Soñándote (Editada)

Capítulo 17

Capítulo 17

   Garret terminó por comprender que no había lugar en donde quisiera estar, que ese donde ella estaba. Quería estar junto a Erika y así luchar junto a su lado. Se había convertido en su apoyo, su fuerza...Todo lo que ella necesitaba. Aun cuando siempre terminara escuchando de los mejores médicos de Inglaterra el mismo resultado, aquel que Garret se negaba a escuchar y Erika se resignaba en silencio, sin dejarla perder aquella esencia, ni aquel brillo que había en ella.

    Juntos estuvieron en la operación de Andrew y en su recuperación. Las fuerzas de voluntad que Erika transmitía en sus palabras le ayudaron a mejorar cada día. Y a sentir aquella esperanza y energía que tanto la ilusionaba a ella.

— Hay algo especial que te gustaría hacer?— le preguntó Garret a Erika mientras se sentaba a su lado. Estaban felices de saber que Andrew mejoraba cada día.

— Mmm...Ver una vez más la estación de otoño en Bath— dijo al levantarse y al dirigirse a la ventana para ver ese hermoso atardecer—. Cuando vivía con mis padres en Bath, antes de venirme a vivir aquí, era lo que más me encantaba de vivir allá... Me recordaba mi infancia...

— No lo sabía...— dijo al acercarse a ella y al abrazarla.

— Son cosas que aún guardo adentro...Perdóname si no te lo había dicho antes.

— Mmm... Puedo vivir con eso. ¿Y hay algo más?

—¿Vas a hacer acaso una lista?— le respondió al sonreírle con picardía.

—Tal vez...— le susurró al oído.

— Existen muchas cosas... Pero hay una especial que me encantaba desde que era una niña. Pero...

—¿Pero qué?—dijo al ver que ella guardaba silencio.

— Olvídalo, ya no importa... No es tan importante.

— Soy todo oído...— dijo de manera insistente—. ¡Cuéntame!

— Garret...

— No me quedaré quieto hasta que me digas de qué trata...

—Está bien, pero no te rías...—miró al horizonte, recordándose de niña—. Cuando era pequeña, soñaba casarme con un traje de novia como el de una princesa. Sé que exageraba con ese sueño.— se sonrió al recordarlo, mientras observaba aquel atardecer—. Pero amaba soñar que así me casaría...— dijo finalmente algo triste.

— ¿Te casarías conmigo?

  Erikavolteó asombrada al escuchar aquella proposición. Sólo tenían más de un año ynueve meses de noviazgo y él ya pensaba casarse con ella. ¿Acaso él se habíavuelto loco? ¿Cómo podía pedirle algo tan serio en ese momento? ¿Y es que acasohabía olvidado el detalle de que ella estaba, cada día, peleando una lucha contra el cáncer? 

— ¿Estás bromeando? ¿Acaso sabes lo que me estás pidiendo?

— Sí... ¿Para qué esperar más?

— Garret... No... No puedo. Yo...

— ¿Tú qué Erika? ¿Tú qué? ¿Estás enferma? ¿Tienes miedo al mañana? Yo también... Y te quiero en mi vida ahora y cada día...

— Pero...

— Erika Jocelyn McQueen ¿Aceptarías casarte conmigo?—expresó en un tono de voz que hacía ver que no escucharía excusas, mucho menos negativas.

—¿Hablas en serio?

— Sí... ¿Te casarías conmigo?...Estamos terminando Octubre y en Bath aún es otoño... ¿Qué te parece para el 21 de Noviembre?... No necesitamos una boda a lo grande. Sólo con las personas más cercanas de nuestras vidas.

— No lo sé...

— Será un día de este otoño.— tomó con dulzura su mentón, haciendo con eso que le mirara—. No me quedaré con un "no lo sé". Encontraré de tus labios la repuesta que espero. Y sé que no es tan fácil para ti. Pero, sólo está en nuestras manos, afrontar nuestro destino. El viaje está aquí así que elige... Por favor, dame una razón, dame una señal... Dime que aceptas...

    Su silencio fue más claro que cualquier respuesta que ella pudiera dar. Sus ojos brillaban como dos luceros en el cielo, por lo que Garret se acercó más a ella y besó sus tibios labios. La amaba y sentía que ella estaba adherida a su piel, como ninguna otra mujer lo había estado antes. Quería despertar a su lado y ver sus ojos. Quería envejecer a su lado. Quería tantas cosas que a veces sentía que el tiempo en vez de ser su amigo, era su peor enemigo.