Epílogo.

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Las exequias de Nahalie fueron privadas.
No más de 30 personas entre amigos y colaboradores se la marca Agreste que la conocian.

El regreso de Emilie había sido tema de controversia en la prensa, pero Gabriel logró que la historia de un accidente y años en coma fuera finalmente aceptado como la versión final y ya nadie volvió a preguntar.

Adrien y Marinette estuvieron toda la ceremonia juntos. Kagami se les acercó para saludar y dar el pésame, todo muy tranquilo y correcto.

-voy a extrañarla muchísimo.- dijo Adrien emocionado.
Marinette asintió. Lo poco que trató con ella pudo comprobar que bajo su serio semblante y aparente frialdad era una mujer motivada por el amor.

Le costó entender y aceptar su muerte, si Emilie sólo había estado en coma 2 años, porque ella no lo había logrado? El Maestro Fu fue la clave para entender. Cuando Emilie cayó enferma producto del Miraculous dañado, gozaba de buena salud, no así Nathalie, que se había expuesto mucho más y de forma progresiva, hasta usar el poder absoluto. Simplemente su cuerpo no pudo resistir.

Gabriel Agreste vivía entre la luz y la sombra. Su conciencia no lo dejaba en paz, tenía lo que quería, pero a costa de tanto daño, tanto dolor y pérdida que no se sentía digno de disfrutar de esa aparente felicidad.

Emilie entendió eso el primer día en casa. Su amado esposo se había dejado llevar por el dolor y desesperación, con el único fin del poder absoluto, sin querer fijarse en el daño que dejaba a su paso. Se sintió culpable, ella había sido la imprudente, debió cerrar la caja del Miraculous en vez de usarlo pese al mal presentimiento. Amaba a su esposo y a su hijo, pero no sabía si al punto de llevar a cabo la empresa de su esposo por los Miraculous, pero aun así la conmovia su tenacidad, y que al final logrará traerla de vuelta.

Por eso le dolía que él se mantuviera distante y triste. Sí así sería su vida desde ese momento, realmente no sería feliz.

- Adrien, hijo, estás aquí?- golpeo con cautela a la puerta de su hijo.

Segundos después la puerta se abrió.
- Mamá?-
Su hijo la miraba intrigado.
- Amor, necesito ayuda.-
- Claro madre, lo que necesites.-
- Podrías averiguar sobre el guardián de los Miraculous? Necesito hablar con él.- dijo decidida.

Adrien la miró impactado. No sabía que tanto sabía su madre ni que tanto podría él mencionar al respecto, por lo que buscó las palabras correctas.

- Bueno...este... Si veo a alguno de los portadores, le daré tu recado, haré lo posible. Una amiga administra el Ladyblog y es probable que le sea más fácil que a mí dar con Ladybug.- contestó.

- En serio? Mmmm no sé porqué en un momento creí que tu mismo podrías llevarme con él...- su expresión se hizo confusa. Quizá había sido un sueño, pero tuvo la impresión que su hijo era portador de uno de los Miraculous, pero ahora que lo pensaba, todos sus recuerdos estaban en penumbra.

- Lo siento hijo, me confundí...todo ése día en el sótano, se me hace confuso.-
- No te preocupes mamá, entiendo.-

Emilie miró a su hijo y noto sus ojos enrojecidos.
- La extrañas mucho no?- dijo a la vez que le acariciaba el flequillo.
- Sí... Ella fue muy buena conmigo...fue la responsable de que pueda asistir a la Escuela y tener amigos... No era muy cariñosa, pero sí muy preocupada. Me duele pensar que ...que ya no la vere más.-

Emilie abrazó a su hijo y lo acuno con amor. Ambos entraron a la habitación del joven y ella lo acurruco a su lado en el sillon blanco y lo dejó vaciar su pecho del dolor de la pérdida de Nathalie.

1 semana después.

- Señora Agreste, es un honor verla.-

- Igualmente. Es usted el Maestro no? Lamento mucho todos los problemas que mi Gabriel provocó por mi causa. Aquí la mayor responsable fui yo, él sólo no supo buscar ayuda y se obsesiono con el poder absoluto. Perdimos a Nathalie y ahora, aunque desperté de ese tremendo sueño, no sé como retomar mi vida... Duusuu está bien?.-

El Reto de Plagg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora