Maratón 4/6

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Pov Lucy

Corrí, corrí y corrí ¿Por que? ¿Por que demonios le he correspondido? ¿Por que demonios mi cuerpo reaccionaba a su tacto? ¿Por que me me ha gustado? ¿Por que quiero volver a sentir sus labios contra los míos?

¡Que demonios me pasa!

El es nuestro predestinado

Escuché como la voz de mi loba interior interrumpía mis pensamientos. Salté un tronco que allí había, me estoy adentrando al bosque, cada vez me queda menos para llegar allí. Apreté mis puños con fuerza. ¡Callate! ¿Por que mi loba me lo dice?

Por mucho que quieras que me calle no te servirá de nada, el seguirá siendo tu predestinado te guste o no.

¡Se supone que res salvaje! ¿Por que demonios no estas en contra de todo esto? Solté un leve gruñido, miré al cielo y me encontré con que el sol ya se estaba poniendo. Tengo que darme prisa si no la luna saldrá, joder, ¿Por que tiene que ser luna llena?
Justo debajo de mis pies una pequeña cuesta hacia abajo se veía. Con agilidad bajé sin mancharme demasiado. Al llegar abajo me encontré con el frío cemento de la carretera.

Crucé la puerta y me encontré con un conjunto de casas, la mayoría son de color blanco con los techos de color rojo. Sonreí, me fijé en los número que se encontraban encima de las puertas y busqué aquél numero, el numero 14.
Corrí y llegué hasta estar justo en frente de la casa propietaria de aquél numero. Alce mi mano y cerré mi puño para después pegar fuertemente la puerta de la casa.

- ¡Virgo! ¡Loki! ¡Abrid por favor! - pedí a gritos pegando fuertes golpes contra la madera de la puerta. Escuché como unos paso se acercaban a la puerta. Dejé de golpear la puerta y di un paso para atras, miré de reojo al sol el cual ya casi estaba total me oscuro. Mierda.

La puerta se abrió dejando ver a mi amiga de pelo rosado con ojos azules vestida de maid, esto ya ni me extraña - ¿sucede algo hime? - me preguntó, yo solo asentí y me metí dentro de su casa sin previo aviso.

La puerta se abrió dejando ver a mi amiga de pelo rosado con ojos azules vestida de maid, esto ya ni me extraña - ¿sucede algo hime? - me preguntó, yo solo asentí y me metí dentro de su casa sin previo aviso

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- Lo siento Virgo, pero necesito tu ayuda - pedí de manera apresurada cerrando la puerta de un portazo detras de mí. Apoyé mi cuerpo contra la puerta dejándome caer hasta llegar al celo. Apoyé mi mano en el suelo entre mis dos piernas tratando de disimular el sonrojo que traía desde que salí corriendo de casa de Natsu. Mi pecho subía y bajaba a causa de la maratón que había corrido para llegar hasta la casa de Virgo.

- ¿Que le ha sucedido Hime? - me preguntó ella colocándose de cuclillas justo en frente mío. Ella colocó su mano en mi mejilla y la acarició levemente con su pulgar.

- He encontrado mi predestinado y cada vez que lo veo sufro de celo precoz - confesé con mi mirada apenada mientras que mi labio inferior temblaba levemente a causa de mi miedo. El celo precoz ocurre cuando tu pareja destinada te produce el celo antes de tiempo sin tener que interferir en el celo común.

- Hime usted no es la culpable de nada - le quitó importancia Virgo abrazando mi cabeza entre sus brazos con fuerza, yo simplemente baje la cabeza apenada.

- hoy ahí luna llena - afirme. Ella solo asintió con la cabeza y acarició la parte de atrás de mi cabeza cariño - necesito un supresor, no quiero sentirme así - me revolví en el sitio por la incomodidad que sentía en aquel momento, odio sentirme así.

Solo te sientes bien si estás al lado de nuestro Alpha.

Habló mi loba interior, ya debe de estar saliendo la luna - Hime, a usted los supresores le sientan horribles, no debería usarlos, sobre todo en luna llena - los colmillos comenzaron a salir de mi boca causando que la abriera levemente. Levanté la cabeza y mire de manera suplicante a mi amiga entre cerrando los ojos.

- por favor Virgo, sabes que para mi el celo es diferente y no quiero volverme así de violenta, no estáis preparados - pedí con mis ojos cristalizados. Unas orejas de lobo comenzaron a salir de mi cabeza mientras que una cola salía de mi parte trasera la cual se mantenía apoyado en el suelo. Mis orejas estaban caidas y mis ojos los cuales se volvían de una azul eléctrico el cual casi carecía de brillo.

- Esta bien hi - antes de que la chica pudiera seguir hablando el crujir de las escaleras de madera nos interrumpió.

- ¿Lucy? - me preguntó Loki obviamente confuso. El sabía que las noches de luna llena yo conseguía distintas características de lobo, pero nunca me había visto así, solo Virgo y Acuario - ¿Estás sonrojada? - me preguntó sorprendido. Virgo cogió con fuerza mi mano y me llevó a rastras hasta su habitación cerrando la puerta con llave. Ella me obligó a sentarme en la cama.

Se fue un momento hacia el baño de mientras que yo no paraba de recordar aquél beso, coloqué la punta de mis dedos encima de mis labios recordando aquel dulce sabor. Inmediatamente me sonroje y volví a apoyar mi mano en la colcha de la sabana de la cama de Virgo.

El rechineo de la puerta del baño hizo que mirara como Virgo abría la puerta con unas pastillas en sus manos - ya tardabas - dije en un leve gruñido a causa de él celo precoz.

No quiero tomar esa cosa ¡Ni se te ocurra!

- una pregunta Hime, ¿Siempre se convierte en mujer loba cada vez que tiene el celo? - me preguntó Virgo haciendo que frunciera el ceño mientras soltaba un leve gruñido mostrando mis colmillos.

- Sabes que esto solo me pasa en luna llena - solté con voz demandante con una mirada que parecía que saltaría encima de ella para morderle la yugular o algo así.

- Lo siento Hime no quería molestarla - se disculpó ella entregandome una pastilla junto a un vaso de agua. Yo lo tomé ofendida y me puse la pastilla sobre la lengua.

Cogí el agua y la use para que se me hiciera más fácil tragar aquella maldita pastilla. Nada más tragarla mi celo comenzó descender haciendo que un suspiro saliera de mi boca. Pero no por mucho.

Un dolor agudo se sintió en mi cabeza. Puse ambas manos en mi cabeza y la apreté con fuerza a causa del dolor - agh - solté un gemido de dolor ante aquéllas dolorosa situación, me tiré de espaldas a la cama y comencé a retorcerme en la cama de Virgo.

- ¿¡Hime!? ¿Se encuentra bien? - me preguntó preocupada, yo simplemente asentí entre abriendo los ojos.

- Mañana me sentiré mejor - afirme entre abriendo los ojos con esfuerzo mientras esvozaba una falsa sonrisa .


























Continuara .............


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