Capitulo 45- Sueño

52 5 0
                                    

Tony despertó. No podía abrir los ojos completamente, veía nubloso, pero lo suficiente para saber que estaba en un hospital: las máquinas, las puertas, las sábanas blancas, su madre dormida en el sillón de al lado, Bruno en la silla de en frente mirando el móvil… Hospital.

-Bru- Bruno- Llamó Tony con voz débil.

-Tony- Bruno se acercó- ¿Cómo estás?- Hablaba con un tono bajo para no despertar a su madre.

-¿Qué…?- Tony se incorporó- ¿Qué me pasó?

-¿No lo recuerdas?- Dijo Bruno con tristeza.

Tony quedó paralizado por unos instantes. Comenzó a recordar, la noticia, su palidez, su falta de fuerzas que le hicieron caer al suelo…

-¿Se sabe algo más?- Preguntó Tony a punto de llorar.

-No… Aún no se ha confirmado nada- Contestó Bruno en las mismas condiciones.

-María… ¿Lo sabe?

-No, pensamos que no debíamos decírselo aún…- Explicó Bruno.

-Tiene que saberlo- Tony hizo un esfuerzo por levantarse, pero no pudo.

-¿Dónde te crees que vas?- Preguntó su padre que entraba con Fran en la habitación- No te puedes levantar aún.

-Necesito hacerlo, papá, ya estoy bien…- Insistió Tony.

-Buenos días, Tony- Dijo el doctor entrando en la habitación, acompañado de Germán- ¿Cómo te encuentras?

-Bien, doctor, necesito irme de aquí ya, estoy muy bien, tengo cosas que solucionar…- Trató de convencerlo Tony.

-Deja que te revise, ¿de acuerdo?

En el tiempo en el que el doctor lo estuvo revisando, hubo muchas miradas incómodas entre sus padres, los tres. Tony a penas les dio importancia, sólo miraba a Fran y Bruno, ellos esquivaban sus miradas, pero él insistía. Cuando el doctor terminó, tomó una lista y la observó.

-¿Qué tal, doctor?- Preguntó su padre (Antonio).

-Bien, está todo bien- Dirigió su mirada a Tony- si no te encuentras mareado, puedes irte.

-No estoy mareado- Dijo Tony con seguridad, y era cierto.

-¿Dónde tienes que ir, hijo?- Preguntó su madre ayudándolo a vestirse.

-A casa de María, mamá, tiene que saberlo…

-¿Estás seguro?- Preguntó Fran- Sería mejor esperar a que sea seguro…

-Ya lo veremos. Necesito verla al menos, saber si está bien.- Respondió Tony.

-Estoy de acuerdo, yo también necesito estar con ella…- Aseguró Bruno.

-Os llevo- Dijeron sus padres (Antonio y Germán) al unísono. Otra vez las miradas incómodas entre ellos.

-No, tranquilos… Iré andando, Bruno y Fran me acompañarán, estaré bien.- Tony trató de calmar el ambiente.

-Está bien, hijo, como quieras- Dijo Antonio.

Tony, Fran y Bruno caminaban en dirección a casa de María. Tony no estaba seguro de lo que hacía, pero necesitaba verla, saber cómo estaba, y lo más importante, si se había enterado de algo.  Los tres caminaban en silencio, había demasiado silencio en estos últimos días… Estaba siendo todo tan horrible… Era casi imposible de soportar, Tony estaba asombrado consigo mismo de su fuerza de aguante.

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora