-¿Te vas?-Dije incrédula
-Nuestra familia nos irá a visitar, y haremos un buen funerales para nuestra madre.-Dice Cole apenado
-No importa, me iré con ustedes.
-No, Betty. Te puedes quedar aquí, con tu madre, si quieres hasta para siempre. No quiero que te separes de mi, pero quiero que seas feliz.-Me sonríe
-No seré feliz con Harmonie, sino contigo y Dylan.-Le digo triste
-Esta bien. Dylan y yo nos iremos y luego podrás irte tú, a menos que nos regresemos, pero será más caro.-Se rasca la nuca
-Yo me regresaré, le pediré dinero a Harmonie para poder regresar y estar cuando despidan a su madre.-Le doy una sonrisa y lo abrazo
Cuando me separo, Cole se va a hacer las maletas y yo me dirijo con mi madre. Hoy era domingo, era día de descanso para todo el personal de la casa, tampoco había gente en la empresa. Solo, Harmonie, Dylan, Cole y yo.
Era el momento perfecto para asesinar a Harmonie. Dylan y Cole se irían hoy mismo, aunque Cole me lo acababa de decir 1 hora y media antes de su vuelo.
Camino hacia la Oficina de Harmonie, y abro sin pedir permiso, es inútil hacerlo como quiera.
-Hola, hija.-Me sonríe Harmonie mientras ve su computador
-Hola-Tomó asiento frente a ella
-¿Necesitas algo? Estoy un poco ocupada.-Dice tecleando
-Bueno, quiero pedirte un favor.-Me mira-¿Me prestarías dinero?
-¿Para qué?
-Necesito dinero para el regreso a Italia. Decidí no quedarme aquí en Chicago.-Expliqué
-Claro que sí, te prestarme el dinero y te daré un poco más para que puedas vivir bien en Arezzo.-Sonríe y abre en cajón de su escritorio
De ahí, saca $50,000 Dólares y me los da en la mano. ¿Por qué tiene más de $50,000 guardados? Ahora no importa, ya tengo el dinero y ahora queda matarla
¿Ahora me dejaras matarla?
-Claro que sí, Jane.-Susurro y mi madre me ve raro
Cierro mis ojos y siento un golpe en todo mi cuerpo, ya después, no ví nada.
.
Desperté, y aún estaba en la Oficina de Harmonie.
Había sangre en el suelo, en mi ropa y Harmonie estaba tirada al otro lado de la habitación. Corrí hacia ella, y tome su pulso. No tenía. Estaba muerta, la mate, y no ví cómo fue.
Me levanté del suelo, y ví que todo era un desastre, las telas estaban tiradas y manchadas de sangre, su escritorio boca abajo, su computador roto y en el suelo, y mi boca sabía a cobre. Todo era un maldito desastre.
Betty, lo siento. Todo se salió de control, tu madre sabía que iba a matarla. Nos ha estado vigilando todo el tiempo.
-¿Qué? ¿Todo era una farsa?-Dije tocando mi brazo. Este se veía muy mal-¿Qué le pasó a mi brazo?-Pregunte cojeando a la puerta
Y a tu pierna, me lanzó un jarrón de barro y le atinó al brazo, después me piso la rodilla dejándome caer al suelo. Fue muy épico
-¡Recuerda que yo siento el dolor después!
Sí, lo sé. Pero cuando estoy controlandote yo siento primero el dolor.
-A mi si se que queda para un tiempo, creo que tu ya no sientes nada
Y estas en lo correcto. Pero, ahora debes irte a Italia y borrar todo de las cámaras de seguridad.
-Claro, pero debo limpiarme. ¿Con que la asesinaste?
Se dio un golpe en la cabeza cuando la lancé
Camino sin contestame al baño, no sin antes ir por mi ropa. Tomó un baño de agua fría, necesito aclararme. ¿Acabo de matar a mi madre? Sí, lo hice.
Al terminar, me puse el cambio de ropa. Camine a la cocina y encendí el fuego, iba a quemar la casa junto con toda la evidencia.
Camine a su Oficina y tome todo el dinero que había, no sabía cuánto era, pero aún así se veía mucho. Lo guarden en mi maleta.
De nuevo regrese a la cocina colgando la maleta en mi hombro. Tomo la ropa con sangre y la pongo en el fuego, esta empieza a arder con el contacto. Tome un palo delgado de madera y lo pongo con el fuego, se enciende y voy a las ventanas donde prendo el fuego a las cortinas, después los sofás y las plantas. Todo arde.
Corrí para llegar hasta la planta baja, aunque estaba cerrado. Sólo habían algunos conserjes así que la puerta principal estaba abierta.
Ya fuera, pedí un taxi para que me llevará al aeropuerto. Desde abajo se veía el apartamento en llamas, bueno, solas las cortinas. Pero se veia humo en toda la habitación.
Al llegar al aeropuerto, tomo el viaje que sale pronto. Pero primero voy a una cabina telefónica.
-Hola.-Habló a través de la bocina
-¿Betty?-La voz confundida de Dylan se escucha al otro lado
-Sí, soy yo. Solo quiero avisar que voy de regreso a Italia.
-¡Wow! Eso es increíble, Cole y yo llevamos como 3 horas y media de vuelo
-Oh, está bien. Me gustaría que me esperarán en el aeropuerto, o al menos que pasarán por mi.
-Claro que si. Solo nos instalaremos en casa y volveremos por ti. ¿Cuántas horas durará tu viaje?
-Creo que 12 horas. ¿La de ustedes?
-Solo 9 horas. Tengo que dejarte, está prohibido hablar en el avión, así que nos vemos dentro de unas horas-Me despido y corta la llamada
Camine hacía la Sala de espera y tome asiento. Para mi vuelo faltaba 1 hora, era el viaje directo Italia.
Los minutos pasaron, y estaba viendo las noticias en el televisor del aeropuerto
"Aviso de última hora:
La famosa Harmonie Cooper fue encontrada, quemada y muerta en su apartamento. No se conoce la causa de su muerte, o como se incendió su hogar. Su cuerpo aún no lo encuentran, pero suponen que debe estar muerta por la gravedad del incendio.
Volvemos en unos minutos con más información"
Ya sabían, sabían que mi madre murió. No hay sospechosos, lo mejor de todo. Tal vez haga una llamada anónima antes de marcharme.
Vuelo número 16 a Arezzo, Italia, por favor entrar por la puerta número 6
La voz de la encargada sonó en todo el lugar. Camine hacía la puerta 6 y me forme en la cola. Al fin me iba a reencontrar con Cole y Dylan. No es que los extrañara, pero es raro no escuchar sus voces.
La fila avanzó y llegué al avión donde tome mi respectivo lugar. Pensaba comprarme el de primera clase, pero no quiero llamar la atención. El asiento era incómodo, y estaba a lado de una señora de la tercera edad y un señor de traje. Tal vez el vuelo no iba a ser tan malo después de todo.
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Perdidos (Cole Sprouse)©
FanfictionNunca nadie imagino que aquellas muertes en el bosque sería nada mas y nada menos, que personas importantes en tu vida... O que lo fueron. Nadie, a excepcion de Betty, quien lo descubrio gracias a un video grabado por su propio padre, lo descubrió:...