Había muchísima tensión. A Tony le temblaba el pulso, a Bruno se le iba a salir el corazón, Fran desprendía miedo en su mirada, la madre de María lloraba sin parar… Y lo peor, María estaba a punto de cortar sus venas. ¿Algo o alguien podría salvarlos de esa desgracia? Alguien abrió la puerta, seguramente sería el padre de María… “Genial”.
-¡Mi reina!- Se paró al ver la escena, nadie miraba, pero la voz… No era el padre de María… Todos se dieron la vuelta- ¿Qué está haciendo con ese cuchillo?
María se desmayó y cayó al suelo.
-¡Sebas!- Exclamó Tony feliz, había visto a un “resucitado”- ¡Sebas!- Corrió a abrazarlo.
-Pero… ¿qué pasó?- El pobre Sebas no entendía nada.
Todos lo abrazaron, mientras la madre de María llamaba desesperada al médico. Sebas apartó a sus tres amigos y corrió hacia María, trató de reanimarla.
-¿Qué…? ¿Por qué de desmayó?- La cogió en brazos.
-Llévala a su habitación, por favor- Le suplicó la madre de María tratando de dejar de llorar.
-Claro… Pero…
-Llévala. Nosotros te explicamos- Dijo Tony.
-Yo me quedo aquí con ella- Dijo Fran refiriéndose a la madre de María, que estaba algo mareada.
-De acuerdo, será lo mejor- Reconoció Bruno.
Tony le explicó a Sebas todo lo que había pasado. Sebas lo escuchaba con mucha atención. Agarró fuertemente la mano de María mientras el médico la revisaba. Se sentía muy culpable.
-Dale, había demasiada gente en el vuelo y nos pidieron que nos esperáramos al siguiente, que salía una hora más tarde- Explicó Sebas detenidamente- me enojé mucho con mi hermana, porque por su culpa llegamos tarde y tuvimos que ser nosotros los que pasamos al otro vuelo. Quería haber tomado el primero y haber llegado antes… Pensar que si Angy no se hubiese entretenido, ahora mismo estaría…
-¡No!- Lo interrumpió Tony- No lo digas, por favor.- Tony abrazó de nuevo a Sebas.
-Debí haberos avisado- Insistió Sebas- pero mi celular no tenía batería…
-No pasa nada, no es tu culpa, no es culpa de nadie, lo importante es que estás aquí, joder, pensaba que te había perdido- Tony comenzó a llorar.
-Dale, os habría ahorrado mucho sufrimiento. Espero que María esté bien…- Sebas besó a María en la frente.
-Pues vas a tener suerte- Dijo el doctor- está perfectamente, sólo ha sido una impresión muy fuerte.
-¿De verdad?- Preguntó Bruno asombrado.
-Sí, sólo necesita descansar. Ahora voy a revisar a su madre, me preocupa.- Aclaró el doctor.
-Sí, será lo mejor, muchas gracias doctor- Sebas le estrechó la mano.
-No hay de qué, ah, un consejo: No resucites muchas veces, hijo, o vas a matar a alguien- Dijo el doctor con sentido del humor, luego salió de la habitación.
-Menos mal que no fue para tanto…- Sebas se centró en Tony.- ¿Tú cómo estás, bro?
-Ahora mucho mejor, podré centrarme de nuevo en Carol, voy a ir a comisaría a ver si podemos actuar ya, Bruno, ¿me acompañas?
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El camino de las estrellas
RomansaLa fama es como un caramelo, mientras lo tenemos en la boca, su azúcar y su suavidad nos llena, nos hace sentir satisfechos, pero cuando éste se acaba, el sabor dulce que deja en nuestro paladar hace que quieras otro, y que estés dispuesto a hacer...