Cap.11

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-¿Y bien? Nos vamos a ir de este lugar- Dylan comentó

-No lo sé, me gusta estar aquí- Dijo Cole volviendo a sentarse

-Yo me quiero ir- Comenté- Este lugar tiene recuerdos. Lo que paso con Dylan, y... Mi hermana- Lo último lo dije en susurro pero aun así me lograron escuchar

-Okey, nos vamos de aquí- Dijo Cole

-¿Tienes que hacerle caso a ella?- Madelaine dijo con asco en su voz

-Claro que si- Contestó Cole- Por ella es que estoy aquí- Contestó en plan serio

-¿Y? A mi también me encontraron y no me prestan ni la mínima atención

-No es momento de discutir ahora. Nuestras vidas corren peligro y pelean por una cosa insignificante- Dylan habló ahora

-Tienes razón- Cole contestó- No podemos perder el tiempo- Dijo en tono enojado

Le hice caso, y la verdad no me quería meter en problemas. No podía considerar a Madelaine una amiga, la conocí hace unos días.

______________

El tiempo transcurrió en segundos, nuestros pasos eran lentos, pero rápidos a la vez. Nadie articulaba alguna palabra, el semblante era serio, y un poco tenso.

Mientras el tiempo transcurría, el aire seguía tenso, nunca se podía imaginar una pequeña pelea entre dos personas que apenas se conocen. Pero eso es lo menos importante ahora

-¿Alguien sabe a dónde vamos?- Madelaine se atrevió a preguntar

-Dylan tiene el mapa, debería de saber- Dije mientras me encogí de hombros

Dylan me miró inexpresivo

-Emm... No les dije esto pero, perdí el mapa- Lo último lo dijo en susurro, pero aún así logramos escucharlo

-¡¿Que tu que?!- Cole le gritó.

Me asuste al igual que Madelaine.

-¡Perdón! Cuando me metí a bañar, salió volando el mapa. Yo no tengo la culpa- Las lágrimas querían salir de sus ojos, los tenía cristalinos

-¡Claro que si! ¡Tu eras el responsable de eso!- Los gritos de Cole sonaban muy fuerte

-¡¿Y por qué me culpas a mi?! ¡No fui el único que estaba ahí! Madelaine también estaba- Madelaine lo miró con los ojos abiertos como platos

-¡No me metas en sus asuntos Dylan!- Contestó gritando de vuelta

-¡¿Quisieran parar de una maldita vez?!- Grite para que todos pararan. La cabeza me dolía y todo a mi alrededor daba vueltas- ¡Tienen que parar! Así no van a solucionar- Lo último lo dije más calmada

-Okey... Cada quien tomara su camino- Cole dijo ya más tranquilo

-¡¿Que?!- Grite confusa- ¿Como nos vas a dejar aquí? No podemos quedarnos solos y lo sabes Cole- Amenace

-Si quieres vete con el estúpido de mi hermano, y si quieres venir conmigo, vente, no hay nadie que te detenga. Lo mismo para ti Madelaine

-No me iré contigo ni con Dylan, salimos juntos de esa casa y no me iré sin ustedes. Me ayudaron cuando más lo necesite y no los pienso abandonar- Una lágrima amenazó con salir, y la verdad, si salió. Sin darme cuenta ya me encontraba llorando

-Pues yo si, yo no tengo la culpa de que un trozo de papel se me escapara de las manos- Cole seguía de terco con lo mismo

-¡Déjalo ya Cole! Seguiremos nuestro camino juntos, no podemos quedar fuera todos, no ahora que tenemos este problema- Dylan estaba también convenciendo a Cole

-¡Eres un grandísimo estúpido! ¡¿Este problema?! ¡No es mi problema, es el tuyo! Tu comenzaste con esto, tu eres el responsable de que mamá está muerta justo ahora, eres responsable de dejar la ciudad en la que crecí- Las lágrimas de Cole eran muy evidentes

No tenía cabeza ahora para seguir soportando una pelea como esta.

-Chicos, ya es suficiente... Si quieren irse, sigan su camino, solo les arruine la vida- No podía parar de llorar, y esas palabras que dije, eran verdaderas, hasta a mi me dolió

-Esta bien... Me iré de este estúpido lugar- Emprendió camino al lugar contrario, al lugar de donde tratábamos de escapar.

-¿Sabes dónde está Madelaine?- Dylan preguntó. Negué con la cabeza

-Hace unos momentos estaba aquí, debió a ver...- Un grito sorprendentemente agudo y largo, se escuchó por unos pequeños centímetros

-Madelaine- Dijimos al unísono Dylan y yo.

Corrimos al lugar proveniente del grito, no sólo gritó una vez, gritó cada vez que podía. La voz de Madelaine se estaba apagando, no se notaba tanto de dónde provenía el grito.

-¡Madelaine!- Dylan gritó lo más fuerte que pudo, al igual que yo.

Ella siguió gritando nuestros nombres, hasta que vimos una cabellera rojiza a lo lejos.

Corrimos lo más rápido posible. Al llegar nos quedamos petrificados.

No podía pasar de nuevo esto.

Un cadáver estaba en frente de nosotros, sentía que la respiración me faltaba, y las lágrimas volvieron a salir.

Esta vez el cuerpo solo tenía del torso para arriba, le habían quitado sus piernas y un brazo. Olía horrible, como a perro remojado o basura.

Las ganas de vomitar me invadieron por completo, no podía pensar en nada. Pero cuando pensé que no podía pasar nada peor, una nota cayó desde un árbol, está decía...

"Nunca estarás libre..."

Perdidos (Cole Sprouse)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora