le estaba apuntando con una pistola justamente para dispararle en la frente—. De aquí tu no sales hasta que me digas exactamente lo que pasó en ese hospital.

Niall tragó saliva.

[...]

—¿Va sola o está acompañada? —preguntó la chica que vendía los boletos de viaje

—Sola, quiero uno hacia California —dijo la chica castaña con destellos rojos que hacía ver lo hermoso que era su cabello.

—Con gusto —dijo la chica detrás del vidrio.