Una Omega diferente

Cuidala, por favor

Pov Natsu

— Y entonces hielitos quedó desnudo en mitad del supermercado – dije entre risas recordando aquél divertido momento, exactamente el momento en el cual Juvia se desmayó por desangramiento nasal.

No pude evitar carcajearme y al ver que Lucy de igual manera comenzar a reír me alegro que ya no me tratara con tanta hostilidad cómo antes.

— No me lo puedo creer ¿De verdad? — río ella divertida ella.

Ambos nos encontrábamos tomando algo en una cafetería cercana. Y me sorprendió el hecho de que a Luce le  gustaran los batidos de fresa, siempre pensé que ella sería de esas que les encantaba el café.

— Si, y lo mejor de todo es cuando vino el de seguridad lo tiró al suelo y lo redujo. Eso fue muy divertido Ja ja

— Jo. Y yo me lo perdí — se quejó ella haciendo un mohin con su boca que resultaba muy divertido la verdad.

— lo grabe todo — afirme con una sonrisa un tanto cínica al recordar cómo Gray me gritaba que dejara de grabar.

– ¡No jodas! ¡Eso tengo que verlo! — afirmó con ilusión ella colocando sus manos sobre la mesa y levantándose de una manera un tanto brusca. Su sonrisa de oreja a oreja y su mirada de ilusión me hizo reír.

— ¿A caso insinúas que quieres ver desnudo a hielitos? — pregunte con un falso tono molesto en mi voz mientras fruncia mi ceño.

— ¡No quiero traumatizarme! — grito horrorizada ella volviendo a sentarse en la silla.

La verdad prefiero verte a ti.

Escuché de nuevo la mente de mi pervertido novia lo que me hizo reír. Nunca pensé que pudiera convertirse en un pervertida. ¡Y eso me encanta!

— Yo también prefiero verte a ti — dije con un toque pícaro al mismo tiempo que una gran sonrisa se dibujaba en mis labios.

Estoy deseando poder estar a solas con ella en un lugar más privado. Y a juzgar por sus mejillas sonrojadas y su expresión de sorpresa se nota que también escuchó lo que yo pensaba.

— Eres un pervertido – susurra avergonzada colocando sus manos sobre su rostro para tratar de tapar sus mejillas sonrojadas.

— Somos — interrumpi rápidamente cruzandome de brazos mientras me apoyaba sobre el respaldo del asiento  — Somos un par de pervertidos.

— Eso no puedo negartelo — afirmó ella quitando sus manos de su rostro — pero al menos yo no lo muestro en público — se escudó ella mirando hacia otro lado por la vergüenza.

— Lo que hicimos en el aula demuestra lo contrario — corte lo que causó que su sonrojo aumentara aún más haciéndola ver especialmente adorable.

— Tienes 10 segundos — me advirtió con una tono molesto ella pero con sus mejillas muy sonrojadas. Que tierna — ¡No soy tierna!

— si que lo eres — corte con una sonrisa burlona en mis labios lo que molesto .

— 8 segundos

— ¿Que me vas a hacer cuando llegues al 0? —cuestioné. Ella solo sonrió con malicia.

— 6 segundos

— Luce, ya me estás asustando — dije ella con una sonrisa un tanto forzadas. En serio, Luce me estaba dando miedo con su sonrisa siniestra. Algo malo nos va a pasar.