Capitulo 40- ¿Cómo estás?

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María se dio la vuelta en su cama. Abrió el ojo derecho, miró el despertador: las 5:30. Había quedado con Sebas una hora más tarde para estar con él un buen rato antes de que tuvieran que separarse. Se levantó y se miró en el espejo, menudo aspecto; era la segunda vez que veía ojeras en su cara. Estaba muy blanca, definitivamente, no se encontraba bien, normal, beber sin comer apenas no es bueno.


Se arregló un poco para tapar su mala cara, se vistió con unos de sus mejores conjuntos y se dirigió a casa de Sebas. Había una furgoneta llena de cosas, la familia de Sebas sacaba cajas de su casa, maletas, paquetes...


-Hola, María- Le dijo Angélica soltando una caja.

-Hola, Angy- María le dio dos besos.

-Sebas está en el salón- Angélica señaló la ventana que daba al salón.

-Vale, gracias.


María entró en la casa y se colocó en la puerta. Sebas metía libros en una maleta, tenía el trasero en pompa... María resiste, resiste María... Cuando menos se dio cuenta, su mano estaba en el cachete derecho de Sebas.


-¡Hey!- Sebas la atrajo hacia sí y la besó.

-¿Todo eso vas a leer?- Le preguntó María rodeándolo del cuello y mirando la maleta llena de libros.

-Claro... Tendré que hacer algo para no estar triste porque tú no estás...- Sebas suspiró.- Por cierto, no dormiste bien, ¿verdad?- Sebas levantó una ceja.

-No... No he dormido nada, llegué a casa a las 4:30...

-Hola, tortolitos, ¿interrumpimos?- Dijo Bruno, que entró con Carol, Tony y Fran.

-Hola, chicos.- Dijo Sebas sonriendo.

-¿Nervioso?- Preguntó Fran.

-Más que nervioso, triste.

- Sebas, mi hijo- Dijo de repente su madre- tenemos que irnos ahorita, o perderemos el avión.

-Está bien, mamá.- Dijo Sebas con tristeza.



*


Carol acababa de dejar a María en su casa. Ésta última tomó una pastilla y cayó rendida. Comenzó a caminar con los chicos, Bruno y Fran se fueron, así que se quedó de nuevo sola con Tony. Se notaba que estaba muy triste.


-¿Estás bien?- Preguntó Carol frotándole el hombro. Tony negó con la cabeza.- Anda, ven aquí- Carol lo abrazó. Cómo le gustaba abrazarlo, se pasaría la vida así.- ¿Mejor?- Preguntó después de un largo rato.

-Sí, gracias- Dijo Tony mientras ambos se separaban.- yo tampoco soporto que se haya ido... Es como un hermano para mí.

-Te entiendo, pero cuando pase el verano volverá.

-Ya, pero el verano no será lo mismo sin él...- Tony se entristeció aún más.

-Bueno, al menos lo pasaremos bien en la playa... ¿No?

-¿Irás?- A Tony se le iluminó la cara.

-Sí, al final sí- Carol sonrió.

-En ese caso, está claro que el verano no será tan malo.- Ambos rieron.

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora