________ Jonhson
Volví a reunirme con mis amigos, preguntaron dónde había estado, mi explicación consistió en decir que fui a buscar algo en mi oficina que había olvidado el otro día.
—¡Vamos a bailar un poco! ¡Esto es aburrido! —exclamó Patán
Realmente solo bailaban bailes lentos, puesto que es una fiesta extremamente elegante con la finalidad de reunir recursos para caridad.
—Algo es algo —Brutacio se encogió de hombros y extendió su mano— ¿Me concede está pieza, señorita? —trató de hacer un tono elegante en su voz, que resultaba gracioso.
—Por supuesto, elegante caballero —le seguí el juego y tome su mano dirigiéndonos a la pista de baile.
Brutacio posicionó una de sus manos en mi cintura, y su otra mano sostenía la mía. Por mi parte puse mi mano libre en su hombro y comenzamos a movernos lentamente sobre la pista.
—Luego de esto, iré a pasear en mi costoso pony —volvió a hablar con su intento de acento elegante— quizás vaya a las montañas nevadas del prestigioso pueblo de mis ancestros.
—Oh, qué interesante. Yo iré en mi jet hacia las islas Malvinas para una cena con el excelentísimo rey de Inglaterra —traté de hacer mi mejor acento elegante, provocando una risa por parte de Brutacio.
Mientras bailaba junto a Brutacio, Astrid se unió a la pista con Patán y Brutilda bailaba junto a Patapez.
—¿Por qué no ponen música más movida? —escuché decir a Patán, que bailaba junto a Astrid cerca de nosotros.
No pude evitar reír al igual que Brutacio.
Mi mirada se posó en Hiccup. Estaba sentado en la barra bebiendo algo mientras me observaba y hablaba con un elegante señor de edad. Me sonrió y luego negó con la cabeza. Quizás no le gustaba que estuviera bailando con Brutacio.
—¿Qué sucede? —cuestionó Brutacio y volví a observarlo. El sonrió y giró, impidiendo que pudiera ver a Hiccup— Ya veo, estás observando a nuestro jefe.
—Oh cállate —le di un leve golpe mientras aún bailábamos.
—Bien, ahora que no están los chicos, di la verdad. No fuiste a buscar algo olvidado en tu oficina, vi como Hiccup te seguía subiendo las escaleras —sonrió— no le diré a los demás. Pero quiero enterarme del chisme.
—¿Por qué te interesa?
—No lo sé, pero es interesante
—Solo hablamos —me encogí de hombros.
—Sí claro, hablar —corrió un mechón de mi cabello que tapaba mi cuello— No creas que no me di cuenta de esta marca en tu cuello, genio. Realmente espero que hayan utilizado protección.
—¡Brutacio! —le pegué levemente en el pecho mientras él reía— Eres realmente un idiota.
—Suelo pensar que estoy en el trabajo equivocado, podría ser policía de investigaciones —comentó.
—O podrías trabajar en un circo y ser un payaso. Te queda —sugerí con una sonrisa.
—¿Interrumpo? —preguntó Hiccup acercándose a nosotros.
No pude evitar tensarme. Brutacio y yo dejamos de bailar.
—No me arriesgaré a un despido, así que no. No interrumpe, jefe —respondió Brutacio y me pegó un disimulado codazo mientras reía— ¿Se le ofrece algo de su humilde servidor?
Esta vez era yo quien reía.
—Solo me preguntaba si podría bailar con _____, unos momentos. —respondió Hiccup serio.
—Suele ser molesta y puede que le pise los pies, pero si eso quiere —Brutacio se encogió de hombros y yo reí. Luego mi amigo se fue dándome unas suaves palmadas en la espalda.
—Pensé que bailarías con Charlotte —comenté.
Hiccup negó con una sonrisa y puso sus manos en mi cadera, mientras yo ponía mis manos abrazando su cuello. Comenzamos a movernos lentamente.
—No pensé que pudieras sonreír tanto con alguien —dijo Hiccup mientras le lanzaba una mirada rápida a Brutacio.
—¿Celoso? —sugerí
—Tal vez —respondió Hiccup aún con esa linda sonrisa.
—Es mi amigo, realmente es gracioso —expliqué— pero no es mi tipo. No te preocupes, Haddock.
—Oh descuida, no me preocupo. Sé que estás loca por mi —dijo riendo un poco mientras yo negaba.
—Por cierto ¿Arreglaste tu problema? —sonreí mientras sus mejillas se tornaban carmesí— Si me hubieras pedido ayuda, lo hubiera hecho. Siempre ayudó al prójimo —le guiñé un ojo.
—Sí claro —Hiccup rodó los ojos sonriendo.
Nos vimos interrumpidos por un hombre que se acercaba con una copa de champán en sus manos.
—Señor Hiccup, señorita —saludó— Lamento interrumpir su linda velada, pero tenemos asuntos pendientes —se dirigió a Hiccup— El empresario de la compañía Angston acaba de llegar.
—Oh sí, claro —respondió— Vayan a mi oficina, iré en un momento.
El señor asintió y se fue, dejándonos nuevamente solos.
—Suerte —le sonreí a Hiccup.
—Gracias, las necesitaré —suspiró y observó rápidamente hacia todos lados. Besó rápidamente mis labios— nos vemos.
No pude evitar sonrojarme y sonreír. Hiccup se separaró de mí y se encaminó hacia el ascensor.
Me giré y comencé a caminar hacia alguna de las mesas. Observé a Brutacio tomando un trago de vino. Me fui a sentar junto a él.
—¿Cómo te fue? —preguntó.
Levante uno de mis pulgares mientras sonreía.
—Oye ¿Sabes quién es ella? —indicó disimuladamente a una chica pelirroja que distinguí al instante.
—Es Charlotte, la prometida de Hiccup —respondí.
Brutacio se atragantó con su bebida y me observó con asombro.
—¿Prometida? Pero pensé que ustedes...
—Por eso falte estos días al trabajo. Me había enterado de que Hiccup estaba comprometidos debido a un contrato que firmó su padre hace años —suspiré— Hiccup me acaba de explicar todo hoy.
—Ya entiendo —Brutacio me observó apenado— entonces...¿Qué harás?
—Realmente no lo sé, él me dijo que está haciendo lo posible para romper el contrato —expliqué.
—Espero que lo logré, porque realmente esa chica es atractiva —dijo sin dejar de observar a Charlotte.
—¿Qué esperas? Ve a hablar con ella —animé a mi amigo.
Él me observó dudoso, pero le dió un último sorbo a su vaso y se dirigió hacia Charlotte, para lograr hablar con ella.
Unos minutos más tarde, los chicos volvieron a la mesa, excepto Brutacio que seguía hablando animadamente junto a Charlotte.
—¿Mi hermano intentando ligar? No pensé que llegaría a ver esto —rió Brutilda.
—Yo no pensé que Patán fuera tan malo bailando. Me piso los pies unas seis veces —bufó Astrid.
—¿Qué culpa tengo yo? ¡Tú no me seguiste el ritmo! —se expresó el mencionado.
—Prefiero mil veces los bares a los que solemos ir —expliqué— pero no me arrepiento de esto.
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Señor (Hiccup y tú)
Fanfic________ se enamora de quién menos debe, su jefe, Hiccup Haddock. ¿Qué dirán los demás trabajadores de aquella empresa? ¿Todo comenzará por aquel reto impuesto por sus compañeros de trabajo? ¿O por la antigua amistad entre ambos? Esta historia está...