Final

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Las siete de la tarde frente la cafetería "paradise", la más cercana a la universidad. Así quedaron ayer y ahí está Luhan, esperando, incluso si aun quedan cinco minutos para la hora. Está tan nervioso que se ha preparado antes. Ahí está, desde hace algo más de diez minutos.

Sabe que es estúpido sentirse tan nervioso, pero no lo puede evitar. Siente que, aunque es Minseok, es como si fuera otra persona. Después de todos esos emails que se han mandado, tiene la sensación de que hay mucho más detrás del Minseok que ha visto en persona de lo que él sabe. Quiere conocer al verdadero.

-Bueno, parece que te he hecho esperar.

Luhan se gira hacia su derecha, encontrándose con Minseok. ¿Es él o está más atractivo de lo normal? Su hermosura no es normal, dios mío. Es como un dios egipcio, con su piel canela oscura, sus ojos rasgados delineados – haciéndolos ver más grandes – y su cabello, ligeramente largo, recogido en una cola.

-¡No! En realidad, vine un poco antes. -Dice con cierto nerviosismo. Maldita sea, él no es así, pero Minseok siempre le ha encantado. Ahora lo tiene ahí, sabiendo que es gay, que se atraen mutuamente y que, quizás, podrían llegar a tener algo.

-¿Sí? Bueno, ¿Entramos? -Sugiere, señalando la cafetería -No hay nada mejor que un café, ¿No crees?

-Estoy de acuerdo. -Ríe. Un café le va a ir genial ahora.

Cuando entran, no tardan en ser atendidos por el camarero, que les da el café y una pasta a cada uno de acompañamiento, la misma para cada uno. Le pagan en ese momento.

-Entonces... Es sorprendente que hayamos estado todo este tiempo juntos mientras nos comunicábamos por emails. -Dice Minseok después de darle un pequeño trago al café -Como te dije por emails, estoy muy aliviado. Tenía algo de miedo.

-Es normal. -Le tranquiliza -Es normal sentirse así. Empatizas con alguien cuyo rostro no conoces, te sientes identificado con todo lo que te dice y sientes que estás creando una conexión, pero no le conoces. -Explica -Quieres hacerlo, pero tienes miedo de que la persona detrás de la pantalla no sea quién tu crees.

-Sí, es esa sensación. -Ríe el capitán con ciertos nervios. No quiere ser malo, pero Luhan se consuela al saber qué no es el único que se siente así.

-Y... ¿Cómo se te ocurrió la idea del blog? -Pregunta el chino -No has actualizado apenas desde entonces.

-Mm... la idea del blog surgió después de una noche de borrachera. -Revela entre risas; Luhan, sin creérselo, alza una ceja.

-¿Después de una borrachera dices? ¿Que mierda, Minseok?

-¡¿Qué?! Borracho se me ocurren grandes ideas... -Comenta -No fue tan mala. Gracias a eso estamos aquí, ¿No? -Le dice, guiñándole el ojo. Luhan ríe, sintiendo sus mejillas enrojecer. Es el efecto Minseok, lo nombra. Siempre ha tenido ese efecto en él. -Sin esta idea, nunca podríamos haber sabido hasta que punto éramos tan compatibles tú y yo, y la de cosas que ocultamos al mundo.

-Sí, mirándolo así...

-Pero sí, se me ocurrió después de una borrachera. -Sigue con la historia. -Estaba en mi casa con un terrible dolor de cabeza, cuando acudieron a mí pensamientos negativos. No soy alguien que se deje llevar por ellos, he aprendido a manejarlos, pero era un momento débil. El alcohol suele tener ese efecto. Entonces, pensé en lo mucho que me encantaría poder decirle al mundo lo que soy, ser valiente.

-Ya veo. -Susurra él. -Yo lo he pensado muchas veces. Lo he intentado, ¿Sabes? Me he puesto delante de mis padres, les he dicho que tenía que decirles algo y luego me acobardaba. Les decía cualquier otra cosa y me marchaba.

Con amor, Luhan - XiuHan / LuMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora