Madre e hija

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Pov Lucy

- Ha pasado mucho tiempo mama, han pasado muchas cosas - dije de manera melancólica estando aún sentada en la silla apoyando mis ante brazos sobre las sabanas sin llegar a tocar el cuerpo inerte de mi querida madre. Apoyé mi barbilla sobre mis brazos mientras que de reojo miraba al rostro dormido de mi madre - Sabes mama, estoy en una nueva escuela, Fairy tail, es el Instituto del cual el abuelo Macarov es el director. Es ... bastante diferente a Saberthoot, allí la mayoría son cómo ¿Una familia? - solte un suspiro, es la primera vez que me cuesta tanto hablar con mama, según los doctores es bueno hablar con las personas en coma ya que en algunos casos ellos son capaces de escuchar y oler las cosas a su alrededor, tonterías, pero por probar no pasa nada.

Solté un suspiro agotado y apoyé mi mejilla sobre mi antebrazo de manera que quedaba mirando en dirección hacia el cabezal.

- Mama, si estuvieras despierta me podrías ayudar, he encontrado a mi Mate, y tu según los doctores me has podido escuchar y puedes saber que yo odio a los Alpha ¿Verdad? - después de decir eso cerré los ojos y recordé la tierna sonrisa de Natsu la cual hace que yo derribe casi todas mis defensas. Un pequeño sonrojo apareció en mis mejillas mientras que un suspiro de tristeza salía de mi boca - Mi mate es un Alpha, me he enamorado de un Alpha, ¡Es una locura! - me dije a mi misma abriendo mis ojos de par en par para después entre cerrando nuevamente - aunque, bueno, dudo que él consiga nada, seguramente se cansará de mi por mi cabezonería - comenté de manera divertida volviendo a apoyar mi mejilla sobre mi mano izquierda cuyo codo está apoyado en la cama mientras entre cerraba los ojos - pero ¿Tu que harías mama? - pregunté sabiendo que no iba a responder - je je, supongo que tu aceptarías a tu Mate - cerre los ojos y rápidamente giró su cabeza de izquierda a derecha de manera frenética - ugh, olvidemos eso supongo que tu querrías saber donde está ese mal nacido de Iván, sigo sin comprender cómo te enamoraste de él si nisiquiera era tu mate - solté una risilla amarga al recordar el rostro de aquél asqueroso ser.

Suspiré - aún no sabemos donde está, y tampoco queremos saber - dije con mi ceño fruncido mientras soltaba una leve gruñido de inconformidad - pero seguramente esté borracho en algún bar o algo así - comenté recordando cómo  Ivan solía llegar cada noche borracho a casa - por cierto ¿Sabes cómo te suele llamar Michele? - pregunté con un falso tono de felicidad colocando mis manos sobre la sabana y levantándome levemente - dice que tu eres la bella durmiente que está esperando el beso de amor verdadero - solté una risilla ante la inocencia de mi hermana mientras colocaba mi mano izquierda en la nuca - je je, suele decir que Laxus, ella y yo somos las tres hadas que te protegen hasta que tu principe azul vuelva ¿No es gracioso? - dije tratando de sonar lo más alegre posible mientras soltaba una risilla - ¿Te lo imaginas? Laxus cómo un hada eso sería muy divertido - dije para después soltar una risilla ante la imagen de mi hermano mayor con un tutu, varita y alas de color rosa.

Apoyé mis manos en la sabana para luego cerrar los ojos y apoyar mi mejilla en ellos y sonreír levemente, un sentimiento agradable invadió mi corazón, me encanta estar así con mi madre, me alegra que ella esté tan cerca mío.
























¿Otra vez?

¡No! ¡No! ¡No!








Volví a abrir los ojos, soy Lucy Heartfilia y vuelvo a ser una niña. Corro, corro y corro con mi cuerpo cubierto por la sangre de mis compañeros, la gente se quedaba viendome pensando que algo malo me había pasa.

Las lágrimas caían de mis ojos por mis mejillas mientras que movía de manera frenética mi cabeza de izquierda a derecha tratando de olvidar la cosa tan horrible que había hecho.

Una Omega diferente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora