Cap. 25

129 10 9
                                    

Me miré en el espejo de mi habitación. Alicé el vestido negro, arregle un poco mi cabello, y respire ondo.

Hoy, habíamos decidido enterrar a Madelaine y Melanie. A Madelaine no la pudimos despedir, porque fuimos a Estados Unidos, con mi madre. 

Tomé mi bolso y salí de la habitación. Baje las escaleras donde me esperaban Dylan y Cole, junto con otros miembros de la familia Sprouse. 

Salimos por la puerta trasera, el Padre estaba frente a dos ataúdes, los dos estaban abiertos, dejando ver la cabellera pelirroja de Maledelaine, y el cabello rubio de Mélanie. 

Me paré en frente del ataúd de Madelaine, se veía tan viva. Su cara estaba maquillada, sus labios rojos y sus ojos del mismo color. 

Las lágrimas no tardaron en salir. Era mi única amiga, la amaba. 

—Comenzamos con la despedida de la joven Madelaine Petsch, y la señora Melanie Sprouse.–Anuncia el Padre.

Todos estaban reunidos en un medio círculo alrededor de los ataúdes. 

—Sus hijos, Cole y Dylan Sprouse, darán algunas palabras de despedida hacia su madre.–Dice y al instante los hermanos Sprouse van al centro. 

—Melanie, nuestra madre. Nos dio la mejor infancia, desde que nuestro padre murió, ella nos dio todo. Trabajo por 2 años enteros, ahora, es momento de despedirla como se merece. Nunca fue una mala persona, trataba de ayudar a los que podía. Mi novia, Betty Cooper–Me señala–Es una de ellas, la ayudó lo que pudo, y la hizo feliz con su carisma. Melanie, era la mejor de todas, no merecía morir. Pero lo hizo por nosotros.–Expresó Cole llorando. 

Dylan abrazo a su hermano, y se posaron a mi lado

—Ahora, Betty Cooper nos dará unas palabras para Madelaine y Melanie

Camine hasta estar a la vista de todos los presentes. 

—Melanie, era la mejor de todas. Era buena madre, siempre hizo que sus dos hijos fueran los mejores de todos. Los educó para que puedan vivir como ellos quisieran, que cumplieran sus sueños.–Cerré mis ojos dejando caer lágrimas–Me enseñó el secreto de sus comidas.–Solté una risa

Miré el ataúd de Madelaine que estaba a mis espaldas. 

—Madelaine era mi mejor amiga–Caminé hacia ella–Me enseñó que la amistad es más fuerte que nada, que no hay nada que nos pueda separar. Era la mejor, y murió por mi culpa. Murió cuando debía tener su final feliz. Murió sin razón alguna, solo, la asesinaron.–Sollozo mientras recuesto mi cabeza en la suya, juntando frente con frente. 

Siento unas manos tomarme de la cintura para alejarme de Madelaine. Recuesto mi cabeza en el pecho de Dylan, y sollozo como nunca antes lo hice. 

El Padre dice palabras que se usan siempre en los funerales, y después, entierran a mis dos mejores amigas. 

La gente con el tiempo se fue yendo a sus respectivos hogares. Yo me quedé fuera viendo el lugar en donde enterraron a Madelaine. 

—Betty, ¿por qué dijiste que tu mataste a Madelaine?–La voz de Cole suena a mis espaldas

—Porque lo es. Gracias a mi, Madelaine no pudo tener su final feliz. No pudo ser feliz con Dylan.–Digo sin ganas 

—Ella no pudo tener su final feliz, pero tu puedes tenerlo.–Dice pasándose a mi lado y abrazándome

Nunca lo tendrás, y lo sabes. 

Lo se desde que escape de este mismo lugar. No tengo un final feliz. 

Me separo de él, y le sonrío. Me deja de nuevo sola, y yo camino hacia donde la ví hace unos días. 

El lugar sigue igual. 

—¿Madelaine? ¿Sigues aquí? Si es así, tal vez escuchaste lo que dije en tu funeral.–Le digo a la nada tomando asiento en un tronco

—Lo escuche todo–El fantasma de Madelaine aparece de la nada–Y nada de lo que dices es real, Betty. 

—Claro que sí. No pudiste ser feliz con Dylan, te lleve a tu propia muerte.–Mis ojos sueltan de nuevo lágrimas

—Te equivocas. Tuve mi final feliz, ¿sabes como me trataban en mi casa? Mi madre había muerto, mi padre me violaba, y casi me vende. Me ayudaste–Me sonríe. Su sonrisa dice todo, está más felíz que nunca. 

—Entonces, ¿te ayude?–Asiente

—Me ayudaste a conseguir mi felicidad.–Suelta lágrimas y luego desaparece. 

Las lágrimas no dejan de salir, la ayude a que consiguiera su final feliz. ¿Cuando conseguiré el mío? 

Camino de nuevo a casa, no había nadie en esta, solo se encontraba Dylan en la Sala de estar. Lo ignore y subí a mi habitación.

Me encamine a la estantería, donde tenía varios libros, algunos me los diputados Melanie, y otros me los prestaba Cole.

Lo que me daba mayormente Melanie eran libros románticos. Siempre supo que era una soñadora, siempre le decían que quería vivir feliz fuera de Italia e irme a Francia o Canadá.

Tomé el libro de »Bajo La Misma Estrella« muchos lo odian, y otros lo aman, como yo.

Amo la relación de Hazel y Gus, son tan hermosos juntos. Tiene una conexión que los hace especiales, no es que los dos tengan Cáncer, pero son hermosos. Me dolió la parte en donde murió Gus, pero me encanto donde llevó a Hazel a Ámsterdam. Consiguió una novia, y fue feliz mientras duró. No merecía morir.

No merecía morir como Madelaine. Nadie merece morir en este mundo, pero ella murió por mi culpa.

Dejó el libro en la cama y me levanto, voy hacia un retrato donde estoy con Melanie. Lo tomo con las manos, y paso la mano por el cristal, si estuvieran aquí, sería tan diferente todo.

Una lágrima cae en la cara de Melanie. Aprieto el marco con las manos, y después lo tiro al suelo. Este se hace añicos en el suelo. Sollozo lo más que pueda, es tanto dolor. Voy por almohadas, peluches, mis libros y cosas de mi habitación, y todo lanzo a las paredes o al suelo.

Tengo el maquillaje corrido, mi habitación es un desastre. Yo soy un desastre. Camino descalza hasta mi espejo, los cristales que están en el suelo se encajan en mis pies. Me miro en el espejo. Estoy mal, estoy muy mal. Le doy un golpe que hace añicos todo el vidrio. Todo cae al suelo. Mi mano sangra, pero no le tomo importancia. Ya nada me puede afectar.

Estaba echo, me estoy volviendo loca.

Perdidos (Cole Sprouse)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora