Aquella rubia

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Pov Lissan

Me encuentro caminando por los pasillos de mi instituto, el Instituto Fairy tail. Un instintuto en el cual a las Omegas se nos es permitido estudiar las mismas cosas que a los betas y a los Alphas ¡Este lugar es increíble!

Bueno, yo soy una chica de pelo blanco y ojos de color celestes, mi piel es bastante clara, casi totalmente blanca. Llevo mi traje escolar y mi mochila de color negro y azul con distintos pines de animales como los de un pajaro, un gato, un pollo ...

 Llevo mi traje escolar y mi mochila de color negro y azul con distintos pines de animales como los de un pajaro, un gato, un pollo

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Con mi mano derecha retiré la manga de la chaqueta de mi traje y miré el reloj, son las 13:20, mierda, llego tarde.
Cogí una de las coreas de mi mochila y salí corriendo en busca de mis amigas.

Cuando bajé por las escaleras sentí como una mano me agarraba el brazo y me arrastraba para atrás de manera violenta causando que me callera de culo en el frío marmol del suelo.
Cerré mis ojos por el dolor y solté un leve gemido de dolor. Abrí mis ojos levemente encontrándome con una cabellera rubia y ojos rojos que me apreciaban con cierta locura.

- Mira que tenemos aquí, una débil e indefensa Omega - dijo de manera burlona caminando hacia donde yo me encontraba

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- Mira que tenemos aquí, una débil e indefensa Omega - dijo de manera burlona caminando hacia donde yo me encontraba. Usé mis manos para arrastrarme por el suelo hasta que choque contra algo metálico, seguramente una de las taquillas que se encontraba allí - Como siempre sumisa, así me gusta - cerré los ojos con fuerza mientras pequeñas lágrimas comenzaban a salir de mis ojos y mi nariz comenzó a moquear levemente. A esto se refería Mira-nee cuando me advertía para que tuviera cuidado con los Alphas. Por favor, Natsu ven a salvarme. No quiero, no quiero ¡No quiero perder la Virginidad!

Sentí como las manos de Zancrow comenzaba a pasar sus manos por mis muslos. Abrí la boca tratando de gritar pero lo único que salió de mi boca fue un poco audible quejido de incomodidad.

- ¿Pero que? ¡Agh! - escuché pronunciar a ese maldito violador seguido de un gemido de dolor. Cerré mas fuerte los ojos esperando un golpe o cualquier toque indebido.

Nada.

Abrí con temor uno de mis ojos para después abrirlos de par en par. A mi derecha se encontraba ese asqueroso rubio con su cara pegada contra una de las taquillas y con los brazos inmovilizados por alguien. Parece que le duele ta que no para de quejarse.

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