Capítulo 66

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—¿Cómo sabes que no te está diciendo una mentira?

—Porque pude sentir su honestidad, Alonso. Pude sentir que cuando me decía eso se sentía libre de toda culpa.

—Entonces ¿qué haremos? —preguntó Alonso.

—Lo primero que haré es ir con Peter, contarle sobre lo que Jesse y hacer que pague por todo el mal que ha hecho.

Jane: 

Las pequeñas caricias de Kendall me despertaron, me sentía feliz, porque todo estaba más que bien. Sonreí y sentí los labios de Kendall recorrer un camino desde mis hombros hacia mi mejilla.

—Hola —me dijo con una voz ronca y sensual, como siempre se escuchaba cuando despertabamos después de hacer el amor—. ¿Cómo te sientes?

—Algo cansada, creo. Necesito levantarme, tengo que hacerte el desayuno —dije levantándome de la cama pero después me di cuenta que en la pequeña mesita de noche de Kendall estaba un plato de comida, eso me indicaba que él ya había comido.

—No te preocupes por eso, cuando desperté me lo preparé yo mismo.

Sonreí. Nunca antes había echo eso.

—¿Desde cuándo tanta consideración conmigo, señor Schmidt? —le pregunté juguetona.

—Desde que me hiciste el hombre más feliz al darme mi tercer hijo, mi vida.  —me dice mientras me da un beso en los labios.

El beso es interrumpido por el sonido de la puerta que nos hace saltar a ambos y me doy cuenta que estoy desnuda, así que tomo mi sujetador —que estaba en el suelo—  y me lo coloco. Me tapo completamente con las frazadas y al momento en que la puerta se abre me hago la dormida, ya que no quería que me descubrieran.

—Hola, Kendall. ¿Jane está despierta? —dice una voz femenina, la reconozco. Mi madre.

—No, sigue durmiendo.

—Es mejor que duerma, eso le hace bien al bebé —dice y finalmente cierra la puerta.

—El bebé —suspira Kendall—. Estoy entusiasmado, mi vida. No sé que será.

—Yo tampoco —le sonrío y me quedo mirando sus hermosos ojos verdes—. ¿Estás feliz?

—¿Feliz? Más que eso. No encuentro como explicar lo que siento ahora mismo —me sonríe y se inclina para besarme la nariz.

Narrador: 

Niall salió junto con Alex del apartamento, mientras se dirigían hacia la casa de Jane. Al llegar allá, Niall pudo ver que otra vez ahí estaba la mujer que él había visto antes con Alex, así que se acercó a ella con precaución y le tapó la boca con su mano pero la mujer luchó contra él y lo golpeó en el estómago.

—¿Quién eres? —gritó Niall y la mujer se giró dejando al descubierto su identidad—. Bianca...

[...]

Irene y Alonso se detuvieron en la estación de policía, ambos caminaron con nerviosismo y entraron en la locación. Tras una pequeña plática dejaron entrar a Irene con Peter, y ella le contó todo a él.

—Es un maldito desgraciado, ¿Cómo pudo matar a su propio amigo? —se preguntó Peter mientras se levantaba eufórico—. Él se merece más que estar en la cárcel, se merece que le hagan lo mismo que le hizo a Esteban.

—Pero no quiero eso, pues por más que sea un asesino también es mi sobrino y no quiero que algo así le pase —Peter se tranquilizó y se sentó nuevamente en su asiento—. Entonces, ¿Ya sabes qué es lo que vas a hacer?

Los Gemelos | Kendall Schmidt. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora