Capitulo 14- ¡Bang!

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Eran las 8 de la tarde. María sacó su espejo de bolsillo, labios bien pintados (con brillo), no había manchas de rímel y pelo bien peinado. Soltó un gran suspiro, ¿había hecho bien quedando con Rubén? Estaba claro que no tenía nada que hacer con Sebas, pero, ¿valía la pena renunciar a él tan pronto? ¿Sin luchar? Ya no había vuelta atrás, Rubén estaba a punto de llegar, iba a tener una cita con un chico guapo, popular y buena persona, sólo tenía que pensar en eso.

-Hola, estás guapísima- Dijo de repente Rubén admirando su vestido azul oscuro.

-Gracias, tú también- Respondió María con una sonrisa radiante.

Los dos fueron al cine, a cenar, y más tarde a bailar. María lo había pasado genial con Rubén, no había pensado ni un solo instante en Sebas, y estaba segura de no volver a hacerlo, Rubén era genial, tenían muchas cosas en común y estaban en la misma clase, ¿qué más se podía pedir?

-Gracias por esta cita, ha estado genial- Dijo María a Rubén con mucha sinceridad cuando se disponía a entrar en su casa.

-Me alegro de que lo hayas pasado bien.- Respondió él, María fue a darle un beso en la mejilla, pero él se adelantó y la besó en los labios- Hasta mañana- Dijo después con mucha seguridad.

-Adiós- Respondió María un poco tímida.

*

Tras visitar los Campos Eliseos, Carol, Fran, Juliette, Luc y Nathan fueron al parque Les Buttes Chaumont, era precioso, algo digno de fotografiar, y eso hizo Carol, sacó su móvil y pulsó sin cesar el botón de la cámara. Luego, dirigió el objetivo a donde se situaban sus amigos (que jugaban con un balón) y los fotografió también, el tiempo allí corría muy rápido, ¿cuándo volvería a verlos otra vez?

-¡Qué buen día hace hoy!- Dijo Fran sentándose a su lado, luego dio un trago a la botella de agua.

-Y que lo digas- Carol se tumbó en la hierba.

-Hemos tenido mucha suerte con nuestros anfitriones, el resto de chicos de la clase de Luc tardan semanas en ducharse, ¡qué asco!

-Pues sí, yo he tenido mucha suerte con Juliette, es muy limpia y es genial.

-Bueno, con Juliette y con su hermano, ¿o me equivoco?- Dijo Fran giñándole un ojo.

-¿Por qué lo dices?- Dijo Carol alterada incorporándose- No empieces tú también con eso.

-Hombre, no me negarás que te gustan esas vistas- Fran dirigió su mirada a Nathan, que acababa de quitarse la camiseta.

-Pues no.- Carol usó un tono borde en su voz, luego se relajó- Además, un chico como ese nunca se fijaría en mí, paso de los tíos guapos, no voy a arriesgarme a que se repita lo que me pasó con Tony…

-No sé si te habrás fijado, pero el gimnasio te ha hecho mucho efecto- Fran se levantó y volvió con los chicos.

La verdad es que no, Carol no se había fijado. Estaba tan pendiente de París y de las clases que llevaba mucho son mirarse al espejo, pegó un pellizco en su camiseta, le estaba mucho más ancha que antes, luego intentó cogerse los michelines, pero no había, habían desaparecido totalmente.

Al llegar a casa de Juliette, Carol se miró en el espejo. Todo había pasado, su cuerpo prácticamente había llegado a la forma que ella quería, sólo había que trabajarlo un poco más, pero ella estaba bastante más delgada, una amplia sonrisa cubrió su rostro, lo había conseguido, y lo mejor es que ni siquiera se había dado cuenta.

-¿Qué miras en el espejo?- Dijo de repente Nathan.

-Oh, vaya, ¿te he despertado?

-No, yo estaba en la terraza, me gusta quedarme hasta tarde mirando París. ¿Quieres venir? Por la noche es aún más hermoso.

-Eso no lo dudo- Carol sonrió- claro que voy. Los dos fueron a la terraza, la luna llena, las luces de las calles, la Torre Eiffel en frente… Era todo perfecto.

-Es bonito, ¿verdad?

-No, es precioso.

-Así es, al igual que tú- Nathan esbozó una sonrisa, Carol se puso nerviosa, no sabía qué decir.

-Mierda, lo has dicho…

-¿Qué pasa? ¿He molestado?

-No… No es eso, es que en las películas, siempre que se dice esto, acaban besándose.

-Vale, ¿por qué no lo hacemos?- Nathan se acercó lentamente a Carol, sus bocas estaban a centímetros de distancia, luego a milímetros, luego… Luego no había distancio, sólo había un beso, un dulce pero apasionante beso.

-Bueno, me voy a dormir- Acertó decir Carol tras un buen rato en silencio.

- Bonne nuit- Dijo Nathan despreocupado, sin miedo.

- Bonne nuit- Repitió Carol, pero ella no estaba precisamente despreocupada.

Entró en su habitación cerrando la puerta con delicadeza, pues Juliette dormía. Se sentó en la cama. Había una bomba en su interior a punto de explotar. ¡Bang! ¡Explotó! El subidón de adrenalina de las montañas rusas no tenía nada que ver con el de ese beso, ¿desde cuándo besaba así? ¿Por qué nunca Tony la había besado así? Luego (cómo no) venía la cosa mala: el calendario. Miró el calendario. 3 de febrero. El tiempo corría, no podía. No podía enamorarse de Nathan. Sería otro sufrimiento más. En dos meses se iría y… ¿Volvería a verlo? Seguramente no. Se acabó la adrenalina, se acabó la felicidad. 

Notaaa:

Ya somos 300!! En serio muchas gracias no sabéis lo que significa para mi <33.

Rubén en multimediaa!!

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora