Cap. 20

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—¿Donde quedo yo, Betty?–La voz feliz de Dylan me hizo separar de Cole. Le sonreí 

Me baje de la cintura de Cole y fui hacia Dylan para darle un abrazo. Se sentía tan bien estar con personas familiares, con personas con las que puedes confiar plenamente. Me sentía bien, me siento bien. Me siento querida. 

—Dylan–Susurré y me separe de él–Lo de Madelaine–Volví a susurrar 

—Conseguí su cuerpo.–Dijo triste–Pero, aún no la enterramos. Estábamos pensando en enterrarla mañana–Susurró con los ojos cristalizados. 

—Lo siento tanto, de verdad–Lo volví a abrazar. 

Madelaine, no la conocí tan bien. Después de enterarme que estaba con mi ex novio, no volvimos a cruzar muchas palabras, estábamos enojadas las dos por una tontería.

—Estaremos para ti, hermano.–Cole dijo poniendo su mano en el hombro de Dylan. 

Dylan se fue dejándome sola con Cole. No decíamos palabra alguna, no era incómodo, pero odio el silencio. 

—Betty,–Cole me llamó–Cuando estábamos en la cabaña, y te desmayaste ¿por qué sucedió?

—Tengo Eremofobia,–Cole me miró confundido–Mi mente piensa que la gente me dejara sola, solo pienso en eso cuando peleo con alguien. Siento que me van a dejar para siempre.–Le dije

—Sabes que nunca te dejaré ¿verdad?–Me tomó de las manos 

—¿Lo prometes?–Susurré 

—Lo prometo.–Me abrazó

Sentir que lo promete, es la mejor sensación del mundo. Sentir que alguien te quiere, es inexplicable. 

—Te diré una y otra vez que te amo más que a nada–Susurró Cole. Mis ojos se cristalizaron. 

—Cole.–Murmuré con un nudo en la garganta. 

—Siempre será imposible estar juntos.–Murmuró con tristeza en su voz. 

—Cole, yo–Paré en seco–Yo…–Susurré, la decepción en su rostro era muy evidente. 

—¿Me amas?–Preguntó

Por un segundo, creí que deje de respirar. Claro que lo amaba, pero no tengo las agallas de decírselo. 

—Silencio. ¿Eso es todo?–Las lágrimas se acumularon en los ojos de Cole–Yo creí que–No dijo nada. Sus palabras eran tristes. 

—Cole, sabes que no es un momento adecuado.–Dije con dificultad

—Nunca es el momento adecuado. Nunca es momento para decirte que te amo. ¡Nunca es momento de nada!–Gritó. Su cara estaba roja por el enojo. Y mi corazón roto. 

—Es verdad, Cole. Nunca podremos estar en paz, nunca podremos ser novios, o casarnos, o tener hijos.–Sonreí con tristeza–Pero lo único que sé, es que te amo.–Las lágrimas ardían en mi piel.–Te amo más que a nada. Pero nunca podremos estar juntos.–Dicho eso, salí por la puerta trasera. 

¿Por que mi vida es tan complicada ahora? Cuando apenas siento algo por alguien, mi vida es la más complicada ahora mismo. Ahora, no podré tener ninguna relación amorosa con nadie, por mi problema. Que más bien es un tipo secuestro. 

Mi mente estaba confundida, yo estaba confundida. ¿Por qué sufro tanto con esto? Solo es un chico, hay millones de chicos en el mundo y solo estoy sufriendo por uno. 

Siento mi cuerpo arder en llamas, no por el sol, sino por el enojo. Estaba tan enojada con Cole y conmigo misma. Me siento más enojada, conmigo misma. 

—Betty…–Un susurro me hizo estremecer. 

No había nadie a mi alrededor, solo yo, el pasto y la soledad. Pero, el susurro, era la voz de Madelaine. Los nervios me comían viva, ¿y si era Madelaine? No, ella está muerta. 

—Ven al bosque. Donde nos vimos por primera vez–Volvió a susurró aquella voz. 

Mis pies se movieron solos. Cuando me están dando cuenta, estaba caminando hacia el bosque. 

No tardé mucho en llegar a el lugar donde encontramos a Madelaine. Estaban solo los arbustos, nada más. 

Las ramas se movieron, como cuando conocí a Madelaine. De ahí, salió Madelaine, pero, ¿como? 

—Betty.–Como si fuera un fantasma, se acercó a mí flotando. 

—¿Qué? ¿Qué eres?–Pregunté aterrorizada

—Soy el espíritu de Madelaine.–Contestó girando sobre mi Eje 

—Es imposible. Eso no existe.–Dije tragando saliva 

—Claro que existe, Betty.–Se paró frente de mi–Solo te diré algo, escucha muy bien esto. 

Estaba confundida, mucho más confundida ahora. 

—Hay una chica, Becca. Te dará las respuestas que quieres. Está en la ciudad, hay un lugar, se llama »Mr. Phoenix«–Explicó 

—¿Como se que no mientes?

—Los espíritus no mentimos. Solo hazme caso, Betty. Encontrarás las respuestas que quieres.–Y después, Madelaine desapareció. 

Y corrí, corrí de nuevo a la casa de los Sprouse. ¿Acabo de ver a Madelaine? No, sigue siendo muy imposible. Los fantasmas no existen, solo son alucinaciones, nada más. ¿Me estoy volviendo loca? Es probable, he pasado por mucho estos meses, y creo que estoy loca. 

—¡Vi a Madelaine!–Grité llegando a casa. 

—¿Qué tu qué?–Dijo Dylan mientras comía una dona. 

—No se si fue una alucinación, pero ví a Madelaine.–Expliqué desesperada. 

—¿Estas bien, Betty? Estas muy rara.

—Si estoy bien.–Toque mi cabeza ya que dolía un poco–En la ciudad, hay un lugar llamado Mr. Phoenix. 

—No lo se. Hace meses que no salgo a la ciudad. 

—¿Puedes buscar en tu teléfono?   

—Claro.–Sacó su teléfono y empezó a buscar–Esta a unos minutos de aquí. ¿Te llevo?–Asentí

—Aquí es.–Anunció Dylan

—Gracias. ¿Esperas aquí?–Pregunté mientras bajaba. 

—Si. Cole me pidió algunas cosas, después regreso.–Después, se fue dejándome frente al local.

Camine hasta llegar a la puerta. Y toque. Nadie respondía. Estaba solo el lugar, si mirabas a los lados, estaba desierto todo. 

Toque de nuevo, y “mágicamente” se abrió la puerta. 

Entre, y la temperatura bajó repentinamente. Adentro estaba decorado con cosas estilo mágicas, como si fueras a un lugar donde leen cartas. 

—Aquí leemos cartas, Betty.–Una voz se escuchó y una chica salió de una habitación tomando asiento en una mesa. 

—¿Eres Becca?–Pregunté tomando asiento frente a ella

—La original.–Sonrió 

—¿Tú sabes algo sobre mi vida?–Pregunté sin rodeos

—Claro. Eres Betty O'Donnell, tu madre es Natasha O'Donnell. Se todo sobre ti, ¿qué necesitas saber?–Se levantó y tomó una tetera

—Elián O'Donnell, ¿es mi padre?–Becca dejó la tetera donde estaba 

—No tienes padre, Betty.–Me miró con la mandíbula tensa 

—Eso es imposible. 

—Tú padre murió. Hace años. Y Natasha, no es tu madre.–Su cara era seria. No estaba bromeando. 

—Entonces, ¿quién es Natasha?

—Ella captura chicas y después las adentra en subastas. Tuviste suerte, nadie escapa de ella. 

—Lo hice, fue difícil, pero lo logre. Ahora, dime quien es mi madre, la verdadera. 

—Harmonie Cooper.

Perdidos (Cole Sprouse)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora