Cap.15

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—¿Y cual es el plan?–Madelaine se recargo en un árbol

—No lo se. Lo sigo pensando–Dije aún en mi mundo

—Y si…–Hubo un silencio–¿Sacrificamos a alguien?–Dijo Madelaine dudosa

—¿Como vamos a sacrificar a alguien?–Dije confundida–Nadie se va a sacrificar por nadie.–Respondí

—Que tal si, vamos a buscarlos–Dylan comentó. Negué

—Es muy probable que nos hagan algo–Volví a negar

—Que tal si…–Un disparo no la dejó terminar

Mire hacia atrás, y efectivamente, estaban Branko y Aurelio corriendo hacia nosotros.

—Corran–Cuando dije eso, salimos disparados a direcciones opuestas.

La adrenalina subía de nuevo en todo mi sistema, el poco aire que había, golpeaba mi rostro.

El sonido de las ramas que se rompían bajo mis pies, era muy evidente. Algunos disparos se escucha escuchaban a lo lejos. El sonido que emitían las armas, era muy escandaloso, algunas aves salían de sus escondites y algunas pasaban a mi lado o por mi rostro.

Seguí corriendo hasta llegar a una cascada, esta tenía al agua muy fuerte. Me paré en la esquina, era muy alto. El vértigo me invadió y retrocedí, choque con un cuerpo.

—Creo que hasta aquí llegas, Betty Cooper–La voz ronca y grave de Branko Cascarrasa se escucho.

—¿Eso crees?–Dije retadora y con voz aguda

—Es obvio, Betty–Soltó una risa grave

—Ya lo veremos–Murmure

Lo siguiente no me lo esperaba, salte. Salte a la cascada. Ese gran salto significaba dos cosas, o escapaba… o moría. Elijo la primera opción

Al poco llegar al agua, recordé algo. No se nadar. Esas tres simples palabras dijeron todo, voy a morir.

Solté un grito agudo al llegar al agua. Pataleaba, gritaba bajo el agua, movía mis manos. Nada funcionó, era mi fin, iba a morir.

El aire me faltaba, y yo seguía desperdiciandolo. En un momento, me detuve, podía jurar que hasta veía estrellas a mi alrededor, y sentía que me hundía más y más…

“—Te tengo que decir algo, Betty–Mi padre sonó triste

—¿Pasa algo?–Me senté en la silla frente a él

—Betty, esto es difícil para mí–Soltó una lágrima–Yo te crié con todo mi ser–Sus palabras me confundieron

—¿Qué me tratas de decir?–Le dije confundida

—Betty…–Tomó mi mejilla–Tu madre, si está viva–El aire salió de mis pulmones

—¿Q-Que?–Balbuzie

—Ella aún vive. Ella me dijo que te mintiera sobre su muerte. Pero no pude soportarlo más. Tuve que decirlo–Sus lágrimas caían como gotas de lluvias

—Pero ¿Dónde está? ¿Cómo lo sabes? ¿La has visto?–Pregunte esperanzada. Negó

—Aun no termino–Me paro–Yo… Yo no soy tu padre, Betty. Tu padre es…”

El agua salió disparada de mi boca y empecé a toser. La garganta me ardía por la expulsión del agua.

—Hasta que despiertas–Dijo una voz grave desde otro cuarto.

Estaba en un cuarto, cuatro paredes, de color blanco. La luz estaba apagada así que no podía ver más.

Y como si la persona de alado leyera mi mente, encendió las luces. Cerré mis ojos, ya que la luz los lastimaba. Efectivamente, la habitación era completamente blanca.

Mis brazos, manos, piernas, estaban atadas con una correa a una silla de un metal.

—¿Cómo?–Pare un momento, la cabeza me dolía a más no poder–¿Cómo me encontraron?

—Eres fácil de rastrear, Betty–La misma voz sonó por toda la habitación.

—¿Quien eres?–Volví a preguntar. No hubo respuesta.

Una pared se abrió dejando ver a un señor de unos cuarenta años o más. Tenía el cabello rubio oscuro, ojos color gris y un cuerpo muy esbelto. Para tener esa edad, era muy guapo.

—Me llamó, Elián O'Donnell. Mucho gusto–Extendió su mano, la mire seria.–Lo siento, no lo recordé–Rió.

Con solo escuchar su maldita risa, ya lo odio. Mi semblante era serio

—¿Dónde están mis amigos?–Pregunte seria

—¿En serio quieres saberlo?–Preguntó acercándose a mi

—Creo que es obvio ¿No? Quiero saber qué fue lo que les paso–Exijo

—Trae la televisión–Ordenó a sus perros, Branko y Aurelio. Ellos obedecieron. A los pocos minutos, llegaron con una pantalla grande y la posaron frente a mi.

—Ahora, verás lo que les paso a tus amigos–Volvió a decir. Tenía un mal presentimiento sobre esto.

Encendió la tele, y en esta, había tres ventanas abiertas. En una estaba, Cole, en otra, Madelaine, y en la última, Dylan. Estos estaban sentados, igual que yo, pero con moretones, sangre por el labio o en la nariz y algunos cortes en las mejillas. Las caras no se veían bien, pero sabía que eran ellos, solo tenían un poco de luz apuntando sus rostros.

Una persona salió enfrente de ellos, tenía un arma y una apuntó a Cole. Este cerro sus ojos y esperó el impacto de la bala, y paso. Paso lo que nadie quiere ver en sus vidas. Lo mataron, mataron a Cole.

Un grito salió de mi garganta, las lágrimas no tardaron en salir también.

El siguiente fue Dylan, al final, Madelaine.

—¡Para!–Grite causando ardor en mi garganta–¡Para por favor!–Rogue mientras lloraba.

Habían matado a mis amigos, a las personas que me ayudaron en todo, a las personas que quería con todo mi ser.

Elián, sonrió con orgullo

—¡Eres un monstruo!–Le grité–¡Un maldito y estúpido monstruo!–Le escupí en su maldita cara.

Este me dejó sola, viendo los cuerpos de mis amigos. En el mundo, estaba sola. Sin nadie en el mundo, y eso pasará, moriré y estaré sola toda mi desgraciada vida.

Perdidos (Cole Sprouse)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora