Capitulo 7- ¡No puede ser!

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Eran las 15:20 y Carol ya estaba en el hospital. Se había ido en cuanto había salido del instituto. Era la única que estaba allí, esperaba que eso hiciera a Tony recapacitar, la popularidad no servía de nada, pues a la hora de la verdad, todos te abandonan.

Cuando ya llevaba un buen rato allí, aparecieron Sebas y Fran, Carol se puso muy contenta de que Fran también hubiera ido, pues no le hacía gracia eso de quedarse a solas con Sebas, por miedo a lo que pudiera decirle, además, Fran era su mejor amigo y el apoyo que brindan los mejores amigos, no tiene precio.

-¿Ya estás aquí?- Preguntó Fran saludando a Carol.

-Sí, me he venido en cuanto hemos salido de clases.

-¿No has comido?- Fran puso cara de preocupación.

-Tranquilo, ya comeré cuando llegue a mi casa.

-Eso espero- Fran se dio por satisfecho.

-Carol, tengo algo que te pertenece- Dijo de repente Sebas.

-¿A mí?- Preguntó Carol extrañada, ¿qué podía tener Sebas suyo?

-Bueno, yo os dejo.- Fran se iba, "¡No te vayas!" le decía Carol con los ojos, pero nada, Fran no se dio ni cuenta.

-Toma, esto es tuyo.- Sebas sacó un precioso colgante de su bolsillo, era de un corazón, detrás había una descripción que decía: Te amo, Carol. Carol puso cara de asustada, pensaba que era un regalo de Sebas- No, Carol, no he sido yo. Es un regalo de Tony.

-¿De Tony?

-Sí, así es, lo tomé cuando tuvo el accidente, estaba en su bolsillo, supongo que era su regalo de aniversario.

Carol cogió el colgante y comenzó a llorar. Sebas intentó consolarla, y más tarde, intentó besarla, pero Carol no se dejó.

-Sebas, eres un buen chico, pero yo no siento nada por ti, sigo enamorada de Tony y me temo que lo seguiré durante mucho, mucho tiempo.

-Lo sé, lo siento, no sé que me pasó- Dijo Sebas avergonzado.

-Tú te mereces alguien que te quiera, y de hecho, hay una chica guapísima, inteligente y buena que está enamorada de ti.

-¿Ah, sí?- A Sebas se le iluminó la cara- ¿De quién se trata? ¿La conozco?

-Eso, por desgracia, no te lo puedo decir, pero tú fíjate en las chicas que te rodean, seguro descubres quién es.

-¡Ya estoy aquí!- Fran volvió, justo a tiempo- El médico trae noticias de Tony.

Los tres chicos volvieron a la sala de espera donde estaban sus padres. Antonio, el padre de Tony, tenía la corbata desabrochada, estaba despeinado, y la barba le empezaba a salir de no afeitarse. Su madre, por otra parte, tenía unas enormes ojeras, el maquillaje corrido de haber llorado, y su pelo estaba también despeinado.

-Traigo malas noticias- Dijo el médico seriamente. La madre de Tony se derrumbó, comenzó a llorar de nuevo.

-Hable, doctor- Acertó decir el padre de Tony, intentando mantenerse entero.

-Verán, señores, Tony ya ha despertado, su cabeza está perfectamente, no ha sufrido ningún daño cerebral, pero sus piernas no responden.

-¿Cómo?- El padre de Tony no se lo creía.

-¡No puede ser! Mi niño no...- Su madre volvió a llorar, pero esta vez más fuerte, Sebas fue en seguida a consolarla.

Carol volvía a no saber cómo reaccionar. ¿Qué iba a hacer Tony sin sus piernas? El fútbol era su vida. Miraba el reloj: las 16:15. Sus padres no salían, Carol lo entendía, pero ella quería, no, necesitaba verlo, además, se sentía culpable de lo que le pasaba, otra vez a llorar.

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora