Capitulo 31- Una de cal y otra de arena

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Carol, María y Juliette paseaban por las Tendillas. María y Juliette se echaban miles de fotos con el nuevo IPhone 6 de María. Era increíble, María seguía guapísima pese a la noche que pasó, y sin apenas maquillaje, ¿cómo lo hacía? Carol era incapaz de estar bien, no dejaba de pensar en que casi se besa con Tony… No podía dejarse llevar así. No. Lo suyo había terminado.

-Carol- Dijo Juliette llamando su atención- Luc y Fran están en entrenamientos, ¿por qué no vamos a verlos?

-¡Sí! ¡Eso es! Tengo que hablar con Sebas… Anoche se portó como un caballero- Dijo María poniendo cara de enamorada.

-¿Sí? Cuenta, ¿qué pasó?- Preguntó Juliette emocionada, las tres se sentaron en un banco.

-No me acuerdo de todo, pero me llevó todo el rato en brazos, me dijo que yo le gustaba demasiado y me acostó en mi cama, luego me arropó… Es tan mono…- Otra vez la cara de estúpida, perdón, de enamorada.

-Qué bien- Dijo Carol sin ningún entusiasmo.

-Vaya hija, gracias por alegrarte- Dijo María con tono de enfado- ¿se puede saber qué te pasa?

-Nada…- Intentó disimular Carol.

-¡Anda que no! Estás rarísima.- Contraatacó María

-Tiene razón- Apoyó Juliette mientras mordía un regaliz.

-Anoche, Tony y yo casi nos besamos…- Dijo Carol con tristeza.

-Oh là là!- Dijo Juliette- Pero eso es bueno, ¿no?

-¡No!- Gritó Carol- Para nada es bueno.- Carol fijó su mirada en María, que miraba a “los pajaritos”- ¿Y tú qué? ¿No piensas decirme nada?

-A ver, Carol, es que no sé qué decirte… Sabes que Tony me caía muy mal, pero él ha cambiado desde que tuvo el accidente… Ya no es el mismo y… Mira, que no sé, que hagas lo que quieras, pero somos tres y dos queremos ir a ver a los chicos entrenar, somos mayoría, así que la pelas.

Carol se levantó indignada y las tres se dirigieron al pabellón. Juliette corrió donde Luc y empezaron a comerse los morros, María, se sentó en el suelo y empezó a hacer fotos a Sebas sin que se diera cuenta.

-Siéntate a mi lado- Dijo María golpeando el suelo- Tony está en el otro campo, a lo mejor ni te cruzas con él.

-Tienes razón- Asumió Carol y se sentó al lado de María.

Miró a su izquierda. Se veía a Tony. Se levantó para observar mejor. Hablaba con un chico que le faltaba una mano, pero se notaba en el brillo de los ojos de Tony que sentía mucho aprecio por ese chico. Joder… Eran tan mono… Cuando menos se dio cuenta, estaba caminando en dirección a él.

-Hola- Dijo Carol sin pensar, Tony estaba en corillo con los chicos y volteó la cabeza para mirarla.

-Hola, Carol- Dijo Tony con mucha felicidad, como si sintiera alivio- bueno chicos, id a entrenar.

-¿Es tu novia, entrenador?- Preguntó uno de los chicos- es muy guapa- Luego levantó las cejas. Carol sonrió.

-¡Ay, Carlos! ¡Qué más quisiera!- Dijo Tony riendo, Carol lo miró achinando los ojos, pero no pudo evitar reírse.- Me alegro de que hayas venido- Dijo Tony con un tono más serio acercándose a Carol cuando los chicos se fueron.

-Las chicas querían venir, así que aquí estoy- Dijo Carol cruzándose de brazos.

Los dos se quedaron un rato en silencio. Ambos querían decir lo mismo y ninguno era capaz de decir nada. El silencio los invadía, sólo se escuchaban a los chicos hablar o golpes de pelotas.

El camino de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora