- Final -

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                Tras todos los tiempos difíciles que han transcurrido, Luhan es capaz de ver la luz al final del tenebroso túnel. Es, el día de hoy, el final de toda su carrera universitaria. Hoy es el gran día de la graduación. Obtendrá un diploma y, tras eso, su libertad. Podrá ser feliz con Minseok a su lado, lejos de todas esas hienas.

Están todos reunidos en una enorme sala, preparada exclusivamente para ellos. Ayer fue el baile de fin de curso y hoy, por la tarde – cerca de la noche – se da la verdadera graduación. Después, se marcharán de fiesta.

Sin embargo, está nervioso. No tiene que dar ningún discurso, pero Minseok – como capitán del equipo de fútbol – sí. Por eso mismo, no puede evitar sentir miedo. ¿Y si le dicen algo malo mientras habla? ¿Y si Minseok le da por ser travieso y comenta algo que no debe? ¡Todo puede pasar!

Como era de esperarse, sus padres no han venido. Tampoco los de Minseok, pero sí ha venido Min Hee para presenciar el acto y felicitarles a los dos. La ha podido ver sentada en el palco de los invitados, junto a una amiga que debe ser alguna conocida de Minseok, porque los ha visto saludarse.

-¿Preparado para mi discurso? -Le cuestiona Minseok al oído. Luhan resopla.

-No. A saber qué dices.

-No diré nada malo, lo prometo. -Ríe Minseok.

-No te creo, Baozi. Te conozco. -Dice. -No me quisiste leer el discurso por algo.

-Lu Ge, te preocupas demasiado por las cosas.

Al lado de ambos, y presenciándolo todo, están los amigos de ambos – Jongdae, Baekhyun y Yixing –, quienes contemplan la escena con sonrisas. Sus amigos son más felices que nunca y, por eso, ellos también lo son. Ya era hora de que ambos encontraran la verdadera felicidad.

El director no tarda en hacer presencia. Da un largo discurso sobre el futuro al cual todo el mundo está atento y prosiguen los capitanes y miembros del consejo de estudiantes. Para suerte de Luhan, primero vienen los miembros del consejo, después los clubs.

La velada se hace larga entre discurso y discurso, pero llega el de Minseok, a quién llaman. Este se levanta, papeles en mano, y le dedica una sonrisa a Luhan antes de subirse con la cabeza bien alta y serio.

Ahora que tiene por fin su título y no va a verles las caras nunca más, es hora de comentar ciertas cosas.

-Hola, soy Kim Minseok; muchos ya me conocéis, pues he sido el capitán del equipo de fútbol. -Comenta para empezar. -Como es tradición, y como ya han hecho otros, nombraré, delante de todos, el próximo capitán, que deberá hacer mi función tan bien o mejor que yo, para dejar nuestro equipo en gloria. -Dice. -Es, pues, el siguiente en llevar el mando, Seungri, quién ha demostrado una potencia increíble y una capacidad de liderazgo que, de ser potenciada, será fantástica para este equipo.

Todos aplauden en honor a Seungri, quién no acaba de creerse que vaya a ser el próximo capitán.

-Pero no es lo único que voy a decir. -Prosigue con su discurso. -Hoy ha sido un año completo, lleno de rumores y eventos que nos han marcado a todos y que han hecho hablar de más a varias personas. -Dice. -Puedo recordar cuando surgió un blog, de la nada, de un alumno que se hacía llamar Xiumin. Un alumno que decía ser gay, del cual todos os burlasteis. -Para ese momento, Luhan ya ha escondido el rostro. ¡Sabía que Minseok iba a liarla! -Nadie jamás supo quién era, y eso que intentasteis hackear. Supongo que fui afortunado de tener un primo como Jongdae, que supo mantener mi identidad oculta con sus trucos, pero es hora de decirlo. Yo era Xiumin.

En ese momento, todos se muestran sorprendidos, mirándose los unos a los otros. Comentan lo increíble que es que Xiumin fuera Minseok, pero Minseok tiene mucho más que decir.

-Me llegaron cientos de mensajes mostrando vuestra hipocresía. Era gracioso, porque chicas que me alababan y que decían haber tenido sexo conmigo, me enviaban mensajes de odio sin saber qué yo era esa persona. -Dice. -Chicas que me amaron, pero me dejaron de seguir cuando supieron mi sexualidad, intentando negar que ellas mintieran. Pues mintieron. Ninguna se acostó conmigo, hipócritas.

Las chicas se muestran muy ofendidas, pero tampoco les da tiempo a gritar nada.

-Pero yo no he escrito este discurso para criticar vuestras acciones pasadas. Este discurso va para nuestros profesores, los eternos ausentes. -Sigue leyendo. -¿Dónde estuvisteis cuando vuestros alumnos hacían acoso a otros? ¿Dónde estuvisteis cuando intentaban humillar a otros por sus gustos? ¿Dónde estuvisteis cuando intentaron hacerme caer, por el simple hecho de ser distinto y ser valiente por decirlo? Nunca hicisteis nada. Os enorgullecéis de enseñar a los alumnos valores morales, pero, ¿Qué habéis enseñado, a parte de mirar hacia el otro lado como si no fuera con vosotros? – Minseok para un poco, agarrando algo de aire para seguir. -Los verdaderos cobardes de esta historia, que por suerte tiene un final, y uno feliz, sois vosotros. Porque, teniendo la oportunidad de pararlo, de demostrar al mundo que hacer el mal a otros por ser distintos está mal, mirasteis a otro lado, olvidando que sois el ejemplo de muchas personas en este país.

Antes de terminar, Minseok suspira y bebe algo de agua.

-Para acabar, quiero decir lo siguiente: No sé de la vida de todos vosotros, ni lo que os gusta u os disgusta. Pero puedo daros un consejo, que en vuestras manos está seguirlo o no. -Dice. -No dejéis que las masas os digan lo que hacer. Es vuestra vida y, mientras no hagáis daño a nadie, haced lo que queráis. Solo tenéis una vida, no la desaprovechéis siendo simples borregos, sed lo que deseéis ser y no lo que los demás digan que debéis ser.

Con esa frase termina. Bebe algo de agua y baja con la cabeza tan alta como antes, orgulloso del discurso que ha hecho. A su lado, Luhan lo abraza porque, aunque ha tenido miedo, lo ha hecho muy bien.

-¿Sabes que estaba temblando? Las piernas apenas las siento. -Le susurra Minseok al oído entre risas. Luhan lo sabe, pues está sudando mucho. -Pero lo he hecho. Lo he dicho.

-Sí, Minseok. -Dice Luhan, agarrándole de las manos. -Lo has hecho muy bien, y aunque yo también tenía miedo, estoy orgulloso de ti.

-Lu...

-Te amo, Baozi.

-No, Lu Ge. Yo te amo más. -Susurra. -Te amo y te amaré siempre. Ahora por fin podremos quemar este libro y podremos empezar uno nuevo. Un nuevo capítulo. Una nueva historia, esta vez feliz.

-Sí, lo haremos. Lo haremos juntos.

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Me molesta muchísimo la gente que con sus prejuicios creen estar por encima de los demás, da igual quien seas, tu orientación sexual, tu peso, altura o el color de tu piel, todos somos seres humanos y merecemos que se nos trate con dignidad, el día que la humanidad aprenda eso estaremos un paso mas cerca de ser seres perfectos. Esta fue mi principal motivación para crear esta historia, aportar mi pequeño granito de arena.

Y deciros a tod@s , soy geniales, sois grandes personas y jamas permitáis que nadie os haga creer lo contrario.

Con amor, Luhan - XiuHan / LuMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora