_______ Jonhson
—¿Si? —cuestioné por tercera vez— No sabía que Patapez estaba de cumpleaños.
—Créenos. Bien, todos los años él realiza una fiesta y nosotros vamos. Este año pensamos en regalarle un nuevo refrigerador, siempre se queja de que el suyo se esta averiando. Para lograr esto, cada quien aportará con algo de dinero —me explico Astrid.
—Oh claro, por supuesto. ¿Cómo negarme? es mi amigo al fin y al cabo —Sonreí y observé la hora— Creo que deberías volver a tu puesto
—Oh sí, Eret debía terminar mi papeleo, espero que lo haya hecho —Comentó Astrid agarrando sus cosas de mi oficina.
—No pensaba que mis trabajadores dejaban trabajo encargado —Hiccup entro en mi oficina, Astrid me observo asustada y pidiendo ayuda con la mirada. No pude evitar reír— Señorita Jonhson, vengo a entregarle estos documentos, espero que pueda revisarlos dentro de poco —Me guiñó un ojo y salió de la oficina, no sin antes dejarme los documentos sobre el escritorio.
—¿Es mi idea o te acaba de guiñar un ojo? —Astrid me observó buscando respuestas, yo cada vez me ponía más nerviosa— ¿A pasado algo más con nuestro jefe o....?
—Oh sí, unas cuantas cosas que no vienen al caso. Debes ir a tu puesto de trabajo, nos vemos —traté de empujarla por la espalda y que saliera de mi oficina, sin embargo, Astrid era resistente.
—No me iré hasta que me expliques, Jonhson —Espetó molesta.
—¡Oh vamos! ¡Tengo trabajo que hacer! —exclamé— en la tarde tendremos tiempo para charlar
Astrid asintió, y sin agregar nada más se fue.
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Hiccup Haddock
No puedo creerlo. Mi abogado me acaba de decir que romper el contrato será difícil, quizás casi imposible. Se había firmado con mi consentimiento, lo que dificultaba todo el procedimiento.
Acepté eso sin saber lo que sucedería en mi futuro. Debí pensarlo mejor.
Salí de la empresa y comencé a caminar por las calles de la ciudad, cada persona que caminaba por aquellas calles tenía sus asuntos y sus problemas, o al menos eso asumí.
Seguí caminando, hasta que recibió una llamada, acepté la llamada y posicione el aparato electrónico en mi oreja mientras seguía caminando.
—Me acaban de informar que deberemos casarnos, Hiccup —era Charlotte, instantáneamente me dieron ganas de acabar con la llamada— Espero que le informes a tu secretaria la situación, puede que se lo tome mal.
—No quiero ser irrespetuoso, pero te pido que no vuelvas a llamarme por estos asuntos. Te aseguro que encontraré la forma de romper aquel contrato —espeté antes de cortar la llamada.
Era cierto, debía decirle a ______ la situación en caso de que empeorase.
Frustrado volví a la empresa casi corriendo. Subí rápidamente las escaleras, no me detendría a esperar el ascensor.
Entre a la oficina de ______, ella se sorprendió al verme.
—¿Hiccup? ¿Estas bien? —se paró se su asiento y se dirigió hacia mi preocupada— Estás transpirando.
Cerré la puerta tras de mí y tome sus manos.
—Sabes que te quiero ¿Verdad? —pregunté, ella asintió dubitativa— Perdón, debí pensarlo todo antes de aceptar eso, no sabía lo que sucedería en el futuro. No sabía las repercusiones que tendría. Diablos ¡solo tenía 16 o 17!
—Hiccup, cálmate, respira —______ tomó mi cara entre sus manos— explícalo detenidamente.
—De verdad, lo lamento —susurré— mi abogado dijo que romper ese contrato es difícil, quizás imposible.
Miré detenidamente a ______, parecía aún asimilar aquellas palabras. No dijo nada y solo asintió, apartándose de mi.
—Tenía 16, tal vez 17 cuando mi padre me habló de aquel contrato, yo solo acepte pensando en que nunca pasaría algo en mi vida para arrepentirme. Y créeme, ahora mismo me arrepiento de haber aceptado eso —expliqué, ______ volvió a asentir— Di algo, por favor —me acerqué a ella apenado.
—Esta bien, quizás no pueda romperse aquel contrato. No hay nada que pueda hacer o decir respecto a eso —dijo calmada— Supongo que...tendremos que...
—No —dije rápidamente— no quiero acabar con lo que sea que tengamos ahora mismo, de verdad, no quiero.
—Hiccup, si el contrato no puede romperse...Dios, esto nos hará mal. De todos modos tendrás que casaste y yo tendré que alejarme de ti —sentí su suave mano en mi mejilla, sus ojos cristalizados miraban los míos, ella asintió haciéndome entender que estaría bien.
—_______, por favor...no hagamos esto —supliqué.
—Hiccup, ambos sabemos que es lo correcto.
No pude evitarlo, acerqué mi rostro hacia el suyo y besé sus suaves labios. Al separarnos, observé que las mejillas de ______ corrían unas cuantas lágrimas.
Rápidamente, limpie sus lágrimas con mi dedo pulgar.
—Perdoname —volví a decir
—No debes porque disculparte...solo...quiero que me dejes tranquila por ahora —explicó.
Asentí y salí de su oficina, aunque no quería dejarla sola.
De camino a mi oficina, llamé a dos abogados más, alguno debería saber que poder hacer, alguna forma de romper aquel terrible contrato.
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Señor (Hiccup y tú)
Fanfic________ se enamora de quién menos debe, su jefe, Hiccup Haddock. ¿Qué dirán los demás trabajadores de aquella empresa? ¿Todo comenzará por aquel reto impuesto por sus compañeros de trabajo? ¿O por la antigua amistad entre ambos? Esta historia está...