𝘊𝘢𝘯𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦

3. "La maldición."

Ya habían pasado tres semanas, tres semanas desde que no puedo sacar a Indiangel, de mi mente. Les cuento que ha sido un poco frustrante ya que desde el día en que me dio su número, no tardé mucho en haberle escrito por vía mensaje.

Él no tardó en responder la primera vez que hablamos. Incluso comenzó a llamarme todas las noches, justamente cuando salía de mi trabajo en la biblioteca. Solíamos desvelarnos bastante, ya que cada día era una conversación en relación a un tópico nuevo. Ya fuera de películas, libros, música, o cosas de la vida. Me sentía bien hablándole. Sin embargo eso no ha durado tanto, ya que el también trabajaba y yó, no quería acercarme tanto ya que siempre que lo hago; los pierdo.

Por eso aveces no me acerco tanto a Evelina. Ella siempre ha estado ahí por mi igual que yo por ella, sin embargo tenemos nuestras vidas y si pasamos tiempo es en la escuela. Aveces salimos pero, nos damos bastante espacio. Es una de esas amistades que como dije al principio, no es empalagosa pero ríen y la pasan bien siempre que se ven.

-Rubí.- Dice una voz masculina. Me giro a ver quién es y ruedo los ojos cuando veo quién es. -¿Qué quieres, Jeremías?- Le pregunto en voz baja. -Tenemos que hablar, seriamente.- Es lo único que él me dice y se va al pasillo de la sección de los libros de religión. Vaya, qué coincidencia. Con una expresión de mala actitud, lo sigo. El solamente mueve su cabeza con una cara de 'qué decepcionado estoy contigo'. -Habla, directo al grano.- Digo cortante.

-Estás tentando tu suerte, de nuevo.- El me dice, mirándome a los ojos con algo de desespero

-La maldición no ha tomado cartas en el asunto porque te has mantenido al margen estos últimos 5 años. No lo jodas por un momento de atracción.- El mira a nuestro alrededor mientras yo hago lo mismo

-¿Acaso me has visto iniciar algún tipo de relación íntima con él? No, así que déjame en paz y sigue tu camino. No me busques amenos que la maldición verdaderamente comience.- Le digo con una mirada fría y cortante

-Deja de ser ignorante y acepta ya la realidad. Vas a terminar jodiendole la vida a otra persona, otra vez.- Jeremías dice. A todo esto estamos hablando en voz baja, ya que puede haber alguien escuchando y regando la voz, como siempre suele pasar. Malditos demonios y ángeles. Todos me dan por igual yá. Al parecer Jeremías sintió mi mala energía salir a flote porque me toca el hombro, en esperanzas de calmar mi muy mal humor.

-Sabes que lo digo por bien.- Jeremías me dice. Yo solamente asiento y quito su mano de mi hombro.

-Véte, no vuelvas amenos que sea algo en relación con lo que te acabo de decir. No necesito un niñero, he podido tener una amistad de 2 años sin que nada pase, creo que tener otra no me matará.- Le digo dirigiéndome al escritorio de la parte principal, donde se encuentra un chico esperando con un libro. No sé quién es, ya que tiene su capucha puesta sobre su cabeza y solamente le veo la espalda. 

-Solamente, ten cuidado...- Es último que escucho de su parte antes de notar que ya no está ahí y que yo llegase al escritorio donde el chico se encontraba.

-Disculpe por la tardanza.- Cuando al fin miro el rostro del chico, suelto un suspiro de susto.

-Joder, Indiangel. ¿Qué haces aquí?-
Le susurro. -Bueno hermosa, venia a ver cómo estabas ya que me dejaron ir temprano de mi trabajo. Y también estaba dejándole algunas cosas a mi novia en su casa.- Yó solamente asentí y registré el libro que el me entregó para usar. Sí, Indiangel, tiene novia. Un poco decepcionante, pero realmente no puedo hacer nada.

Desde el principio quedé en no enamorarme de ningún chico que no fuera mensajero. Es nuestro destino estar con gente como nosotros, es totalmente prohibida la mezcla entre los mensajeros y humanos e otro tipo de especies. - Tu fecha de entrega se encuentra en el recibo, si deseas algún tipo de extensión para terminarlo, no dudes en llamar para así yo registrarla. ¿Sería todo?- Le pregunto al entregarle el libro junto con el recibo. -Si, muchas gracias. Hasta luego, enana.- Despidiéndose toma sus cosas y se va rápidamente.

Yó suspiro profundo -Adiós, Indiangel...-

Y hasta aquí llega este capítulo mis amores, espero que se encuentren bien y que estén disfrutando su verano. Realmente quedé un poco insatisfecha con este capítulo, pero así me salió y no quiero seguir editando más. Espero que haya sido de su agrado. Hasta luego 😋😘😘