Capítulo 15
Un silencio enmudeció sus labios, mientras sus ojos al no soportar más, a pesar de que no quería derramar ni una lágrima, empezaron a bañar su rostro, haciéndola ver tan vulnerable en frente de Garret.
— ¿Qué es lo que ocultas en esas lágrimas?— le preguntó Garret mientras pensaba:"¿Es que acaso no ves cuanto me importas y cuanto deseo ayudarte? ¿Acaso no ves que movería cielo y tierra para buscar la cura de esas heridas que te lastiman? Quiero derrumbar aquel enigma que te hace sufrir en silencio... Porque te amo y no soporto verte así"...
— ¿En verdad quieres saberlo?—espetó molesta, no tan solo con él, sino consigo misma.
—Sí...sí lo quiero saber.—dijo al soltarla.
Erika respiró profundamente y secó aquellas lágrimas antes de decir aquello que odiaba escuchar de sus propios labios.
— ¡Está bien!... ¡Tú ganas!... ¿Sabes por qué también a mi edad estoy tanto tiempo en la fundación? ¿O por qué no me divierto como los jóvenes de nuestra generación?... Porque también soy una luchadora que se niega dejarse ganar por el cáncer...—respiró hondo, sintiendo que el corazón se le rompía en mil un pedazos, al abrirse a Garret—. ¡Sí, ya ves, tengo cáncer! Hace cinco años pasé por un examen físico y pruebas de diagnóstico. Se me encontró uno en la zona baja de la cabeza, después de hacerme una , donde se tomó una muestra de tejido y se examinó bajo un microscopio. Me dijeron que era de grado poco agresivo y que todo saldría bien. Se me dijo que como se me había detectado temprano, podía ser curable. Se me hizo una cirugía, pase por una combinación de radiación y quimioterapia. Estos tratamientos afectaron mi alimentación, el habla e incluso la respiración, por lo que necesite rehabilitación. Pero logré ganarle... O eso creía...—sus ojos se entristecieron— El año pasado volví a sentir los síntomas. Tenía tanto miedo de pasar por lo mismo. Pero nunca esperé escuchar que había aparecido otro tumor en una zona inoperable. Trataron de que pasara de nuevo por quimioterapia, pero mi cuerpo no lo pudo soportar, por lo que desde ese entonces, me encuentro en tratamiento y estoy en contante observación. Y cada día que pasa es un gran misterio para mí. No sé si funcionara en mí. Como tampoco sé, en el caso contrario, cuánto tiempo me quedé... O si le ganaré realmente a mi enfermedad. Dicen que todo saldrá bien, pero soy de esos casos, en que todo puede cambiar. Los últimos estudios que me han hecho indican que ha vuelto a crecer. He visto el rostro de Ben y Zöe, quienes son los que están siempre pendientes de mí. Ocultando su preocupación, mientras me animan día a día, fingiendo que todo está bien. Si lo has olvidado, no tengo a nadie más, sino a la familia que encontré en la fundación... Tengo miedo de saber que me estoy muriendo... Y ese es el motivo de toda mi indiferencia hacia ti... Y llegas tú, con tu actitud de dueño del mundo... Y me golpeas con todo esto.— respiró hondo una vez más— ¡Tenías que derrumbar mis barreras y el sentido que le había puesto a mi vida!— agregó, mientras una vez más sus lágrimas corrían en su rostro, al mismo tiempo, en que intentaba hacerse la fuerte en frente de él—. Es mejor que te olvides de mí y retomes tu vida. Y déjame a mí luchar esta batalla...No te necesito. No necesito todo esto... Sólo quiero vivir mi vida como la he estado viviendo, sin ti. Por lo que, por favor, no me busques más.
— ¿De qué hablas? ¿Me estás mintiendo para alejarme de ti?
— Tómalo como quieras. Aléjate de mí y déjame vivir como lo he decidido.— dijo al salir huyendo de él.
Garret ante aquellas palabras se quedó inmóvil, no lo podía creer, eso no era lo que quería escuchar. Él la amaba, tal vez más de lo que él se suponía, y aquello era una cruel noticia. Pronto corrió hacia ella, la detuvo y al verla llorar, la abrazó fuertemente mientras una sutil atmósfera los rodeaba. Ella era su todo. Aquello especial que solo la vida obsequia una vez, y no la iba a dejar escapar.
—No pienso dejarte sola...¿Lo puedes entender?
—Me estoy muriendo, Garret... No hagas esto más difícil para ambos.
—¿Más difícil para ambos? ¿Acaso no lo ves? ¡Soy parte de esa lucha desde este instante!... No pienso dejarte sola.
—Garret...—expresó en un tono que hacía ver que no quería luchar más.
—No hay palabras que me puedas decir, que me hagan alejarme de ti. ¡No la hay! ¿Lo entiendes?
—No quiero verte sufrir por mi culpa.
—Deja de pensar solo en ti... Deja de ser tan egoísta y permítete por una vez en la vida que alguien que te ama este cerca de ti. Te amo... ¿No lo puedes ver?... Desde que te conocí, mi vida cambio, y ya no puede volver a ser como solía ser antes.—la abrazó con dulzura, sintiendo el dolor que podía sentir ella en ese momento.
Erika se permitió llorar, mientras él la abrazaba. Ya no tenía más fuerzas para seguir luchando.
—Por favor, no le digas a nadie hasta que sea yo quien hable— le suplicó Erika al separarse un poco de él, mientras ella misma secaba sus propias lágrimas—. No quiero que se sientan mal al saber que me he dado cuenta de su preocupación. La de que estoy en un tratamiento que ya no está funcionando en mí. De que tengo un cáncer que tiene mi vida atada a un fino hilo delgado... Déjame ir...
— No lo haré...
— ¡Tengo cáncer!... ¡Quizás mañana me digan que no hay esperanza! ¿Acaso no lo entiendes?
— No, no lo entiendo. Últimamente me he convertido en un testarudo que no entiende negativas. Por lo que dile a tus miedos, que me sabe un bledo si me quieres lejos de tu vida.
— Garret, no insistas. No lo hagas... te lo suplico.— le rogó, una vez más, mientras pensaba: "No lo hagas, por favor... no soportaría verte sufrir por mi culpa. No ahora cuando te amo con toda mi alma."
— ¿Por qué no? ¿Por qué temes a que el día de mañana te digan que no funcionó tu tratamiento y te estás muriendo?— le expresó seriamente—. No niego que no te soportaba, que pensé que eras una niña malcriada... Pero ahora que te conozco, no quiero perderte. Por eso aunque te niegues a escucharlo, te diré que te amo y no me vas a apartar de ti.— su voz era firme, mientras sus ojos se llenaban también de lágrimas—. Y si crees que eres la única que sientes miedo, te equivocas. Yo temo despertar y ver que perdí la oportunidad de acercarme a quien estoy amando en mi silencio. Temo volver a casa y saber que perdí mi felicidad por ciego. Erika, quiero detener el tiempo y mirarte. Quiero cambiar este mundo que te asfixia y que no te deja ver que tú también tienes derecho a amar. Y ser feliz...
—No Garret, no...Lo siento. No puedo.— dijo y se alejó finalmente de él.
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Soñándote (Editada)
Teen FictionEl amor puede llegar de la manera más ilógica... Y sino pregúntenselo a Erika McQueen. A aquella enigmática chica que trabaja como voluntaria en aquella fundación de niños con cáncer. O a Garret Thomas. A aquel chico perteneciente a una banda de...