Con amor, Luhan - XiuHan / LuMin

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                -¿Dónde vamos, Minseok? -Pregunta, repentinamente, su hermana menor. Minseok sigue con su mano sujeta a la de ella, arrastrándola por un camino que ella no suele visitar. No reconoce dónde pueden estar yendo.

-¿Quieres conocer a mi novio? -Le cuestiona él, girándose a verla. Inmediatamente, los ojos de Min Hee brillan.

-¡¿Puedo?! ¡Sí, sí! -Grita animada, dando saltos. –¡Quiero conocerle, Minseok!

-Pues ahí vamos. Vas a conocer a mi novio. -Le dice. -Luhan es encantador. Tiene un carácter fuerte, pero últimamente ha estado decaído por todo lo que ha estado sucediendo en la universidad. Está siendo duro para él. Trata de no tocar demasiado el tema, ¿Sí?

-¡Vale!

-Seguro que os llevaréis bien. ¿A quién le puedes caer mal con lo adorable que eres?

Minseok es el típico hermano mayor que sobreprotege a su hermanita, la trata como si fuera aún una niña pequeña y, si fuera por él, no tendría novio nunca. Una lástima que esto último salga de su control, porque si fuera por él su hermana sería una monja. Ah, estos hermanos mayores.

-¿Cómo os conocisteis? -Pregunta ella.

-Estamos en el mismo equipo de fútbol. -Le cuenta. -Yo soy el capitán mientras que él es el segundo capitán. Éramos amigos, pero no demasiado cercanos. Un día, desesperado, hice un blog donde relataba mi homosexualidad sin dar mi nombre. Luhan, bajo otro nombre, me contactó y comenzamos a hablar.

-¿De verdad? ¡Suena romántico!

-No sé yo. -Ríe Minseok. -Descubrí quién era la persona detrás de los emails. A partir de ahí comenzamos a salir juntos.

-¿Cuánto tiempo lleváis?

-Seis meses. -Responde. -En unos días haremos seis meses.

-¡Tienes que celebrarlo, eh! ¡Qué no me entere yo que no celebras los seis meses! -Dice con un puchero. Minseok asiente.

-Ya tengo pensado algo.

No tardan en llegar. Minseok se para frente un bloque de edificios cercano a la universidad, perteneciente a esta. Con un suspiro, sube las escaleras hasta una de todas las puertas y toca al timbre, esperando. En apenas unos segundos, se escucha la voz del chino que grita un "ya voy".

De repente, la puerta se abre y aparece alguien que la hermana de Minseok puede describir como "un príncipe encantado de hermosa y angelical apariencia". Oh dios, su hermano se ha conseguido un dios como novio.

-Eh... -Luhan mira las manos sujetas de ambos, levantando una ceja. Se recuerda no ser celoso, pues Minseok es completamente gay.

-Luhan, te presento a mi hermana. -Dice Minseok sonriente, sabiendo de los pensamientos que tiene el chino. -Hemos tenido un pequeño contratiempo en casa, así que... ¿Podemos quedarnos aquí?

-Encantado. -Murmura. La hermana de Minseok es muy guapa, aunque se parece muchísimo a él. Es como ver a Minseok en mujer. Extraño. -Pasad, ahora os preparo algo.

-Lu Ge, sin ánimo de ofender, creo que será mejor que lo prepare yo. -Comenta Minseok entre risas. Luhan rueda los ojos. -Eso o quemamos la cocina.

-Entonces, Señor Kim, si es usted tan amable, prepara algo de comer. -Se burla el chino, cerrando la puerta tras su paso.

Min Hee contempla el pequeño apartamento en el cual vive Luhan. No es enorme, pero es espacioso, suficiente para una persona. La sala está bien decorada, aunque minimalista. La cocina es pequeñita, pero cabe una mesa para comer. Se ve todo muy bien.

Un poco tímida, se sienta sobre el sofá, viendo la televisión encendida que muestra un programa cualquiera de noticias. En frente del sofá, una mesa cuadrada de cristal tiene sobre ella un libro de la universidad. Ha debido de estar estudiando hasta hace poco. Claro, se acercan los exámenes finales.

-¿Qué vas a preparar, Baozi? -Cuestiona Luhan. ¿Baozi? -¿Te ayudo?

-Voy a preparar algo sencillo y no, no me ayudes. No quiero acabar en el hospital.

-¡Idiota!

No parece ofendido, a pesar del insulto. Min Hee adivina que ese es el tipo de relación que su hermano y él llevan. Parecen divertirse. Luhan se sienta a su lado, sonriéndole con amabilidad. Se ve muy buen chico, pero Min Hee quiere asegurarse que es el hombre ideal para su hermanito.

-Y... ¿Qué te gusta de mi hermano? -Dice Min Hee.

-¿De tu hermano? Bueno, así de primeras, lo sincero que es. -Comenta. -Minseok es alguien amable, tanto que creo que han debido hacerle daño más de una vez. -Dice, acertando. Lo sabe por la sonrisa melancólica de Min Hee. -Suele actuar siempre intentando no dañar a los demás, aunque a veces es inevitable. Con él puedo hablar de cualquier cosa sin sentirme mal. Además, porque no decirlo, es guapo. -Ríe algo avergonzado. -Tiene su encanto. Además, tenemos muchas cosas en común.

-Se nota que le quieres. -Habla Min Hee. -No le hagas daño, por favor. Sé que no lo estás pasando nada bien, pero él tampoco. No te quiere decir nada, y no digas nada tú, pero nuestros padres se han enterado de que es gay y está contigo. -Le rebela, sorprendiendo a Luhan. -Su padre ya no quiere saber nada de él.

-Oh dios mío...

-Minseok se enfrentó a él para defenderte. -Sigue hablando. -Por eso... No le hagas daño, por favor. Él te quiere mucho. No me lo ha dicho, pero le conozco. Él te ama.

Tras el shock y la tristeza por la situación de Minseok, tan similar a la propia, viene la sonrisa y las ganas de llorar. Minseok le ama. Muchísimo. Y él le ama muchísimo a él. Min Hee, habiendo hecho su trabajo, sonríe a Luhan y se levanta para ver si su hermano necesita ayuda, dejándole tiempo a solas al propio Luhan para pensar.

Poco después salen los dos hermanos con la comida hecha, dejando los platos sobre la mesa de cristal para comer mientras hablan. Se sientan a cada lado del chino que no puede evitarlo y apoya la cabeza sobre el torso de un Minseok que sonríe al verlo.

-¿Estás mimoso?

-Mm, sí.

-Eres tan adorable cuando quieres. -Dice.

-No. Yo soy masculino. -Contradice. -Muy masculino.

-Puedes ser masculino y lindo al mismo tiempo. -Opina Min Hee. -No te quita lo hombre.

-¿Ves? Min Hee es inteligente; sé como Min Hee. -Ríe Minseok. Luhan rueda los ojos. -Eres mi lindo y masculino novio.

-Imbécil.

Luhan ama muchísimo a Minseok y Minseok ama muchísimo a Luhan. Tanto que, en secreto, ha tomado una drástica decisión.