Capitulo 48- Al grano

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Carol despertó. Las cortinas estaban echadas y tapaban la luz del día. Luz, al fin. Estaba en casa, todo había pasado. Miró su móvil, las 13:46. De ser por ella hubiese seguido durmiendo, hacía demasiados días que no descansaba bien, pero no, ya había pasado demasiado tiempo encerrada, tenía que salir al mundo, estar con sus amigos, con su familia, con todas las personas que quería.

Quedaron todos en casa de María para estar en la piscina: Carol, María, Fran, Bruno, Sebas y Tony, aunque éste último llegaría más tarde. Pasarían allí la tarde, por la noche, Carol cenaría con su familia en casa de Feli, seguramente anunciaría su embarazo.

Se puso rápido el bikini y se dirigió a casa de María. Caminaba y respiraba tranquila, sabía que ahora nadie la perseguiría, sólo iría acompañada de su propia sombra. Llamó al timbre, abrió la madre de María, también se le notaba muy aliviada, tenía que ser duro ver cómo tu hija estuvo a punto de suicidarse. Pasó la casa y se adentró en el jardín, donde estaba la piscina.

-¡Al fin llegas, chica!- Dijo Bruno al verla en la puerta.

-Lo siento, estaba muy cansada- Se disculpó Carol.

-No te preocupes.- María le dio un 7up, ¡cómo la conocía!

-Gracias.- Carol esbozó una sonrisa y las dos amigas se abrazaron.

Luego fueron a la piscina con los demás. María y Sebas estaban muy juntos, no paraban de echarse fotos y besarse, resultaban adorables. Carol sentía envidia de la sana, ¿estarían por fin ella y Tony así?

-¿Qué va a pasar?- Le preguntó Fran de repente salpicándole.

-¿A qué te refieres?- Preguntó Carol confusa.

-Contigo y con Tony- Fran alzó una ceja- ¿Estaréis igual que ellos o más empalagosos?- Señaló con la mirada a María y a Sebas.

-Pues…- Carol pensó unos segundos- No sé, la verdad- Admitió, aunque esperaba con todo su corazón estar así con Tony.

-Bueno, ya se verá.- Fran se encogió de hombros y volvió con Bruno a jugar a la pelota.

*

Tony estaba bastante triste. Había decidido volver a entrenar con sus amigos y dejar de ser entrenador. No sabía cómo decírselo a sus chicos, ellos estaban muy entusiasmados con él, y él les había cogido mucho cariño, especialmente a Sergio, aunque por este último, más que cariño, sentía admiración.

Cuando llegó al campo, todos los chicos lo miraban con tristeza, seguramente Germán les había advertido de que no les entrenaría más.

-Buenas, chicos, ¿cómo estáis?- Tony trató de romper el hielo, pero ninguno le respondía, sólo lo miraban con tristeza.- Siento no haber podido venir estos días, pero ya sabéis que…

-Nos vas a dejar, ¿verdad?- Lo interrumpió Carlos.

-No, eso no es así.- Tony se sentó en el banco y los chicos se dispusieron a su alrededor- Dejaré de ser vuestro entrenador, pero no dejaré de ser vuestro amigo. Me tendréis siempre que necesitéis algo, e incluso, si queréis y el nuevo entrenador me da permiso, podría acompañaros en algunos entrenamientos, ¿os parece bien?- Preguntó Tony esperanzado. Todos los chicos asintieron y aplaudieron a Tony, él se sentía muy feliz.

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora