El Reto de Plagg.

Emilie

Sujetó con fuerzas el libro contra su pecho, necesitaba aferrarse a algo para contener la enorme racha de energía que la envolvía.

Abrió los ojos lentamente y se encontró en un lugar blanco y radiante, no había nada, sólo ella y el libro pegado a su pecho.

La claridad de a poco se disipo y pudo diferenciar los contornos de lo que imaginó, sería una montaña o tierra elevada, podia ver la claridad del sol, pero no su calor, lo que la extrañó. Miró hacía arriba y pudo notar lo cerca que se veían las constelaciones. Incluso pensó que estando levemente más elevada hasta podría tocar las estrellas...aunque eso luego le pareció tonto.

-Nathalie.-
La suave voz la hizo ponerse alerta.
-Nathalie, estás segura de tu deseo? Entiendes que debes pagar en nombre del balance del universo?-

- Yo! Sí, estoy segura de mi deseo, pero no entiendo. Tengo los Miraculous, con ellos se paga la deuda no?-

-Las cosas no son tan fáciles. Los Miraculous unidos de la creación y destrucción te dan la posibilidad de desear algo, pero para obtener ese algo, debes pagar el precio, el universo necesita de balance, de equidad. Si pides riqueza, alguien perderá la suya, si pides amor, alguien perderá el suyo. Esas son las reglas. Estás dispuesto a pagar?-

Nathalie titubeo. Ella quería que Gabriel y Adrien recuperaran a Emily...pero eso significaba que alguien más, otra familia perdieran a su madre y esposa.
Estaba dispuesta a eso? Podría vivir con ella misma de hacerlo? ...o tan sólo podría seguir reprimiendo su amor a Gabriel con Emilie nuevamente en su vida, ya no sólo como un cuerpo semi inerte en el sotano?

Se sentía abatida. Emilie tenía todo lo que ella no sabía que quería, hasta descubrir el secreto de Gabriel, emocionarse con su constante búsqueda por hacerla volver, ese no darse por vencido al punto de llegar a ser un villano con tal de poder usar la magia de los miraculous.
Adrien a su vez era un gran chico, pese a sus limitaciones y estricta vida, nunca le negaba una sonrisa a nadie. Era el hijo que ella nunca supo que quería, pero hoy amaba y sólo anhelaba verlo feliz...y esa felicidad dependía de su deseo, de recuperar a su madre.

Una lágrima rodo por su mejilla.
Tenía dos opciones, y ambas se resumian a lo mismo: pedir estar en su lugar.

O intercambiarse y vivir como esposa y madre de Adrien, o devolverles a Emilie y caer ella en ese sueño eterno quizá, sin retorno.

Lloró un poco más antes de tomar su decisión y formular su deseo.

Una luz nuevamente la cego, y de ella lentamente se formó una silueta, una mirada esmeralda la miraba con estupor.

- Emilie!- las palabras salieron de su pecho como un leve desgarro.
- Nathalie?- preguntó la mencionada.
-Qué es este lugar? Dónde está Gabriel? Y Adrien?.-

- Es... una larga historia...para empezar, llevas dormida 2 años.-

De la luz que cego a todos un breve instante también se emitió una carga de energía que hizo que todo en la bodega vibrara, Carapace se acercó a su equipo de héroes y uso protección como precaución, lo que fue una buena decisión, ya que trozos del techo se destrendieron y la onda expansiva se hizo más violenta, dejando fuera de combate a akumatizados y civiles controlados.

- Qué está pasando?- preguntó Queen Bee.
- Ella...ella pidió el deseo.- contestó Multimause.

Viperion miraba completamente consternado. Eso no podía ser bueno.

Los 5 chicos se miraron sin saber que decir. Habían fallado. Ladybug y Chat Noir posiblemente nunca más volverían.

Multimause en silencio dejaba caer sus lágrimas...Tikki.

-Nathalie no entiendo de lo que hablas.- Emilie la miraba como si quisiera creer que todo eso era una broma.
- Lo que escuchas Emilie, tras usar esa joya que trajeron del Tibet, caiste en una especie de coma, pero todo fue muy extraño. El broche de corbata de Gabriel también resultó ser una joya mágica, y la criatura que de ella salió nos explicó algunas cosas. Te hemos mantenido en el sótano todo este tiempo esperando despertarte de la misma manera en la que caiste en coma; con la magia de un miraculous. Y hoy lo logré. Lo logramos. Pero...ahora todo se pone difícil. Debí formular mi deseo...y verás...durante estos dos años yo...yo me enamoré de Gabriel.-

Emilie miró a Nathalie azorada. Si era una broma era una de muy mal gusto. Pero luego miró donde se encontraban. No era un lugar en la tierra, estaban demasisdo cerca del firmamento, más que atardecer, podía divisar a las espaldas de Nathalie una nebulosa.
Todo era un sueño muy extraño...pero no...en el fondo sabía que no lo era.

Estaba en un lugar mágico, bastaba tan sólo mirar en su rededor, y su imaginación hace tiempo nonera tan fructifica como para imaginar algo Asi...Y la asistente de Gabriel, a quien consideraba una amiga le decía que llevaba dos años en coma y se había enamorado de su esposo. Sintió un escalofrío al recordar el deseo.

- Y qué fue lo que deseaste?- preguntó con temor.

Nathalie sólo suspiró. Necesitaba calmarse antes de explicar todo lo que necesitaba explicar y no quería que por divagar el tiempo se lo impidiera.

-No te angusties, ten fe, recuperemos los Miraculous, sólo debemos estar atentos a que lo que pase.- Viperion le susurró a Multimause apoyando su mano derecha en su hombro.
-Tu siempre has sido mi fortaleza, permiteme a mí serlo hoy para ti.- le terminó de susurrar al oido.
Multimouse sonrio y lo abrazó.
Su Chaton, su amado Adrien era quien debería estar más abatido, pero en vez de eso, ahí estaba apoyandola. Se sintió débil y egoista por preocuparlo.

- hey chico reptil! Mi transformación está por acabar. Tienes algo para mi kwami?- preguntó Carapace rompiendo ese momento de la pareja.

- Claro! Barritas de cereal de frutas a su servicio.- contestó el aludido entregando una de ellas al joven.

- Voy contigo!- aviso Rena Rouge que también estaba por perder su poder.
Se alejaron a un rincón y los otros 3 prometieron no mirar, para respetar su identidad secreta. Luego fue el turno de Miltimause.

Justo cuándo volvia a reunirse con los otros 4, la luz y bola de energía comenzó a desaparecer.

Los 5 héroes lentamente se fueron acercando, notando que mientras lo hacían, los civiles y akumatizados dejaban de estarlo, y Le contrôleur dejaba de ser el líder de la defensa de Black Butterfly y volvió a ser Gabriel Agreste, que al reaccionar, se incorporó angustiado y corrió hacía donde estaba la isla de follaje.

Viperion lo notó y lo detuvo.
- Es peligroso! Nosotros nos encargaremos!.- dijo severamente.

Gabriel peatañeo molesto. Pero decidió obedecer, al menos esa indicación.

Su mirada se dirigió a donde la liz poco a poco dejaba de ser tam brillante. Acaso Nathalie lo había logrado?? Había ya pedido el deseo que él tanto había añorado esos dos años??

-Lo lamento tanto...no imaginé que por mi curiosidad todo terminará así, pero no hay otra solución? No quiero esto, Nathalie, estás segura? Nathalie por favor te lo ruego!! No hay nada más que hacer??-

Pero no tuvo respuesta, todo lo que estaba a su al rededor comenzaba a desaparecer, Emilie en un último intento, se aferró a Nathalie.

- No por favor!! No lo hagas!! No lo merezco!!- pero nuevamente sólo el silencio fue su respuesta.

Y ya no estaba en ese limbo tan cercano a las vistas del universo, estaba en el sotano, pero apenas vio. Sus ojos se cerraron y cayó de rodillas antes de quedar tendida en el frio suelo.