CAPITULO 7
Tom estaba desesperado, ellos no podían ser hermanos ¿en qué clase de familia de mierda vivían? después de que se fueran de su casa esos malnacidos, Trudi se encerró en el baño y no quiso salir, hacía días que compraron una cama matrimonial y dormían juntos, maldita sea, hasta él había comprado una alianza para pedirle matrimonio, estaba decidido a todo por ella, pero si eran hermanos de sangre todo se iría a la mierda, mejor dicho, todo se fué a la mierda ya. De seguro tenían un lugar especial en el infierno por todo lo que hicieron juntos en la cama, el baño, la mesada de la cocina, la sala, el piso, etc, etc...
Tom se sentia destrozado, que carajos pudo hacer mal en su anterior vida como para tener que pagar todo ahora. Trudi siempre fué su salvavidas, la persona por la cual daria su vida, lo mas importante de su existencia, imaginar su vida sin ella seria un infierno, ¿que haría sin ella? lo mas lógico seria matarse...
Tom intentó serenarse, tratar de pensar, pero no tenía idea de que hacer, Trudi llevaba una hora encerrada allí, no se atrevía a golpear la puerta y llamarla, tenía miedo a lo que podría enfrentarse, el rechazo y perderla, ¿pero que mas podia hacer ahora? y aunque se fuera al quinto infierno después de muerto, el seguiría amándola aunque fueran hermanos.
Decidió darle a Trudi su privacidad, tal vez necesitara tiempo para asimilar todo, Tom estaba seguro del amor que sentía por ella, por otro lado Trudi jamás le dijo ni un "te quiero" pero como todo idiota enamorado él se conformaba con lo que ella quisiera darle. Por lógica, Tom estaba seguro que Trudi tal vez optara por dejarlo o no importarle nada, eso lo mataría. Nunca en su miserable vida hubo persona mas importante que ella para él.
Cuando subió a la habitación, llevaba una taza de té para Trudi, tal vez ella quisiera hablar con él ahora, explicarle cual seria su decisión. Cuando abrió la puerta se encontró con lo que mas temía, Trudi estaba haciendo las maletas, ella lo abandonaría, observar como ella amontonaba toda su ropa fué como recibir una patada en el estómago, abandonando todo orgullo Thomas se arrodilló a sus pies, se abrazó a sus piernas como niño pequeño en busca de consuelo y suplicó:
-¡No me dejes por favor, haré todo lo que me pidas!
Trudi simplemente lo miró, tomó su maleta, hizo un esfuerzo separando el agarre de sus piernas y salió de la habitación, de la casa y de su vida. No dijo nada, simplemente se fué sin mirar atrás y Tom siguió allí arrodillado, rogando porque ella volviera, con la esperanza de que todo esto sólo fuera un mal sueño del que pronto despertaría...
La realidad lo golpeó duramente cuando luego de una hora ella no apareció, se arrastró como pudo a la cama y se abrazó a la almohada que aún conservaba su perfume, aspiró lentamente llevando su olor a sus pulmones, no lloraría, los hombres no lloran, su padre le inculcó eso a golpes cuando tenía 4 años y raspó sus rodillas, desde entonces nunca más.
Y allí estaba él abrazado patéticamente a la almohada como una quinceañera después de descubrir que su cantante preferido tenía novia, y se durmió pensando en ella y en todo lo que podría haber sido...

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El sumiso
RomanceTom está enamorado de Trudi desde los 6 años, haria lo que sea por tenerla...lo que sea. Si ella quiere azotarlo, bienvenido sea, con tal de tenerla seria capaz de todo, pero el hecho de gustarle ser dominado por ella no estaba en los planes.