Capítulo 28

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_______ Jonhson 

Iba entrando a el gran edificio de la empresa, estaba segura de que hoy tengo mala cara, puesto que solo tuve diez minutos para vestirme y llegar hasta aquí. Me había quedado dormida.

No tuve tiempo ni para cepillarme el cabello, a estas alturas, esta lleno de nudos, estoy segura. 

 —¿Jonhson? —preguntó Brutacio riendo, él también acababa de llegar— Dios, casi te confundo con un tornado o algo similar —comentó entre risas.

 —Sí, ajá —rodé los ojos— ¿Y Brutilda? Pensé que llegaban juntos —pregunté.

 —Ella es mujer, se tarda en peinarse y maquillarse, prefiero adelantarme —explicó— pero al parecer, tu no hiciste eso esta mañana —volvió a reír. 

 —Deja de burlarte —Astrid apareció a mis espaldas, luego me observo y sonrió— Una mujer se verá bien con y sin maquillaje.

 —No hablo del maquillaje, hablo de el arbusto que tiene en la cabeza —explicó el rubio— Estoy seguro de que allí habitan pájaros. 

 —Tuve diez minutos para vestirme ¿Bien? —rodé los ojos y comencé a subir las escaleras para llegar a mi piso, e ir a mi oficina. 

Afortunadamente, el trayecto no lo encontré largo como otras veces. Llegué a mi oficina y deje mi bolso en el escritorio.

 —Estoy segura de que esta por aquí —revisé los cajones del escritorio frustrada, desordenando todo a mi paso. Estaba segura de que tengo un cepillo para el cabello por aquí. 

Al no encontrar nada, comencé a deshacer los nudos de mi cabello con mis propios dedos. 

 —Buenos días —entró Hiccup sonriendo, no llevaba su traje de trabajo, llevaba unos jens y un abrigo bastante abrigador para la temporada. 

 —Buenos días serán para ti...ay —me quejé al tirar muy fuerte uno de mis cabellos— ¿Qué llevas puesto?

 —¿Qué sucedió? —preguntó Hiccup al verme ignorando mi última pregunta. 

 —Me quede dormida, no tuve tiempo para cepillarme el cabello —expliqué de mal humor. 

 —Te ves igual de atractiva —comentó Hiccup encogiéndose de hombros— deja de lado tu mal humor —comentó y yo fruncí el ceño, él suspiró antes de volver a hablar—Si no trabajas hoy ¿Estarás feliz?

 —Tal vez —comenté encogiéndome de hombros. 

 —Estupendo, temí que dijeras que no —se acercó a mi y tomo mi mano delicadamente, a la vez, tomó mi bolso y comenzamos a caminar por los pasillos, luego comenzamos a bajar por las escaleras— Sería más rápido por ascensor, pero debido a lo que sucedió la última vez...

 —¿Adónde vamos? —pregunté divertida. 

 —Nos vamos del trabajo, pensé que era obvio —explicó. 

 —Hiccup, no seas ridículo —comenté aún mientras caminábamos—No podemos hacer eso...

 —Claro que podemos, cada trabajador de esta empresa tiene permitido dos semanas y cuatro días de vacaciones, y son libres de pedirlas cuando quieran. Nos quité a ambos un día de esas vacaciones, espero que no te moleste. 

 —Me hubieras dicho antes, no hubiera salido de la comodidad de mi cama —comenté. 

Ya habíamos llegado a la salida. Hiccup me sonrió y salimos, fuera estaba su auto. Me abrió la puerta, yo subí y él la cerro, luego se subió en el asiento del conductor y puso las llaves para encender el transporte. 

 —Bien, iremos a tu casa —comentó y lo observe extrañada. 

 —Hiccup, si quieres que nosotros...

 —No pienses cochinadas, Jonhson —comentó riendo— ¿Es mucho pedir que te cambies ropa por algo más abrigador?

 —Te recuerdo que este es el uniforme que tú escogiste para los trabajadores de la empresa —respondí seria, Hiccup rió— ¿Qué es lo gracioso

 —Nada —Hiccup negó riendo— Por favor, solo ponte algo más abrigador. 

Yo asentí sin muchas ganas, no sabía lo que él tenía en mente.

 —Supongo que por eso tu vas vestido así —comenté y él asintió afirmando mi hipótesis. 

Luego de unos minutos, estábamos en frente del gran edificio, en donde se encontraba mi departamento. 

 —Esperaré aquí —comunicó Hiccup con una sonrisa. 

Yo asentí y salí del auto. Subí corriendo las escaleras hasta llegar a mi piso para cambiarme ropa. 

(...)

 Hiccup había conducido por una hora y media, y seguía sin darme respuestas. ¿Qué tenía en mente?

La carretera estaba vacía, y en los alrededores solo había vegetación y nada de construcciones, sonreí involuntariamente al no notar nada de contaminación. 

 —Sé cuanto adoras esto: la naturaleza sin la intervención del hombre —comentó Hiccup. 

 —¿Sólo por este paisaje condujiste una hora y media? —pregunté divertida. 

Hiccup negó si  despegar la vista de la carretera. 

 —Te sorprenderás, no falta mucho para que lleguemos —respondió. 

 —Por fin, ya quiero saber que tramas, todo esta siendo demasiado raro —comenté y el rió— Lo digo en serio, por un momento pensé que ibas a secuestrarme o algo.

 Luego de unos minutos más, Hiccup estaciono el vehículo, bajé emocionada observando los alrededores. 

Quedé asombrada. Habían unos cuantos globos aerostáticos. 

 —Bueno vamos —Hiccup tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos. 

 —¿Vamos a....? —indiqué un globo aerostático, Hiccup asintió como respuesta.

Nos acercamos a un hombre, sonriente, que vestía un gorro y un abrigo, ambos del mismo color: café.

 —¡Hiccup! —el mencionado separó nuestras manos para abrazar a aquel hombre que lo llamaba— ¡Tanto tiempo!

 —¡Bocón! —rió Hiccup— con la empresa no he tenido demasiado tiempo para venir —explicó el castaño.

Me quedé detrás de él, algo incómoda. 

 —Veo que alguien también te mantuvo ocupado —el señor me observó sonriente— Soy Bocón, un gusto.

 —______ Jonhson —me presenté, sonriendo.

 —Bueno, espero que disfruten el vuelo —Bocón comenzó a caminar hacia un globo, yo e Hiccup lo seguimos. 

Hiccup iba sonriendo mientras intercambiaba palabras con Bocón, que por cierto, era muy sarcástico.

 Creo que nunca lo había visto tan feliz, olvidándose de las preocupaciones de la empresa y sus deberes. 

 —Rompete una pierna —Bocón comentó con una sonrisa a Hiccup— Suerte.

Me subí al canasto del globo aerostático nerviosa, Hiccup se subió detrás de mi.

 —Confía en mi, sé como funciona esto —besó mi mejilla.

  

Señor  (Hiccup y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora