Un empujoncito.

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Adrien golpeo suavemente la puerta de la habitación de Marinette.

-Pasé- se escuchó y tomando un hondo respiro, abrió y se introdujo lentamente a la habitación.

Marinette estaba tendida en el sofá rosa, sujetando su cabeza con los ojos cerrados y una delgada manta sobre las piernas.

-mama?- preguntó.

-emm no, soy yo..- 

Marinette se sobresalto y casi cae del sillón, pero Adrien la sujeto.

-Adrien..- sus miradas se encontraron y quedaron perdidos el uno en el otro, hasta que ella rompió el encanto mirando hacia el piso.

-Marinette, estás bien?-preguntó el joven Agreste.

-Creo que aun estoy un poco afectada por el aturdimiento y la caída...solo eso- contesto la azabache.

-Marinette, necesitamos hablar... de lo que pasó en la biblioteca... de todo en realidad.- 

Marinette suspiró, pero luego tomo aire y preguntó.

-Por qué lo hiciste?- 

Adrien la miró desconcertado -A qué te refieres?..- 

Marinette lo miró de reojo, para luego mirar su entorno, escudriñando por algo...

-Plagg, contéstame. Por qué lo hiciste?- insistió la chica.

-Conoces a Plagg...de veras...- 

Plagg misteriosamente dormía más profundo que nunca en el bolsillo interior de la camisa de su portador, pero al notar que su treta no duraría, salio a dar la cara.

- lo hice por ayudar- dijo Plagg simplemente.

-Ayudar?- preguntó ella realmente intrigada.

-ustedes son tan densos en su cuadrado amoroso, que sólo quise dar una patita- 

-ya veo... y con qué chantajeaste a Adrien?- lo miró a los ojos, sin reproches ni rencor, nuevamente sólo curiosidad.

Plagg sentía que se encogía ante la mirada azul de la chica.

-Con el Plaggo...un queso añejado de olor muy intenso que provoca que éste pobre ser sin paladar ni olfato ante un manajar así, se sienta enfermo...- contestó.

Tikki escuchaba todo atenta y sorprendida, Plagg no solía responder cuando era cuestionado así, solía culpar a otros o evadir cualquier tipo de interrogatorio. 

-ohh...- 

-Marinette, quieres hablar conmigo?- preguntó Adrien.

-No en realidad.- contestó ella, aun manteniendo un tono ausente, como si algo en ella no estuviera en ese momento entre ellos.

-Marinette, por favor, yo sí quiero y necesito hablar.- insistió.

-no estoy con ánimos ahora, de confirmar, tal y como te mencione tantas veces, estas embelesado con una mascara, pero sólo con eso, no con la persona bajo ella, y que yo misma estaba igual ante tu forma civil, sin imaginar jamas que tu versión desenmascarada era la falsa...que tu esencia es el coqueto, bromista y exasperarte Chat Noir, no, realmente no quiero hablar de como nos herimos mutuamente ni menos, jugaste conmigo por instancias de Plagg...aunque, te agradezco que pese a ilusionarme unos días, fueras claro al expresar que solo somos y seremos amigos, ya que quien soy realmente nunca te inspiró ni el más mínimo interés romántico, y me ahorraras 12 días de castillos en el aire, NO GRACIAS, no quiero hablar de eso, pero no porque este enojada contigo, si no que...estamos igual de mal con respecto al otro- 

El Reto de Plagg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora