Emiliaco Años después

Capítulo 19. Tu par de alas para vivir en libertad

-¿Estás seguro de esto?

-Sí -dijo E con determinación-.

J le tomó las manos y lo miró a los ojos con cara de preocupación.

-Hay otras formas, la policía investiga, no tienes por qué exponerte si no estás seguro.

-Es hora, lo sabes, voy a usar todo lo que esté en mis manos para encontrar al culpable.

-Pero amor, ¿ya pensaste en todo lo que va a venir?

-Suenas igual que mi padre, gracias por la confianza -dijo E con sarcasmo-, de él puedo entenderlo, pero ¿de ti?

-No te molestes, no es falta de confianza, es sólo que te conozco y se lo que significa.

Ambos se encontraban afuera de uno de los foros. Una chica que llevaba un micrófono de diadema salió a informarles que era la hora de entrar. Le colocaron el micrófono a E y J esperó observando detrás de las cámaras, algunos conocidos se acercaron a saludarlo. E estaba nervioso, los conductores del programa hicieron la presentación:

-El día de hoy nos acompaña en el foro un chico muy talentoso al que queremos mucho: E. -Todos aplaudieron-.

-¿Cómo estás cuéntanos?

-Pues bien, gracias, feliz de estar aquí con ustedes.

-Vienes a platicarnos algo ¿cierto?

-Sí mira, estamos convocando a una marcha en apoyo a nuestra comunidad LGBT+, con el objetivo de hacer hincapié en la lucha contra la homofobia y los crímenes de odio.

-No pues qué bonito que después de ese proyecto tan importante de hace unos años, sigas interesado en apoyar a la comunidad.

-Pues es algo más que eso, se trata de algo personal, algo que le sucedió hace quince días exactamente a un amigo muy querido, que lamentablemente fue asesinado a causa de esto. Así que decidí, junto con otros conocidos y amigos, convocar a una marcha, que saldrá del Ángel este domingo próximo a las 5:00 de la tarde.

-Queremos decirte que lamentamos mucho tu pérdida.

-Gracias, no y de verdad gracias a ustedes por el apoyo y el espacio.

-Ya saben el próximo domingo a las 5:00. ¿Dónde te pueden contactar?

E dio la dirección de sus redes sociales y se despidió de los conductores, mandaron a corte, E se tomó unas fotos más y luego se dirigió hacia donde estaba J detrás de las cámaras y lo abrazó dando un suspiro de alivio. J lo sujetó con fuerza.

A la salida del lugar había reporteros. E volteó a ver a J a quien llevaba de la mano, le dio la otra mano antes de salir y le preguntó:

-¿Quieres hacer esto conmigo?

-Sin problema

Avanzaron hacia la puerta y los reporteros se abalanzaron de inmediato.

-Hola ¿Cómo están? Nos da mucho gusto verlos juntos. En días pasados corrió el rumor. ¿Cómo les afectó?

E volteó a ver a J y lo abrazó entrelazando sus manos por la cintura.

-Pues para nada, la verdad es que estamos muy felices.

-¿Cuánto hace que salen juntos? -Le preguntaron a J-.

-Algunos meses.

-E hemos sabido de tus exnovias ¿te reconoces abiertamente bisexual?

-Prefiero no poner etiquetas, simplemente estoy enamorado de él y punto. Ambos se voltearon a ver y se sonrieron.

-¿Vienes a hacer promoción?

-No, estamos promoviendo un evento en favor de la comunidad.

-¿Piensan trabajar juntos de nuevo?

-No hay propuestas todavía, pero si algo surge ¿por qué no? -respondió J-.

Se despidieron dando las gracias y se encaminaron al auto de E, quien suspiró aliviado y le mostró a J las manos que seguían temblando. J las tomó y se las besó. E le correspondió con un beso en la boca.

-¿Te molesta que no lo haya hecho por ti?

-¿Te refieres a hacerlo público?

-Sí

-No me molesta, debías hacerlo por ti no por mí. A veces hacer las cosas por uno mismo es difícil, pero hacerlas por una causa o por alguien más es igual de valioso. Me siento muy orgulloso de ti.

Ambos sonrieron. J sacó algo del bolsillo de su pantalón.

-Eso me recuerda que tengo algo que darte, -alargó la mano hacia E y le mostró sobre la palma unas alas brillantes que iban en una pulsera.

-En esta vida -continuó J- todos tenemos armarios y no me refiero solamente a la orientación sexual sino a la vida misma. Todos nos ponemos barreras, corazas, límites, temiendo ser lastimados o descubiertos. Sintiéndonos impostores en la vida que vivimos. Los verdaderamente valientes se atreven a enfrentarse a sí mismos y a ser quienes son. Eso es lo que tú has conseguido, tu par de alas para vivir en libertad.

J le colocó la pulsera, se sonrieron y besaron después.

-Qué profundidad y elocuencia amor.

-No te burles, es en serio.

-Lo sé.

-También lo digo por mí. Sabes, por años tuve esa maldita pesadilla en la que tú te ibas, yo alargaba la mano detrás de ti para alcanzarte y nunca lo conseguía. Creo que al fin entiendo lo que significa. A quien perseguía no era a ti sino a mis miedos. El miedo a sentirme vulnerable. Anoche no corrí, me quedé en la playa y me senté a mirar el mar, contemplé el horizonte con sus tonos rosas y naranjas y cuando me sentí verdaderamente en paz, volteé a mi lado y allí estabas tú, sonriendo y mirando el paisaje marino junto a mí. Lo mejor fue que desperté y estabas allí de verdad.

-Me encanta despertar contigo ¿sabes? Qué bien que mi hermana se fue de vacaciones toda la semana y nos ofrecimos a cuidar el departamento.