Me has salvado

1.8K 151 16
                                    

Pov Natsu

- Demonios - maldeci. No puedo dejar a Lucy así. Apreté mis dientes con fuerza y no lo dude ni un momento y me tiré al agua con cuidado de no golpearme o algo así.

Menos mal que el río es profundo. Abrí los ojos debajo del agua encontrandome con una imagen que me aterró. Lucy no se movía para nada tan solo estaba debajo del agua con su pelo flotando al rededor de su cabeza. Un poco de sangre sale de su nuca haciendo que un gran dolor apareciera en mi pecho. Duele.

Sus ojos están cerrados mientras que desde su boca entre abierta salían una pequeñas burbujitas.

Sus ojos están cerrados mientras que desde su boca entre abierta salían una pequeñas burbujitas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nade con intención de acercarme a ella estendiendo mi mano tratando de alcanzarla. Al final yo conseguí coger su muñeca y acercarla a mí. Sujete su cintura con mi brazo y comencé a nadar hacia arriba.

Cuando ya al fin saqué mi cabeza del agua cogí una gran bocanada de aire para después toser un poco. Giré mi cabeza para ver a Lucy la cual tenía su cabeza baja, parecía no reaccionar a nada.

Demonios el agua nos está arrastrando a ambo y tenemos que salir de alguna manera. Mire hacia los lados y pude observar una rama lo bastante larga y estiré mi brazo con intención de cogerla.

Lo conseguí, conseguí coger la rama y ejerciendo un poco de fuerza para acercarme a la orilla.

Cuando al fin llegué a tierra estaba exhausto. La fuerza del río era demasiado, joder me ha costado horrores llegar hasta aquí.

Ahora me encuentro de rodillas encima de un verde cesped respirando de manera agitada sintiendo cómo las gotas de agua caían por mi cuerpo. Genial, ahora estoy empapado.

Giré a ver hacia la derecha y Lucy estaba tumbada al lado mío en el cesped con sus ojos cerrados y mechones de su pelo empapado cayendo sobre su rostro. Parece dormida.

- ¿Luce? - pregunté colocando mi mano en su hombro y zarandeandola levemente. Ella no reaccionaba - ¡Luce! - grité su nombre alterado. Giré mi cabeza para verla y me acerque un poco más a ella.

Me senté al lado de ella y la tumbe boca arriba ladeando su cabeza hacia la derecha para que no se tragara la lengua por accidente. Coloqué mi mano sobre el lado izquierdo de su pecho y lo escuché. Sus latidos eran lentos, extremadamente lentos para un humano.

Abrí mis ojos cómo platos y quité mi cabeza de su pecho, abrí los ojos cómo platos totalmente horrorizado. Mordi mi labio inferior con impotencia y frunci mi ceño.

¡Está muriendo! ¡Hay que salvarla!

Gritaba mi lobo interno yo chasque la lengua y decidí hacer algo para salvarla. Me coloqué de rodillas al lado de ella y coloqué mis pulgares sobre su boca separando sus labios. Respire y saqué todo el oxígeno de mis pulmones para después juntar rápidamente nuestras bocas haciendo un boca a boca.

Una Omega diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora