𝕄𝕚 P𝕖𝕢𝕦𝕖𝕟̃𝕠 C𝕒𝕞𝕡𝕠 𝕕𝕖 F𝕣𝕖𝕤𝕒𝕤 •.♡

Veintiséis

La curiosidad y el corazón pudo mas que la razón.

El dia de hoy no estuvo chany en la casa y tampoco el aroma que tanto me gustaba, lo cual me hizo sentir triste y agotado durante todo el dia.

Hasta que en la en la noche escuche llegar el Carro de Chany, me moría de ansias por averiguar si esta vez también llegaría con el dulce olor, pero a diferencia de las noches pasadas en esta ocasión el no grito mi nombre para que saliera de la habitación y lo fuera a saludar, aunque yo no bajara el siempre me llamaba, ya era como un habito y crei que subiria a verme como siempre al de notar que yo no bajaría, pero después de estar esperando una hora entera me di cuenta de que no vendria y decidí bajar a ver que pasaba.

Lo buscaba por una única razón, ese aroma que me gustaba tanto el lo traía y de algún modo lo necesitaba para seguir adelante.

Le dije al beta que tenia por guardia que estaba muy aburrido y no quería ser demasiado obvio diciendole directamente que queria ver a chany para sentir el aroma así que le dije que quería pasear por la casa para estirar las piernas y el simplemente asintió siguiendo cada uno de mis pasos.

Pase por su recamara y no estaba, baje las escaleras, lo busque en la cocina, en la sala, en la estancia y en su oficina, pero el no estaba, hasta el patio estaba vacio.

Solo me faltaba revisar un ultimo lugar en el cual podría estar y ese lugar ademas de ser atemorizante, para mi estaba prohibido por alguna razón que desconocía y con el tonto beta detrás mio era imposible poder acercarme.

Rayos, necesito idear un plan...........

-Mira hay alguien alla afuera¡

Trate de sonar y lucir asustado mientras señalaba hacia la ventana para engañar al beta.

-Que has visto? yo no veo nada esta obscuro.

-Creo.... creo que es jimin y esta por alla detrás de esos arbustos, puedo ir a ver?

-Usted no tiene permitido salir y me dijeron que si usted mencionaba a ese tal jimin los separara de inmediato.

-Y entonces que haces aqui? Ve a espantarlo, debes de correrlo antes de que llegue a mi.

El beta reacciono un poco confuso ante mis palabras pero casi por instinto salio corriendo, momento que yo aproveche para dirigirme a la puerta secreta.

Oh, este era el momento, con pasos sigilosos y mi corazón latiendo un poco mas fuerte de lo normal tome la manilla y la gire para ingresar de golpe con los ojos cerrados volviendo a cerrar detrás de mi la puerta, me recargue en la pared dudando de si debía desobedecer y entrar o regresar y portarme bien como se supone debe ser todo buen omega.

Respire profundo y lo sentí, el aroma definitivamente estaba más fuerte aquí, chany debía andar por aquí tñy su me ve seguro se eonajara.

La verdad es que nunca me gusto ser un buen omega, ni obedecer, asi que, era ahora o nunca, debía enfrentar mis miedos después de todo los fantasmas no son reales y los bichos no podrían matarme.

Al abrir mis ojos y fijarme mejor me encontré con otro mini pasillo seguido de unas largas escaleras que llevaban a lo que creí era el sótano.