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 Yixing: Tío, ¿Has visto el blog de moda de la universidad? Al parecer es de un chico que se está declarando gay, aunque no sabemos quién es.

Despertar con este mensaje no es una bonita forma de hacerlo para Luhan.

Doce de la mañana, con todo el sol bañando su habitación de luz, y Luhan despierta por un mensaje que remueve algo en su pecho. No le gusta. Por si fuera poco, la cabeza le duele horrores y tiene la boca seca. No debió beber tanto anoche en la fiesta.

Con los ojos medio cerrados por la iluminación del móvil y el dolor de cabeza que solo empeora la situación, teclea una corta contestación desinteresada, pese a lo que siente realmente en su pecho.

Luhan: ¿Sí? Ya lo miraré a ver que dice ese chico. No entiendo, de todos modos, por qué está de moda el blog.

Sí lo sabe. Por supuesto que sabe por qué en la universidad está de moda ese sospechoso blog. No es idiota. Luhan vive entre los populares, donde los rumores corren como la pólvora, se modifican y se transforman como monstruos hambrientos en busca de presas difíciles pero de gran provecho. Sabe lo que busca la gente.

Espera que el chico sepa ocultar su dirección IP, porque en la universidad no tardarán en rastrearlo para sacar a la luz el hombre oculto tras los escritos. Son así, carroñeros y sangrientos. Siempre buscan alguien a quien dañar para no ser objeto de burla. Siempre buscan estar en la cima del mundo, creyéndose los reyes de todo, siendo solo hormigas sobreviviendo entre una manada de leones feroces, secretamente disfrazados, aparentando ser unos felinos que no son.

Yixing: Pues claro que está de moda, Luhan. Necesitan algo de lo que hablar y ese chico les está dando carne a los buitres.

Luhan: Es idiota.

Su corta respuesta deja clara su opinión al respecto. Sea quién sea el chico detrás de todo, es un auténtico idiota.

Se levanta, llevándose el móvil con él como el chico de veinticuatro años que es, y camina por la pequeña casa hasta la cocina, donde se prepara un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. No tiene hambre. Solo tiene sed. Encendiendo de nuevo la pantalla del móvil, se sienta en una de las dos sillas de la pequeña mesa para comer y se mete en su Instagram, buscando que alguien haya puesto la dirección o el nombre del blog.

Ve mucha mierda antes de llegar a lo que busca. Fotos de chicas fingiendo ser lindas, con corazones negros como las villanas de los cuentos populares. Ve chicas exhibiendo sus hermosos cuerpos, con fotos por las cuales, años después, se arrepentirán de haberlas subido por la sociedad de mierda en la cual viven. Ve hombres, tipos duros, haciéndose los interesantes, cuando en persona son auténticas mierdas. Ve cosas buenas también. Ve fotos de su capitán, uno de los chicos más auténticos que ha conocido. Observa las fotos de sus amigos cercanos y familiares, de algún profesor, de algún famoso e incluso de alguna chica de la universidad que le cae bien. Después, ve lo que busca.

-Así que se llama El blog de un Gay en Corea del sur... -Murmura -No es muy original.

No duda en teclear hasta encontrarlo; entonces, entra. La página web es roja, contrario a lo que uno espera de un gay. Muchos esperan un arcoiris, un rosa chicle o un lila suave. Pero es roja. Rojo como la sangre. Además, el fondo es un conjunto de imágenes con el logo de TVXQ, algo que le causa gracia. Es un fanboy.

"¿Por qué tiene que ser todo tan difícil para nosotros? Nos rechazan, nos juzgan y nos miran con otros ojos. Un día te aman y al siguiente te odian. Se ríen de ti a tus espaldas, te maltratan y te desean la muerte. Este es el día a día de un gay en Corea del sur. ¿Sorprendidos? Seguro que no. Más de la mitad de los que estáis leyendo esto habéis maltratado, o burlado o rechazado a una persona homosexual. Menos de la mitad no lo habéis hecho nunca, pero no os gusta acercaros a los homosexuales o cualquiera que tenga algo que ver con el LGTB+. Una minoría, os sentís como yo.

Con amor, Luhan - XiuHan / LuMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora