Soñándote (Editada)

Capítulo 8

Capítulo 8

    Ben no pudo soportar aquella escena. A su parecer Garret lo había hecho al propósito, por solo el simple hecho de dejarla en ridículo. Esperó a que todos se fueran a descansar, mientras Garret se quedaba en aquel sitio aún algo sorprendido de lo que había hecho. El rostro de Erika todavía seguía en su memoria, aun buscando una explicación de por qué lo había hecho. Nunca había besado a alguien, por el simple hecho de besarle...y ella no era la más indicada para darle un beso como él que le había dado.

     O eso era lo que pensaba.

—Contigo quería hablar.— le dijo Ben enojado al acercarse a él.

— ¿Conmigo?

— Sí. No me interesa quien eres, pero te quiero dejar una cosa en claro... ¡Erika no está sola, me tiene a mí para defenderla! ¡Ella no es una de esas que se babean por ti o por quien eres! Por lo que la respetas.

     Un silencio enmudeció los labios de Garret. En algo Ben tenía razón... ella era distinta a las demás.

— Erika es diferente...no es igual a nosotros. Su vida ha sido muy triste para que venga un payasito como tú a burlarse de ella.— agregó Ben de manera firme y seria al mirar a Garret fijamente hasta terminar y alejarse de él.

       La culpabilidad se había hecho su amiga en ese instante. Aquella que le hacía ver que debajo del Enigma que proyectaba Erika, había aún más secretos que nunca ella le permitiría conocer a él, y aún más cuando él se había atrevido a besarla. La actitud y el tono de voz de Ben se lo confirmaban. Erika no le perdonaría aquello.

      La mañana siguiente aún estuvo llena de muchos otros sentimientos... ¿Acaso amor? ¿Odio? ¿Enojo? ¿Dolor? ¡Qué más daba! Eran sentimientos que nacían en ellos lentamente.

—¡Erika, me encantó tu personaje! ¡Me gustó mucho la obra!— dijo Andrew sonrientemente al abrazarla como lo hacía todas las mañanas._ Incluso me encantó el final, Garret y tú actuaron muy bien...

— Hmm- mmm... ¿Sí?...Gracias... — intentó sonreír. Pero no tenía ganas de hacerlo—. ¿Y cómo amaneciste hoy mi pequeño caballero?—agregó para cambiar la conversación.

— ¡Muy bien!...aunque algo triste porque el campamento termina hoy y me gustó estar aquí. Me divertí mucho contigo y con Garret. Voy a extrañar este lugar y a ustedes dos juntos. Me encantó tener el honor de formar parte de su grupo...si mi hermana estuviera viva le hubiese encantado saber que conocí a uno de los integrantes de su grupo de rock favorito... "Ilusion".

— Yo soy la que tuve el honor— le dijo al ver aquella mirada triste que había nublado los ojos de Andrew—. Y estoy segura que para Garret también fue un gran honor...Estoy segura que a tu hermana le hubiese alegrado saber que conociste a uno de los integrantes de su grupo favorito. Por cierto ¿Te gustaría ser mi compañero en el autobús?— le dijo con dulzura, él no tenía culpa de lo mal que a ella le cayera Garret, por lo que quería olvidar aquello. Él era inocente de aquel sentimiento que había en ella.

— ¿En serio?

— Sí... ¿Qué tal si nos vamos sentando en nuestros asiento?... Déjame ayudarte con tu equipaje.— dijo al ver a Garret desde lejos.

      No quería escuchar a Garret, ni siquiera mirarlo. Él ya no existía en su agenda de actividades, ni de diplomacia. No le hacía falta explicaciones, ni mucho menos disculpas. Sólo quería irse de allí. Y Garret, sin necesidad de alguna palabra, pudo observarlo. Pero, ¿Por qué le importaba? Ella era eso... "Un enigma que jamás descubriría". ¿Y qué? Un beso no le iba a hacer perder la cabeza...si ella no quería escuchar su disculpa, no se amargaría por eso. Sabía que había sucedido accidentalmente e inconscientemente...y eso quería creer.

      En el autobús fue evidente su distancia. Eran como niños pequeños al ignorarse, aun cuando querían disimularlo. Pero así es el amor...llega de maneras ilógicas y de improviso. Aun cuando se oculte. Aun cuando se niegue. Aun cuando el orgullo y los secretos traten de obviarlo y evitar que crezca. Así es el amor y solo ellos tenían la decisión de dejarlo crecer o que se desvaneciera de ellos.