Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]

Capítulo 70

—¿Bridgit?

—Jane, tienes que salir de aquí. Jesse está tramando algo y puede que esté por aquí ahora mis... —sus palabras fueron interrumpidas por un golpe del sujeto en su rostro, Bridgit cayó desmayada sobre el césped y Jane dio un traspié. El sujeto se dejó ver mientras Jane tragaba saliva asustada.

—Jesse...

Jane trató de correr hacia las escaleras pero Jesse la tomó del cuello y con el mismo trapo blanco le tapó las fosas nasales y Jane cayó desmayada sobre sus brazos por los efectos del cloroformo.

—Ahora ambas serán mías, y nadie podrá hacer nada para impedírmelo.

Logró llevar a Jane hacia el auto y encerrarla en el asiento trasero al igual que Bridgit, que también seguía desmayada por el golpe. Jesse abrió las puerta del coche sonrió satisfecho por su trabajo y arrancó llevándose a ambas, sin percatarse de que Sebastián y Olivia habían visto absolutamente todo.

[...]

—¿Cómo está Logan, doctor? —preguntó Erin al ver que el doctor se acercaba hacia ellos.

—Salió bien de la operación, pero tendrá que estar en revisión durante unos días. Extraímos la bala a tiempo, aunque perdió sangre pudimos salvarle la vida.

Aquellas palabras fueron la gloria para Erin, suspiró y asintió rápidamente para después dejar que el doctor se fuera hacia la recepción.

—¡Está vivo! —gritó en un susurro y abrazó a Sorena con lágrimas en los ojos.

—Te lo dijimos, Erin. Todo iba a salir bien —dijo Alex mientras se levantaba del asiento.

—Gracias por estar ahí cuando más los necesité, chicos.

[...]

 Cuando por fin Kendall pudo llegar a su casa después de un largo recorrido por las constantes paradas del bus se fijó en la puerta de la casa, que estaba abierta. Frunció el ceño y se preguntó qué hacía abierta si siempre estaba cerrada o cuando estaba abierta había alguien allí.

—¿Qué hace la puerta abierta? Sebastián y Olivia no están afuera y Jane no está en la puerta —Kendall pensó lo peor que pudo haberse imaginado y corrió dentro de la casa, gritó el nombre de su amada pero no respondió.

Kendall corrió hacia la cocina para encontrarse con Sergimer levantándose del suelo mareada por los efectos del cloroformo y al ver que Kendall estaba allí tragó saliva.

—¿Qué pasó? —preguntó Kendall rápidamente mientras la ayudaba a levantarse.

—No lo sé. Yo trataba de ayudar a Niall porque él estaba en el suelo pero alguien me tapó la boca con una porquería y me desmayé —lo miró—. Kendall, creo que secuestraron a Jane.

—No...

—Si Zayn está aquí debió dejarla sola y esa persona la secuestró —dijo Sergimer levantándose junto con Kendall—. La secuestraron Kendall.

—Pero ¿quién podría secuestrarla? Ya nadie puede hacernos daño.

—Tú lo hiciste, papá —dijo la pequeña voz de Olivia al entrar en la cocina.

—¿De qué hablas, princesa? —Kendall se volvió hacia Olivia.

—Tú te llevaste a mamá, le pusiste algo en la boca y ella se quedó dormida. Y también a la tía Bridgit, la golpeaste en la cara y se quedó dormida enseguida —dijo inocentemente mientras Kendall comenzaba a encajar las piezas del rompecabeza en su mente.

—No fuí yo —miró a Sergimer—. Fue Jesse, mi hermano gemelo.

—¿Tienes un hermano gemelo? ¿Por qué rayos no lo dijiste antes? —lo reprendió Sergimer.