Emiliaco Años después

Capítulo 14. ¿Lealtad o culpa?

                                                                                 2022

-Amor

-Hola amor

-Quería hablar contigo, sé que lo viste...

-Yo primero ¿Me disculpas?

-Sabes que sí, no me esperaba lo que pasó, ya dejé las cosas muy claras con B.

-Lo sé, discúlpame también por el numerito ¿Estás bien, no te pasó nada?

-Estoy ensopado, estaba a punto de meterme a bañar.

-Invítame, voy camino a tu casa, llego en cinco minutos.

-Ja, no.

-¿Por qué no? Si agua es lo que falta en esta ciudad, contribuyamos con el medio ambiente.

-Jaja, sí, pero mi familia está aquí. De hecho, te están escuchando por el altavoz.

-¿Es neta?

-No te creas.

-Sí me asuste, jeje.

-Supongo que lo podemos dejar para mejor ocasión.

-Un día de estos, pero de estos.

J sonrió divertido

-Casi llego.

-Te espero.

-Bye

...

Salieron en el coche, E se estacionó en una calle solitaria, cerca de un parque.

-¿Te acuerdas de nuestra primera vez? -Dijo J-.

-¿Te refieres a nuestra primera vez desde nuestro reencuentro?

-No, a la primerísima.

-La primerísima no se cuenta, es secreto ¿lo recuerdas?

-¿Se lo has dicho a alguien?

-No, cómo crees, no lo digas, es un secreto muy bien guardado.

-Divertido.

-Emocionante.

-Escandaloso.

-Apasionante.

-Triste.

-No, ¿por qué triste?

-Porque después nos distanciamos.

-Para mí siempre fue un recuerdo feliz, me aferraba a él para tener una esperanza.

-Hablando de cosas tristes, hay algo que quiero preguntarte. ¿Alguna vez me dirás qué es lo que B hizo por ti? ¿Por qué sientes tanta lealtad hacia él?

-No lo sé, es largo de explicar.

-Me gustaría saber, aunque si hay detalles que no deba conocer, los puedes omitir.

-No hay nada como eso. En una ocasión estuvimos haciendo una gira corta por Latinoamérica, sólo algunos países. Hacíamos promoción de la serie, sólo cantábamos las canciones en funciones pequeñas y hacíamos entrevistas. El caso es que al terminar nos invitaron a una fiesta y después uno de los chicos del elenco organizó una salida a un bar. Llegamos, me bebí un cocktail y me sentí mareado porque no suelo beber. Subí a la terraza del bar a tomar aire. De pronto un tipo se acercó y me golpeó, le devolví los golpes como pude, se fue y lo que recuerdo es haberme levantado del suelo con dificultad y bajar las escaleras con mucho dolor. Una de las chicas me encontró y llamaron a una ambulancia, me desmallé en el camino porque no estaba respirando bien, me dieron una patada en las costillas y se fracturaron tres.

Le avisaron a B, fue a donde estaba, hizo un montón de cosas, los chicos del elenco se regresaron a Buenos Aires en cuanto él llegó. Consiguió un abogado, me acompañó a levantar la denuncia, hizo que investigaran. Encontraron al tipo y fue a dar a la cárcel por lesiones. El motivo ya te lo imaginas: homofobia.

B se quedó conmigo un mes entero, me cuidó hasta que tuvo que volver a México, después de eso contrató seguridad privada, yo le dije que no, me asaltaron en mi casa, el guardia, que todavía estaba trabajando sin que yo lo supiera, me salvó. B estaba histérico, se volvió aprensivo, quería regresar, molestaba todo el mundo a mi alrededor llamando para preguntar por mí cuando no le contestaba. Empezó a salirse de control, le puse un alto porque me sentía sofocado y muy dependiente de él.

Todo eso se convirtió en un parteaguas para mí.

-¿Por qué?

-Porque fue difícil superarlo, hice terapia, descubrí que necesitaba tener la situación controlada sobre mi vida, y dejar de tener miedo, realmente me daba pánico a veces salir a la calle, pensaba que algo me iba a pasar, no confiaba en nadie, veía con recelo a todo el mundo, aunado a ello no quise regresar a México en las vacaciones cortas porque no quería que mi familia se enterara, así que me sentía muy solo. Tenía pesadillas todo el tiempo.

Hasta que me harté, entendí que no podía ser fuerte y valiente si seguía dependiendo de él y de todos los demás. Me fui unos días solo, de descanso a ver los glaciares y cuando volví me prometí no tener más miedo, bastarme a mí mismo, no quedarme ni irme por nadie nunca más que por mí y vivir según mis reglas y expectativas solamente. Fui a clases de defensa personal y otras cosas desesperado por regresar el control y convertirme en alguien más fuerte físicamente.

Cuando rompimos confirmé que podía superar cualquier cosa, lo había querido mucho, me sentía verdaderamente agradecido, pero podía estar sin él.

Y luego estás tú

-¿Eso qué significa?

-Que cuando te vi ese día en la academia, la coraza de fuerza que había construido a mi alrededor se tambaleó. Me sentí débil otra vez y me dio miedo. Por eso no sabía que decir. Me sentí vulnerable. Sentí que eras la excepción a todas mis reglas.

-Sólo tú te ves así, si te vieras con mis ojos pensarías lo contrario. Yo me siento protegido a tu lado, me haces sentir tranquilo, como si todo se resolviera porque estás aquí. Eres muy fuerte, no sólo físicamente. Sabes, creo que B no te conoce de verdad, tal vez vio solamente lo que quería ver.

-Lo sé, él quería que yo fuera lo que él no podía ser: alguien verdaderamente libre. Me quería abrir todas las puertas porque no podía abrir las suyas.

-¿No crees que en el fondo lo que tú sientes por él no es lealtad sino culpa?

J se quedó pensativo

-Por no ser lo que esperaba que fueras: un muchachito ingenuo y débil que necesitaba su protección y su ayuda, que correspondiera a la manera sofocante y abrumadora de demostrarte su amor.

-No lo sé, tal vez. No es la primera vez que la gente me subestima.

-Yo no te subestimo, te conozco. Es más, sé lo que estás pensando ahora.

-¿A sí?

-Sí, estás pensando en cómo terminar esta conversación y pasar a la acción, no sabes cómo han pasado treinta minutos sin besarme y te mueres por hacerlo.

-¿Tú crees?

-Estoy seguro o ¿Me equivoco? -E se acercó lentamente-.

-Para nada -alcanzó a decir J antes de que comenzaran a besarse-.